Los hosteleros de Sevilla se han echado este martes a la calle para protestar por la situación que sufre el sector a raíz de la pandemia del Covid. Lo han hecho en una protesta que ha partido, pasada las once de la mañana, de la Plaza de la Campana y que ha llegado a la sede de la delegación del Gobierno central, en la Plaza de España, donde se ha leído un manifiesto. 

"Sin ayuda nos arruinan". Éste ha sido el lema de la pancarta que ha encabezado la protesta, donde han participado tanto hosteleros de la capital hispalense como de la provincia. De hecho, la asociación que defiende los intereses del colectivo ha tenido que tramitar permisos para que vinieran empresarios de municipios como Montellano, donde la movilidad está restringida por la alta tasa de contagios que presenta. 

El presidente de los hosteleros sevillanos, Antonio Luque, en la cabecera de la manifestación -donde se ha mantenido en todo momento la distancia de seguridad- ha recordado que uno de los objetivos de la protesta es exigir al Gobierno central ayudas directas al sector, ya que España es "el único país de la Unión Europea que no ha destinado ayudas a este colectivo". 

Luque duda de que los 7.000 millones de euros que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido para los sectores más perjudicados por la crisis del Covid vayan a llegar a los hosteleros. "Ya es la tercera vez que nos lo prometen y, por ahora, no hemos recibido nada, sólo los 1.000 euros para los autónomos", ha referido el presidente de la asociación que representa a dicho gremio. 

La ampliación horaria

La otra reclamación de la protesta de este martes -convocada a nivel nacional y autonómico- es que se reduzcan las restricciones que se aplican en esta actividad desde el inicio de la pandemia, hace ahora un año. Por tal motivo, exigen que, como en la Comunidad de Madrid, el toque de queda se retrase a las once de la noche, lo que permitiría que se puedan servir cenas hasta las 22:30, especialmente en unas fechas que vienen acompañadas del buen tiempo y del cambio de horario, por lo que anochece más tarde. 

En este punto Luque advierte a las administraciones de que, en caso de que se produzca una cuarta ola de contagios, la hostelería no puede ser, otra vez, la actividad más "perjudicada" por las restricciones, "ya que no lo soportaría". "No seremos los responsables de esa cuarta ola", ha referido el representante del sector, quien ha explicado que "aunque se vean los bares llenos los fines de semana, la situación que atravesamos es crítica".

Con estas palabras el presidente del colectivo se ha referido a las imágenes de días recientes, cuando las terrazas de los bares estaban repletas de clientes. Unas declaraciones que tienen especial importancia en vísperas de que la Junta decida las medidas que estarán vigentes de cara a la Semana Santa, para la que se prevé que se permita la movilidad entre las provincias andaluzas, aunque no los desplazamientos de ocio entre comunidades, algo que afectará de lleno a los negocios condicionados por el turismo.