Los 7 indicios que acorralan al Cuco
El testimonio de los policías y de los amigos, así como el ADN y el posicionamiento de su teléfono móvil dejan en evidencia su coartada de que ni siquiera estuvo en el escenario del crimen
El juez de Menores Alejandro Vián dejará este martes visto para sentencia el juicio contra el Cuco, el menor de 17 años que durante once sesiones anteriores se ha sentado en el banquillo de los acusados para responder por la presunta violación y asesinato de Marta del Castillo. En la vista oral, que se ha celebrado a puerta cerrada como todos los procesos de menores, han comparecido 66 testigos y once peritos, aunque las partes personadas han renunciado a que varios de ellos prestasen declaración. La defensa del menor se ha quejado de que el juicio al menor parecía en realidad el de Miguel Carcaño y de los otros imputados, pero lo cierto es que para enjuiciar al Cuco hay que tratar de acreditar en primer lugar la presunta participación de los otros imputados y el papel que cada uno pudo desempeñar en los hechos que ocurrieron la noche del 24 de enero de 2009, de ahí que la Fiscalía siempre haya mostrado su deseo de que ambos juicios coincidieran en el tiempo. Después de practicar todas las pruebas que se han llevado a la vista oral y a pesar de la dificultad que supondrá para el juez valorar los hechos en ausencia de los datos que pudieran revelar la autopsia del cuerpo de Marta, existen al menos siete indicios que incriminan al menor y que le acorralan en cuanto a su versión exculpatoria.
1Su confesión inicial. El Cuco confesó ante la Policía, el juez de Instrucción y la Fiscalía de Menores que la noche del 24 de enero estuvo en el piso de León XIII y que ayudó a deshacerse del cuerpo de Marta. Este testimonio fue corroborado con motivo de la reconstrucción judicial que se realizó en el domicilio de Miguel Carcaño, pero poco después cambió su versión de los hechos y desde entonces ha mantenido -incluso en la vista oral- que se autoinculpó porque la Policía le presionó y le amenazó con detener a su madre si no confesaba. Ahora defiende que aquella noche estuvo haciendo botellona con dos grupos de amigos, que se fue a su casa a las 23:30 horas y que no apareció por el piso de León XIII, por lo que no sabe dónde está el cuerpo de Marta.
2La declaración de Miguel Carcaño. La Fiscalía y la acusación particular acusan al menor de la muerte y violación de Marta en función de la tercera versión de los hechos que ofreció el asesino confeso, quien el 17 de marzo de 2009 declaró al juez que fue el Cuco quien mató a Marta estrangulándola con un cable de alargadera después de que ambos la violaran. Miguel Carcaño se retractó de estas acusaciones en septiembre de ese mismo año, pero su negativa a declarar en el juicio contra el Cuco ha privado al menor de un testimonio que le exculpaba.
3El testimonio de los policías. En la causa contra el Cuco han declarado hasta 19 policías nacionales de los grupos de Homicidios, Menores (Grume) y de la Policía Científica, quienes han ratificado los centenares de indicios que han recopilado durante la investigación del crimen. Una de las revelaciones más importantes fue la que realizaron varios agentes que explicaron que el menor, en uno de los traslados desde el centro de Menores donde estaba internado tras su detención, se echó a llorar y confesó de forma espontánea que había visto a Marta en el piso de León XIII "con mucha sangre". La confesión del menor no llegó a completarse, porque el menor se rehízo anímicamente y al llegar a Sevilla, tras hablar con su abogado, nunca llegó a ratificar lo que había comentado en su traslado, aunque al día siguiente llevó a los policías a varios puentes sobre el Guadalquivir sin concretar sobre desde cuál fue supuestamente arrojada Marta.
4La navaja recuperada de la alcantarilla. Después de que Miguel Carcaño incriminara al Cuco en la violación y asesinato de Marta, la Policía recuperó de una alcantarilla cerca de su domicilio una navaja tipo mariposa con la que supuestamente habrían intimidado a Marta. Ese arma blanca era propiedad del Cuco, que se la regaló a Miguel, y vendría a corroborar la versión del asesino confeso, si bien el análisis científico de la navaja no aportó ningún perfil genético por el tiempo transcurrido hasta su hallazgo y las intensas lluvias que se registraron en Sevilla en aquellas fechas.
5El ADN del Cuco y Marta. Ésta es quizás la prueba científica decisiva que las acusaciones pueden esgrimir contra el Cuco: el ADN del menor que fue hallado mezclado con el de Marta bajo una silla del dormitorio de Miguel en León XIII, por cuanto esa coincidencia no puede explicarse fácilmente con el argumento de que el menor frecuentaba mucho esa vivienda y por eso es normal que aparezcan restos suyos por toda la casa. Ese ADN mezclado se sitúa, una vez, más siguiendo la declaración de Miguel Carcaño que incrimina al Cuco, en el punto exacto donde supuestamente asesinaron a Marta, estrangulándola con un cable de alargadera. Aunque Miguel ha ofrecido hasta cuatro versiones distintas de los hechos, las acusaciones tratarán de hacer valer que ésta es la que incluía mayores signos de veracidad porque sólo unos días después intentó suicidarse en la prisión de Morón y dejó escrita una carta a su abogada en la que aseguraba que los hechos habían sucedido de esa forma y que el cadáver fue arrojado a un contenedor.
6 El testimonio de los amigos. Cuatro compañeros de clase del Cuco le dejan sin coartada durante casi dos horas en la tarde del 24 de enero, en la que el menor estuvo con dos grupos de amigos haciendo sendas botellonas junto al polideportivo de San Pablo y en Santa Clara. Con el primer grupo estuvo hasta las 20:00 o 20:30 y con el segundo no llegó, según los testigos, hasta pasadas las 22:00. Entre una y otra reunión, el joven se cambió de pantalón y ese espacio en el que nadie le ve se sitúa en el tramo horario en el que el juez que instruyó el sumario sitúa aproximadamente la muerte de Marta en el piso de León XIII.
7El posicionamiento del móvil. El día en que ocurrieron los hechos el teléfono móvil del Cuco está sin posicionar -sin recibir o realizar llamadas- en dos franjas horarias, entre las 19:37 y las 23:38 horas del 24 de enero, y desde las 01:38 de esa madrugada. Su coartada también se tambalea porque recibió a las 00:10 horas una llamada de una amiga interesándose por Marta que fue captada por la antena repetidora de la avenida de San Francisco Javier, por lo que según los peritos es "imposible" que a esa hora se encontrara en su domicilio, como defiende el menor.
Con todos estos indicios las acusaciones pedirán este martes previsiblemente la máxima condena para el Cuco: seis años de internamiento y otros tres de libertad vigilada por un delito de asesinato, dos de violación -la suya y la que se atribuye a Carcaño- y otro contra la integridad moral, por el daño desmesurado causado a la familia de Marta al no haber podido aún recuperar su cadáver. La ausencia del cuerpo dificulta enormemente que puedan acreditarse los delitos de violación, pero las acusaciones intentarán hacer valer los testimonios de los amigos que han asegurado en la vista oral que el Cuco estaba "obsesionado, encaprichado o enamorado" de Marta y que eso podría constituir un móvil para perpetrar los hechos que se le imputan.
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