El informe 'tumba' formalmente la apuesta de Torrijos por la Buhaira

La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Ayuntamiento, liderada por Antonio Rodrigo Torrijos (IU-CA), presentó en su momento diez alegaciones al proyecto de ampliación del Metrocentro desde el Prado de San Sebastián hasta Santa Justa. Entre ellas, destacan las que exigen un estudio profundo del tráfico en el recorrido propuesto, la preocupación por los 208 árboles censados en el recorrido, la clarísima preferencia por una ampliación efectuada por la Avenida de la Buhaira en lugar de por San Francisco Javier, la exigencia de que todo el recorrido disponga de plataformas reservadas para el autobús y la inquietud por el diseño y la situación en la que quedarán los carriles reservados para ciclistas. Torrijos arguye en defensa de la alternativa de la Buhaira que esta solución no perjudicaría los accesos a ningún aparcamiento de centro comercial alguno, ahorraría el "costosísimo" paso inferior de San Francisco Javier con Diego de Riaño, permitiría recuperar la "unidad" del parque de la Buhaira y no conllevaría la eliminación de aparcamientos en superficie por su escaso impacto.

El informe tumba técnicamente la principal propuesta de Torrijos, sin que en ningún momento se reconozca algún aspecto positivo en alguna de las propuestas del primer teniente de alcalde. La respuesta a la principal alegación deja claro que el eje conformado por Ramón y Cajal, San Francisco Javier y Luis de Morales es el "corredor actual más potente en cuanto a demanda de transporte público", con un tráfico de 47 autobuses en la hora punta que transportan más de 50.000 viajeros diarios. Se expone que este eje tiene una gran densidad de población y una "adecuada interrelación de usos del suelo": residenciales, terciarios y de servicios y comerciales. Hay una conclusión contundente en las respuestas al primer teniente de alcalde: "Baste señalar que por la Avenida de la Buhaira no discurre en la actualidad ninguna línea de transporte explotada por Tussam".

La construcción del paso inferior en el cruce de Ramón y Cajal con San Francisco Javier, que Torrijos discute, está justificada de la siguiente por la necesidad de disponer de una parada en las inmediaciones del cruce y por la de garantizar una adecuada velocidad y regularidad del tranvía en un cruce regulado por semáforo.

La inquietud de Torrijos sobre la anchura del carril bici en el recorrido de ampliación del tranvía, así como por su propia existencia en algunos tramos, es admitida en el informe de respuesta, aunque se le contesta que no existe obligación de tenerlo en cuenta. "El proyecto de trazado de Metrocentro no es un proyecto de urbanización, ni de reurbanización, ni de desarrollo de planeamiento. Tampoco crea nuevos acerados o carriles bici, ni altera las dimensiones de los existentes, por lo que no se ve afectado por las normas relativas a las anchuras mínimas de las aceras y los carriles bici".

Torrijos también exige que todo el recorrido ampliado disponga de plataformas reservadas para el autobús, tal como el PGOU establece para las vías principales de la ciudad. El informe también tumba formalmente este planteamiento, recordando que el tranvía discurre por plataforma reservada de un mínimo de ocho metros, lo que permite canalizar un volumen de viajeros muy elevado, "y no posibilita que existan además sendos carriles-bus" a lo largo del trayecto de la ampliación.

Respecto a su preocupación por los árboles, el informe responde al primer teniente de alcalde que durante la redacción del proyecto se han celebrado varias reuniones entre los técnicos y los representantes de la denominada Mesa del Árbol para aunar criterios de conservación, sin precisar más detalles sobre cuántos árboles sobrevivirán, serán trasladados o seguirán en sus ubicaciones actuales.