El ex jefe de la Udyco niega que favoreciera a un clan de narcos

El ex jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Sevilla (Udyco), Francisco T. P., negó este martes que haya favorecido a un clan de traficantes de droga, hechos por los que el fiscal le ha pedido un año de inhabilitación por un delito de omisión del deber de perseguir los delitos.

El inspector jefe ha asegurado en su declaración en la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla que colaboró desde un primer momento con la Unidad de Asuntos Internos que investigaba el robo de los 150 kilos de droga de los calabozos de la Jefatura Superior de Policía y explicó que él mismo facilitó a esta unidad los datos del denominado clan de Los Barriga, que se dedicaba al pequeño tráfico de estupefacientes.

En cualquier caso, el inspector jefe quiso dejar claro que la Udyco que dirigía no era la unidad competente para investigar ese supuesto "supermercado" de la droga que se había instalado en un domicilio de San Juan de Aznalfarache donde residía este clan y también negó que tuviera conocimiento de que estuvieran traficando en ese momento. "Ni lo sabía ni me lo creo", llegó a decir el inspector imputado sobre la supuesta impunidad con la que estas personas traficaban a plena luz del día, con las puertas abiertas y con numerosos compradores haciendo cola para comprar droga.

El 17 de de 2009 la Unidad de Asuntos Internos detuvo al matrimonio compuesto por J. C. M., de 42 años y conocido como el Barriga, y a su esposa, M. Y. C. V., de 41, quienes según el fiscal "alardearon de conocer y ser amigos" del inspector imputado, llegando a pedir a los agentes que llamaran al jefe de la Udyco para ver si se podía arreglar todo y mostrando su número de teléfono en la agenda de sus respectivos móviles.

Francisco T. P. explicó a este respecto que es una "práctica habitual" dejar su número de teléfono a los delincuentes que han investigado y añadió que en este caso su teléfono se lo podría haber facilitado incluso a los Barriga un confidente.

El patriarca de Los Barriga dijo al tribunal que no sólo tenía el teléfono del ex jefe de la Udyco, sino también de los de Asuntos Internos y del jefe de Homicidios, y negó tajantemente que fuese confidente de la Policía o que haya llamado en alguna ocasión al ex jefe de la Udyco para pedirle favores. "Jamás me avisó la Policía de que se iba a hacer un registro", afirmó en su declaración, en la que sostuvo que los agentes de Asuntos Internos le acusaron al ser detenido de haber participado en el robo de la droga en la Jefatura de Blas Infante. El matrimonio reconoció que traficaban con droga pero alegó que lo hacían para poder sufragar la adicción del marido a los estupefacientes.

Los agentes de Asuntos Internos aseguraron que no comenzaron a investigar al entonces jefe de la Udyco hasta que les sorprendió la conducta de Los Barriga durante el registro de su vivienda, y sostuvieron que tras esta intervención captaron una conversación de Francisco T. P. con un confidente en la que tuvieron la impresión de que el inspector jefe se estaba "justificando" por no haber podido avisarles del registro.

El fiscal modificó al término del juicio sus conclusiones y rebajó la petición de condena al matrimonio, al que inicialmente pedía cuatro años por tráfico de drogas, dejándolo en años para el marido y en año y medio para la mujer.

En el caso del ex jefe de la Udyco, el fiscal rebajó de dos años a uno su petición de inhabilitación por el delito de omisión del deber de perseguir delitos, ya que consideró que el hecho de que estuviera en otra unidad "no le excusaba" de perseguir el tráfico de drogas de esta familia porque el inspector "sabía" que estaban dedicándose a esta actividad. El fiscal añadió que este clan actuaba con esa impunidad, con las puertas abiertas, porque tenían la tranquilidad que no les pasaría nada al contar con "la garantía" del acusado.

La defensa del inspector sostuvo que Asuntos Internos fue a por el jefe de la Udyco "desde el principio", no después de haber investigado a Los Barriga, porque tenían fijación con él porque entendían que era el custodio de los calabozos de donde desapareció la droga en la Jefatura y creían que tenía a su disposición el único juego de llaves cuando en realidad había cinco juegos.

Francisco T. P. utilizó su derecho a última palabra en el juicio para reiterar en un emotivo alegato su inocencia, llegando a afirmar que se siente "víctima de una situación" creada por la Unidad de Asuntos Internos que, según dijo, "ha destrozado profesional y psíquicamente" a los miembros de la Udyco hasta el punto de que alguno ha fallecido al no poder soportar la presión.

El inspector calificó de "majaderías" y "barbaridades" algunas de las cosas que se han dicho sobre el robo de la droga y criticó que se le haya imputado un delito de omisión del deber de perseguir los delitos tras haber intentado involucrarle en la sustracción e los estupefacientes. "Habrá pocos policías que hayan hecho aflorar más delitos que yo, ese vínculo personal [en alusión a los Barriga] no existe más que en la imaginación de esas personas", aseveró.

"Soy víctima de una situación lamentable creada por unos señores que dicen que son mis compañeros", concluyó el inspector jefe, que recibió un fuerte aplauso a su salida de la sala de vistas por una veintena de agentes que habían acudido a apoyarle en el juicio.