Un joven denuncia a dos policías nacionales por agresión y detención ilegal

La escena fue grabada en vídeo por dos testigos de los hechos, ocurridos el 13 de febrero en la puerta de una discoteca

El denunciante también acusa a los agentes de falsedad al confeccionar el atestado

Detención del joven a la salida de una discoteca de Sevilla

Dos policías nacionales de Sevilla han sido denunciados por unos presuntos malos tratos a un joven que fue detenido en la puerta de una discoteca de la capital andaluza el pasado 13 de febrero. La escena fue grabada en vídeo por al menos dos personas. En una de las imágenes, se aprecia claramente cómo un policía tira al suelo al joven y luego, cuando éste hace ademán de levantarse, le propina un guantazo, sin que haya resistencia en ningún momento. El vídeo puede verse en la cabecera de esta información, aunque se ha difuminado para preservar la identidad de los participantes.

El detenido, que no tenía antecedentes, presentó hace unos días una denuncia contra los dos agentes. En esa denuncia se refleja que la conducta de los policías pudo ser constitutiva de varios delitos, como lesiones y malos tratos, atentado contra la integridad moral, falsedad a la hora de confeccionar un atestado, así como posibles coacciones y amenazas. Además, la abogada del joven, María Jesús Agudo, cree que los agentes podrían haber incurrido en una "detención arbitraria, que no estaría amparada por ningún precepto jurídico".

Los hechos sucedieron la madrugada del 13 de febrero en las afueras de la discoteca Theatre, en la calle Economía. El joven fue detenido como presunto autor de un delito de atentado contra la autoridad. La versión de los policías, y así fue reflejada en el atestado, dice que el joven profirió insultos, se negó a identificarse y arrojó la bebida a uno de los agentes. La abogada del chico asegura que, de ser cierto, esto sería una simple infracción administrativa por desobediencia leve y no cabría la detención. Además, aporta testigos que acreditan que no existieron insultos ni negativa a identificarse ni arrojo de líquido, "sólo descontento por la actuación pasiva ante la solicitud de auxilio".

El joven manifestó que se dirigió a la Policía pidiéndole que hicieran algo porque había un chico que estaba convulsionando. Fue entonces cuando un agente le pidió que lo acompañara para identificarlo, momento en el que se produce la agresión que denuncia el joven. "Existe prueba acreditada que no deja lugar a dudas de que no existió el atentado que pretende la Policía", dice la denuncia. "Si así lo reflejó la Policía en el atestado, lo fue exclusivamente con la finalidad de justificar la agresión de la que víctima (el denunciante), así como para justificar la detención obrada", añade.

Para la representación jurídica del joven, "el atestado policial dista diametralmente de lo realmente ocurrido, habiendo faltado a la verdad en la relación de hechos narrados, y habiendo procedido a la detención sin que existieran indicios". "Lo que se dio fue una detención que no debió tener lugar y una agresión por parte de un policía nacional observada de forma pasiva por otro policía, agresión que produjo lesiones y que atentó contra la dignidad del detenido".

La denuncia indica que uno de los agentes pegó al joven con la porra en la mano izquierda, donde presenta un hematoma. Esto provocó que se le cayese la copa que tenía en la mano, que no arrojó él, como dice el atestado. Acto seguido, el agente propinó dos puñetazos al chico y le pegó un empujón haciendo que cayera al suelo. Después, lo llevó hasta detrás del vehículo policial para que las personas que había en la calle no pudieron verlo.

Allí, "le propinó un golpe contra el propio vehículo, lo lanzó directamente al suelo y lo golpeó en repetidas ocasiones, llegando incluso a golpearle la cabeza contra el vehículo policial, todo ello mientras con la capucha de la sudadera le tapaba la cabeza, impidiéndole respirar", añade la denuncia. "El joven, lejos de acometer contra el policía, lejos de resistirse, sólo acertaba a pedir que le dejaran de pegar, indicándole que el DNI estaba en su bolsillo derecho". Mientras, el otro policía denunciado intentaba que los jóvenes que había allí no grabasen. La denuncia apunta que existen tres grabaciones desde dos ángulos distintos, hechas por dos personas distintas. Los tres vídeos se aportan en la denuncia.

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