Los dos juanes de la plaza de San Lorenzo

Calle Rioja

Los dos bares de la plaza eran de montañeses: uno de Servando Otero, el otro de Teodoro Castañeda. Éste se lo traspasó en 1979 a Juan Hidalgo, que acaba de fallecer.

Pedro Hidalgo muestra la foto en la que su hermano Juan fue reconocido por el Gran Poder.
Pedro Hidalgo muestra la foto en la que su hermano Juan fue reconocido por el Gran Poder.
Francisco Correal

07 de febrero 2011 - 05:03

EN la fotografía está con su hermano pequeño, que se llama Jesús, el menor de los nueve Hidalgo Raya, y con el hermano mayor del Jesús de esta plaza de San Lorenzo, el Gran Poder. Enrique Esquivias le hacía entrega el 6 de septiembre de 2008 a Juan Hidalgo Raya de una placa en reconocimiento a la buena armonía que siempre ha existido entre la hermandad y el bar El Sardinero.

La noticia corrió como la pólvora por el barrio. "Ha muerto Juan, el del Sardinero". Me lo dijo José María Miura, profesor, nieto político de Juan de Mata Carriazo. Por el barrio y por toda la ciudad, porque los viernes hacen escala en este bar gentes de los más remotos confines urbanos.

Juan se murió el miércoles, el día que cierra El Sardinero. Alguno dirá que hasta para morirse tenía olfato comercial. El mayor de nueve hermanos nació y creció en Triana. Con 24 años ya llegó a estos dominios para abrir en la calle Conde de Barajas, muy cerca de donde se supone que nació Bécquer, la bodeguita Salvatierra. "Éramos nueve y quedamos cuatro", dice desconsolado Pedro, el segundo de esta retahíla de sevillanos de hidalguía.

La plaza de San Lorenzo hacía honor a su proximidad a la calle Cantabria: sus dos bares estaban en manos de montañeses. En el Café Bar San Lorenzo despachan Servando y Fidel, hijos de Servando Otero Granda, que lo fundó en 1958. El Sardinero era propiedad de Teodoro Castañeda Sánchez. "Un hombre fuerte, lo conocí personalmente. Murió en un accidente de tráfico", recuerda Miguel, el capiller del Gran Poder. Fue este cántabro el que le traspasó el negocio a Juan Hidalgo. La licencia de apertura está fechada el 20 de septiembre de 1979.

En el bar hay una foto de la caída de la hoja en la plaza que su autor, Atín Aya, buen cliente y mejor vecino, le donó a El Sardinero. Luis, el camarero con más trienios, está orgulloso de esa imagen. En tiempos hubo también una foto en blanco y negro de Salva, con atuendo de portero del Betis, controlando un balón ante la proximidad de Paulo Futre. "Siempre le animé a que se hiciera con El Sardinero", dice Salva al conocer la noticia de la muerte de Juan. Como otros futbolistas que fichaban por el Betis, se alojó en la pensión Rubens, frente a la bodega Salvatierra, porque la secretaria técnica del Betis, donde se estampaban los contratos, estaba en Conde de Barajas.

El año 1977 fue muy bueno para el barrio. El Betis ganó la primera Copa del Rey, con el protagonismo de dos montañeses, Javier López, autor de los dos goles de la final, y Juan Manuel Cobo, que como capitán fue quien primero recibió el trofeo. El Sábado Santo de ese año, escasas horas después de otra mágica Madrugá en la plaza, el Gobierno de Adolfo Suárez legalizaba el Partido Comunista, cuya sede se trasladaría poco después a la calle Teodosio. Juan Hidalgo era el muñidor de una versión sevillana de los pactos de la Moncloa: cofrades del Gran Poder, la Bofetá y la Soledad, béticos, comunistas allí mezclados en festivo mestizaje. También, claro, sevillistas, liberales y algún conspicuo falangista.

"Procuro no venir por el barrio porque cada vez que lo hago me llevo una noticia de éstas", dice Salva. "El anterior fue Diego Alonso", dice del tabernero leonés que regentaba el bar Porma, en Santa Bárbara. Leonés, bético y del Gran Poder. La guadaña, con la ayuda de sicarios, se llevó al coronel médico Muñoz Cariñanos. "Me sacó un nódulo de la garganta", dice Salva, "los porteros somos los que más chillamos en el campo". Casi tanto como un camarero en horas de agobio.

El Sardinero es un espacio proustiano donde el hoy se funde con el siempre. Los clientes de diario se cruzan con los temporales de los viernes, día de visita al Señor. Los del barrio con los que acuden de todos los rincones de la ciudad. Caras reconocibles y rostros recién asimilados por la memoria frenética de un camarero. Populares y anónimos, como los cánones de la buena literatura.

Juan de Mesa. 1583-1627. Juan Hidalgo Raya. 1944-2011. Los dos juanes de San Lorenzo. Ahora lleva el timón Juan Carlos (Juani), de la cosecha del 68, el hijo de Juan y María. Con el oficio en la sangre, un ojo en la plaza, otro en el cielo. Sabe que su padre va con recomendación. Se ha ido en una de las hojas de la foto de Atín. En la primavera de 1982 se hicieron asiduos de El Sardinero los que en Martínez Montañés pusieron en marcha Radio 16: Iñaki Gabilondo, Paco Lobatón, Luis Clemente, José Luis Ortiz Nuevo, Gualberto, Baldomero Torres con sus motos y sin sus cuchillos afilados...

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