La juez deja libres a dos detenidos por encubrir el crimen del Calonge
La Policía les imputó un delito de encubrimiento La investigación sigue abierta y continúa bajo secreto de sumario
El juez de Guardia ha puesto en libertad a dos de los tres hombres que fueron detenidos el pasado viernes en la gasolinera del Polígono Calonge y que dejaron en el suelo el cadáver de un hombre que había muerto de varios disparos. La investigación judicial se encuentra bajo secreto de sumario, que ha sido decretado por la juez de Instrucción número 17 de Sevilla, Carmen Ruiz Mesa, después de que la Policía Nacional pusiera a disposición judicial a los dos arrestados por el encubrimiento de este extraño suceso.
Fuentes policiales confirmaron que en la tarde del pasado viernes fueron detenidas dos de las tres personas que, sobre las cuatro de la tarde, llegaron a la estación de servicio, situada en la Ronda Urbana Norte, en un Volkswagen Touareg de color oscuro. Estas personas detuvieron el vehículo en la entrada y sacaron de él a un hombre muerto y con varios impactos de bala en su cuerpo. Depositaron el cadáver en el suelo, llamaron a la Policía, y se quedaron esperando a que llegaran los agentes e incluso compraron botellas de agua en la tienda de la gasolinera mientras aguardaban.
Cuando llegó la Policía, dijeron que se habían encontrado al hombre tiroteado por la calle y que lo habían subido al coche. Como este testimonio no resultó convincente a los investigadores, ante las contradicciones en las que incurrieron, la Policía detuvo a dos de los tres hombres, mientras que el tercero no fue arrestado aunque sí conducido inicialmente a las dependencias policiales para prestar declaración en relación con los hechos.
Los dos detenidos, a los que la Policía atribuía un delito de encubrimiento, fueron puestos a disposición judicial en la tarde del domingo. La juez acordó entonces su puesta en libertad con cargos, según explicaron las mismas fuentes.
Al lugar del suceso también acudió una UVI móvil del servicio de emergencias sanitarias del 061, pero los médicos sólo pudieron certificar la defunción y tapar el cuerpo con una sábana del SAS.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional abrió una investigación sobre el suceso para tratar de esclarecer lo ocurrido. Los agentes de esta unidad se desplazaron a la gasolinera nada más hallarse el cadáver para inspeccionar tanto el cuerpo como el vehículo en el que viajaba la víctima e interrogar a los acompañantes de ésta. También revisaron los alrededores de la gasolinera en busca del arma utilizada para cometer el crimen.
Los agentes se entrevistaron con el personal de la estación de servicio y visionaron las grabaciones de las cámaras de videovigilancia del negocio en busca de alguna imagen que resultara esclarecedora. Un equipo de la Policía Científica también hizo una inspección del coche y de la zona en la que se depositó el cadáver para tratar de hallar alguna pista o huella que resultara reveladora. En el escenario del crimen había muy poca sangre, lo que indicaría que los disparos se efectuaron en otro lugar.
Tampoco han trascendido la identidad, edad y nacionalidad de la víctima, ni tampoco si ésta tenía antecedentes delictivos. También se investiga si el vehículo en el que viajaba -que podría ser propiedad del fallecido- ha estado implicado en algún hecho delictivo en Sevilla o en otra provincia española. Las primeras hipótesis apuntan a un posible ajuste de cuentas, aunque todas las líneas de investigación siguen abiertas.
La comisión judicial llegó a la gasolinera sobre las cinco y media de la tarde. El cadáver fue levantado pasadas las seis y media. Fue trasladado a las dependencias del Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia.
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