Después de un verano suave, un otoño cálido. Este fin de semana se despide la época estival más atípica vivida en Sevilla en los últimos cuatro años con un ascenso de las temperaturas que se acercará a los 40ºC, así lo explica Luis Fernando López Cotín, delegado territorial de Aemet en Andalucía, Ceuta y Melilla, que augura un cambio de estación estable.

La próxima semana, en la que se espera un aumento de la nubosidad, inaugura un trimestre que se estima "favorable" en lo que a lluvias se refiere, "sin diferencias significativas".

Un verano "singular"

Dos turistas se abanican en la Plaza de España.

A juzgar por las temperaturas que ha marcado el mercurio en la capital andaluza en los meses de junio y julio, muy frías en comparación con las habituales, pocos sevillanos dirían que éste ha sido el decimotercer verano más caluroso desde 1965 en España. Sí, aunque parezca mentira, el estío de 2018 ha sido "cálido". La media superó en 0,6ºC las marcas habituales, la diferencia ha estribado en su "singular comportamiento", en la distribución anómala de las mismas en el calendario. 

La sensación general apunta a un verano más amable, en el que se ha podido dormir bien y no ha habido que abusar del aire acondicionado, al menos hasta agosto. El día 1 de este mes se produjo una transformación notable: comenzó la única ola de calor experimentada este año, que se extendió hasta el 7. Los termómetros subieron de golpe. Llegó el verano "sevillano" que tanto había remoloneado; se quedó el resto del mes y aún ahora se deja sentir, dentro de los niveles típicos.

Las precipitaciones han permitido la recuperación de las cuencas hídricas. No en el caso de la cuenca Sur, que aún presenta un déficit. Se quedó un 5% por debajo de lo esperado.