Lola Azahares, el alma femenina de una firma icónica y flamenca
Sevilla

En el imaginario del diseño y la moda regional, pocas historias logran cautivar tanto como la de Lola Azahares, una firma que nació de la creatividad y pasión de una joven andaluza llamada Manuela, y que hoy se mantiene viva gracias a la entrega de tres generaciones de mujeres de la misma familia. Todo empezó como un juego infantil y una chispa de inspiración y, a día de hoy, se ha convertido en nombre propio en el mundo del traje de flamenca y más allá.
Manuela cosía vestidos para las muñecas de sus cuatro hijas. Un día, como buena andaluza, tuvo la idea de vestir a aquellas muñequitas con trajes de flamenca. El resultado fue tal que decidió llevar una de sus creaciones a Galerías Preciados. Allí, la encargada de ventas quedó tan fascinada que la animó a ir a Madrid a presentar su trabajo a la jefa nacional de ventas. Manuela regresó a Sevilla con el entusiasmo de una oportunidad entre las manos, y junto a sus hijas, trabajó sin descanso para confeccionar un pedido de muñecas vestidas con minucioso detalle: flores hechas a mano, aritos colocados uno a uno y trajes que reflejaban la esencia del arte flamenco. Aquella entrega no solo fue un éxito, sino que le permitió a la familia abrir su primer local en 1971: así nació Azahares.
El éxito de Azahares fue creciendo con el tiempo. De Sevilla se expandieron a Huelva, y el negocio se fue consolidando como una firma de moda flamenca de renombre. Sin embargo, como en todo cuento que evoluciona, llegó el momento del relevo generacional. Con el tiempo, Manuela se jubiló, y sus hijas tomaron el relevo. Sin embargo, solo una de ellas, Lola, decidió continuar con el negocio, que a partir de ese momento pasó a llamarse Lola Azahares. Esta evolución marcó un nuevo capítulo para la marca, uno que continuaría creciendo bajo el mismo espíritu original: crear piezas únicas, llenas de arte y emoción. La nieta de Manuela, María, se incorporó oficialmente a la firma en 2011, aunque la moda flamenca la había acompañado desde la cuna.
Lola Azahares no solo ha mantenido viva la tradición del traje de flamenca, sino que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Su propuesta se ha ampliado con colecciones de moda nupcial, diseños para invitadas y, recientemente, ropa casual como camisetas de edición limitada que mantienen el carácter alegre, colorido y elegante de la marca. Todo esto sin perder la base de la firma en la calidad, la originalidad y el respeto por los procesos de confección artesanal.
Uno de los pilares más destacados de la firma es su servicio de asesoramiento personalizado, ofreciendo sesiones online para orientar a las clientas según su cuerpo, estilo y ocasión. Estas asesorías tienen un coste accesible y son realizadas por miembros del equipo que, como María, han crecido entre telas, bordados y pasarelas. Además, si tras la asesoría la clienta decide comprar algún producto, el precio de la sesión se descuenta del total.
La atención cercana, la profesionalidad en los plazos y la constante actualización de patronajes y estilos son valores fundamentales de Lola Azahares. Desde su taller en Calle Cuna 31, cada traje se diseña como una fusión entre tradición y modernidad, pensado para realzar la belleza y la personalidad de quien lo lleva. Cada volante, cada botón, cada costura, lleva implícita la historia de una familia que nunca dejó de soñar.
Para Lola Azahares, vestir a una mujer no es solo un acto de moda, es un acto de celebración. Una celebración de la identidad, del cuerpo, de las raíces y del presente. Como bien lo resume María, tercera generación al frente de esta firma con alma: “Nos quedan muchos sueños por cumplir… y ¿sabes qué? Nos encanta sorprenderte”.
Para conocer más sobre su historia, sus diseños o reservar una asesoría personalizada, puedes visitar su sitio web: lolaazahares.com. Porque en Lola Azahares, cada prenda cuenta un cuento… y cada cuento tiene un alma que se cose a mano.
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