El mercado del Porvenir estará listo para febrero

Enclavado en una vía poco comercial pero muy emblemática del barrio, la calle San Salvador, el mercado de abastos del Porvenir es uno de los más antiguos de la ciudad, aunque pasa casi inadvertido al transeúnte si no fuera por el cartel de la puerta. Los comienzos de la plaza se remontan a la Exposición Iberoamericana del 29 y, tras una primera reforma, se volvió a inaugurar en 1986. Casi un cuarto de siglo después, es el turno de nuevos cambios, un proceso de rehabilitación que se enmarca en el Plan Director de Mercados que el Ayuntamiento puso en marcha en 2007.

La delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, visitó ayer las obras que se llevan a cabo, cuya inversión alcanza los 108.000 euros, de los cuales 62.206,35 euros han sido subvencionados por la Junta de Andalucía. Los trabajos se iniciaron en el mes de septiembre y está previsto que finalicen a finales de febrero de 2011. Placeros y clientes soportan de buena fe las inevitables molestias de unos trabajos de mejora. "Nos han informado del estado de los trabajos y estamos muy contentos con el resultado que está teniendo, aunque lo peor es el ruido y la suciedad", explicó ayer Carlos Piserra desde su puesto de carne. Su mujer, Dolores, asegura que el trabajo se está llevando a cabo sin problemas y que los obreros cumplen con todos los horarios.

Las principales intervenciones incluyen la impermeabilización de la zona de azotea donde se encuentran los conductos del aire acondicionado, el arreglo del alcantarillado en los accesos, el arreglo de la puerta principal, la limpieza y acondicionamiento de un puesto como almacén y el arreglo de una cámara. También se está interviniendo en los aseos y su adaptación necesaria para las personas minusválidas. Además de arreglos varios de azulejos, humedades y tareas de pintura.

Teresa Florido aseguró ayer tras la visita que "las obras eran absolutamente necesarias para responder a las necesidades de los vecinos de este barrio".

Los placeros están muy satisfechos con las reformas, aunque algunos lamentan que el principal problema sigue siendo la falta de aparcamientos. "La accesibilidad de los camiones para las tareas de carga y descarga es complicada. A veces tenemos que descargar en la avenida", asegura José Anguas, pescadero. Para Juan Cabello, la principal necesidad es la colocación de unas buenas cámaras para poder almacenar la fruta.

Con estas reformas, el barrio conservará una de sus principales señas de identidad: la vida comercial de su tradicional plaza de abastos.