El Mercado del Arenal se ahoga cada verano: sin aire acondicionado y con calor extremo
Comercio
Comerciantes del histórico mercado sevillano advierten del riesgo sanitario, la pérdida de clientela y la merma económica que conllevan las temperaturas extremas
El Ayuntamiento promete una solución provisional para estos meses y la climatización definitiva en 2026
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El Mercado del Arenal, uno de los enclaves gastronómicos más reconocibles del centro histórico de Sevilla, sufre cada verano un problema que, lejos de resolverse, se ha cronificado durante décadas: la falta de climatización en sus instalaciones, lo que expone a trabajadores, productos y clientela a temperaturas que rozan o incluso superan los 35 grados.
Según sus comerciantes, es el único mercado de abastos de Sevilla que no dispone de aire acondicionado, y mientras otras plazas como Triana, Encarnación o Tiro de Línea cuentan con sistemas eficientes de refrigeración, en el Arenal aún se depende de ventiladores portátiles —muchos de ellos averiados— y de soluciones improvisadas costeadas por cada puesto.
A lo largo de los últimos días, muchos de los comerciantes han intensificado sus denuncias a través de sus perfiles en redes sociales, compartiendo testimonios personales de hartazgo, agotamiento físico y pérdidas económicas. Entre ellos, Federica, responsable del puesto de cocina italiana “La Cocina Tremenda”, ha sido una de las voces más activas. “Hay gente que lleva denunciando esto desde hace años. En mi caso, desde que llegué en 2018, hemos pasado por excusas de todo tipo: que no había presupuesto, que afectaba a la estética del edificio, que no era prioritario… Pero mientras tanto, se han reformado oficinas municipales en el mismo edificio”, afirma.
“En mayo ya se empieza a sufrir, y así hasta octubre. Aquí alcanzamos fácilmente los 36 o 38 grados. Yo cierro cada día a las dos, en plena hora de comida, porque no se puede más. Eso me afecta a los ingresos, a los productos, que se estropean, y a los clientes, que vienen y me dicen que no aguantan más de unos minutos. Y tienen razón”.
Mercancía mínima
La situación se repite en la mayoría de los puestos. Fernando, frutero desde hace 12 años en “Verde Limón”, explica que en verano evita traer productos delicados, como las hojas verdes, que se marchitan en poco tiempo con las altas temperaturas. “El calor es cada vez peor. Cerraron las ventanas del mercado en unas obras, y pusieron unos extractores que lo único que hacen es echar aire caliente. Yo intento tener lo mínimo, pero esto no es sostenible. La gente entra, compra lo justo y se va. No es agradable”. Asegura que han reclamado a través de la asociación de consumidores en múltiples ocasiones, sin obtener respuesta efectiva.
Anabel, responsable del bar “Veganitessen”, con 16 años en el mercado, recuerda promesas incumplidas de anteriores gobiernos municipales. “Muchos alcaldes nos dijeron que esto se iba a arreglar… y seguimos igual. En verano tengo que cerrar la pastelería porque ni el aire acondicionado que tengo dentro consigue contrarrestar el calor del mercado. Las harinas, los frutos secos... todo se estropea. En verano no cobro sueldo, tengo que poner dinero de mis ahorros. Así desde hace más de una década”.
El mercado, construido en 1947 por el arquitecto Juan Talavera y Heredia, se ubica en la calle Pastor y Landero, cerca de la plaza de toros de La Maestranza, en una de las zonas más turísticas de Sevilla. Entre 2021 y 2022, el recinto fue objeto de unas obras para solventar filtraciones de agua, con una inversión pública de más de 124.000 euros, centradas principalmente en la zona de pescaderías y cubiertas. Además, se reformaron locales vacíos del edificio para albergar servicios municipales, unas actuaciones adjudicadas en 2020.
Sin embargo, según denuncian los trabajadores, la climatización nunca ha sido una prioridad, pese a ser una de las demandas históricas más reiteradas al Ayuntamiento. Esperanza, que trabaja el esparto y el mimbre en un puesto sin ventanas desde hace siete años, lo describe como "un horno". “El ventilador echa aire caliente. Yo salgo antes cada día para evitar un golpe de calor. Esto lleva así años. Nadie se ha preocupado por poner aire acondicionado”.
Una mala imagen
El negocio "Speed Pollo", con 17 años en el mercado, ha invertido más de 400 euros en su propio aire acondicionado. “No es justo que tengamos que pagarlo de nuestro bolsillo. Triana está fresquito. Ese es el lema de los clientes: "vámonos a Triana". Nosotros aquí, con ventiladores de hace décadas”.
Las consecuencias no solo se reflejan en el interior del mercado, sino también en la imagen que se proyecta a los visitantes, como alerta Anabel: “Tenemos muchos turistas, pero no se quedan. La imagen que damos de Sevilla es penosa”.
Desde la carnicería Recova, el negocio más longevo del mercado, fundado en 1979, Ana María y Mari Carmen explican que las máquinas no logran enfriar bien y deben usar hielo extra para mantener los productos. “A la una y media cerramos. No se puede estar más tiempo aquí. Estamos igual que hace cuarenta años”. Además, diariamente se ven en la necesidad de retirar muchos de dichos productos que, al estar expuestos a las altas temperaturas del mercado, se vuelven no aptos para su venta.
Daniel, presidente de los comerciantes, resume la difícil situación que vive el mercado así: “Nunca ha habido aire acondicionado. Y hoy el termómetro marca 34 grados dentro del mercado. No creo que haya ninguna oficina en Sevilla que trabaje en estas condiciones”.
Una solución provisional para 2025 y una promesa para 2026
El Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado una solución provisional para este verano de 2025. Según fuentes municipales, se está tramitando la compra e instalación de nueve aparatos portátiles de refrigeración, que serán ubicados en distintos puntos del mercado en cuanto finalice el procedimiento de licitación. Se espera que estén en funcionamiento "lo antes posible", pero será "seguro" para este verano.
Además, el consistorio ha confirmado que la instalación de un sistema de climatización definitivo se acometerá en 2026, en una intervención de mayor calado.
Los comerciantes subrayan que la falta de soluciones se arrastra desde hace varias décadas y bajo diferentes gobiernos locales. Como señala uno de los testimonios, “esto ha sido promesa tras promesa, y siempre para el verano siguiente”.
A la espera de soluciones reales, los comerciantes del Arenal siguen trabajando día a día con temperaturas extremas, viéndose obligados a cerrar antes de tiempo, perder productos y clientela. Como concluye Federica: “Este es uno de los mercados con más historia de Sevilla, y también el menos valorado. No somos una categoría menor. Solo queremos trabajar en condiciones dignas”.
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