"La tortura es una prohibición absoluta, sin excepciones"
CURSOS DE VERANO DE UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE
El catedrático de Derecho Penal Francisco Muñoz Conde dio ayer una ponencia en la UPO
La prohibición de la tortura es una de los grandes conquistas a partir de la Declaración de los Derechos Humanos de la Revolución Francesa. "A nadie se le puede forzar, y mucho menos mediante tortura, a que haga alguna declaración. Y si esa declaración es información que da, no puede nunca ser utilizada como prueba". Así de rotundo se mostró ayer el catedrático de Derecho Penal de la Universidad Pablo de Olavide en su conferencia Los derechos humanos y la tortura dentro de la última jornada del curso Los desafíos al Estado de Derecho: un new deal equitativo e inclusivo. In memoriam a Rosario Valpuesta. "Hay gente que piensa, en el caso de Marta del Castillo, que si se hubiera sometido a tortura a estos individuos, podían haber dado alguna información, por lo menos para recuperar el cuerpo de esa pobre chica. En ningún caso eso se puede admitir, por más que la opinión pública pueda pedir ese tipo de medidas", pone de relieve Francisco Muñoz.
El catedrático pone un ejemplo meridiano: "Cuando hay un secuestro, es muy seguro que el secuestrado está en peligro de muerte. ¿Quiere decir eso que, en todo caso, hay que torturar al secuestrador para saber dónde tiene escondida a la persona? No puede ser".
La propia Administración Bush reconoce que la localización de Bin Laden fue posible por las declaraciones que hicieron presos de Guantánamo cuando fueron sometidos a torturas. "No puedo admitir que la tortura se emplee en ese sentido. Es una prohibición absoluta, no se admiten excepciones. En el momento en el que el artículo 15 de la Constitución se relativice, nos hemos cargado el derecho fundamental", agregó Muñoz.
El experto en Derecho deja claro que no tiene simpatía hacia este tipo de personas, pero hay que respetar el Estado de Derecho. "Cuando la tortura ha sido el medio utilizado por la Inquisición y queremos superar eso, tenemos que decir que queda prohibida la tortura. Si empezamos a decir que en algún caso se puede admitir, ¿qué autoridad moral tenemos para condenar la tortura en Guantánamo?", apostilló.
Hay una convención internacional que prohibe la tortura en el ámbito mundial, por lo que, entre otras cosas, se pudo condenar a Pinochet en su día. Sin embargo, la pena de muerte no tiene ese tratamiento jurídico universal.
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