Un nombre clave para la Transición

El jurista sevillano Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer recibe un reconocimiento por su contribución al derecho del trabajo Fue maestro de Felipe González y Rafael Escuredo

Miguel Rodríguez-Piñero recibió ayer el homenaje en el Rectorado de la Hispalense.
Miguel Rodríguez-Piñero recibió ayer el homenaje en el Rectorado de la Hispalense.
Diego J. Geniz

14 de febrero 2015 - 05:03

Por sus aulas pasaron Felipe González, Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla y José Griñán. El jurista sevillano Miguel Rodríguez-Piñero y Bravo-Ferrer es una figura clave para entender la Transición española. No en vano, ejerció de maestro de la que se ha venido en denominar Escuela Andaluza de Derecho del Trabajo. Toda una generación que soñaba con cambiar la historia del país cuando aún quedaban varios años de dictadura.

De su aportación a la democracia dieron ayer testimonio los participantes en el homenaje que se le tributó en el Paraninfo de la Universidad de Sevilla, un acto enmarcado en el seminario que lleva por título: ¿El diálogo entre el Derecho del Trabajo y otras ramas del ordenamiento jurídico?. La fecha elegida coincidió con el 80 cumpleaños de Rodríguez-Piñero. En este homenaje intervinieron con sus discursos, entre otros, Manuel Ramón Alarcón, magistrado del Tribunal Supremo; Federico Durán, presidente del Consejo Económico y Social de España; Francisco Rubio Llorente, consejero permanente del Consejo de Estado; Francisco Valdés, magistrado del Tribunal Constitucional; además del rector de la Hispalense, Antonio Ramírez de Arellano.

También asistieron Gian Guido Balandi, quien disertó sobre la influencia de este jurista sevillano en el ámbito europeo del derecho del trabajo. En este sentido, hay que recordar que Rodríguez-Piñero fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Ferrara. A su participación se unió la de Natan Elkin, experto en la organización internacional del trabajo, puesto que el homenajeado es miembro de la Comisión de Expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El homenaje se desarrolló en el Rectorado, precisamente donde Rodríguez-Piñero estudió Derecho en la década de los 50. En la Hispalense concluyó la licenciatura y doctorado con Premio Extraordinario. Su primera cátedra la obtuvo en la Universidad de Murcia. La última, en la de Alcalá de Henares, donde se jubiló en 2005. Una de sus principales contribuciones ha consistido en la aportación de cuerpos doctorales europeos -especialmente alemanes, italianos y fraceses-, labor que enriqueció el derecho del trabajo en España.

Fue el primer presidente del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales y de la Comisión Nacional de Convenios Colectivos. En 1986 fue designado magistrado del Tribunal Constitucional, donde ocupó el cargo de presidente entre 1992 y 1995. También fundó y dirigió la revista especializada Relaciones Laborales, publicación de referencia en esta disciplina. Muchos de los que asistieron al acto de ayer coinciden en definirlo como "una figura clave en la Transición y el desarrollo constitucional".

stats