Educación

El nuevo curso escolar en Sevilla: Mascarillas, grupos burbujas y refuerzo de plantillas

  • El ejercicio académico 2021/22 mantendrá la mayoría de las medidas de seguridad frente al Covid

Una madre despide a su hijo en el primer día de clase.

Una madre despide a su hijo en el primer día de clase. / Juan Carlos Vázquez

La situación que se encontrarán los menores cuando vuelvan a clase el 10 de septiembre poco se diferenciará de la que experimentaron en el inicio de curso de 2020, cuando las dudas y temores de muchas familias hizo que no llevaran a sus hijos al colegio por miedo a un contagio. Sin embargo, esta incertidumbre quedó atrás al constatarse que los centros de enseñanza eran entornos seguros frente a la pandemia y que los protocolos establecidos por la Consejería de Educación y Deporte y por la dirección de los colegios e institutos había dado sus frutos.

Ésta es una de las razones que lleva al departamento que dirige Javier Imbroda a prorrogar la vigencia de tales medidas en el curso 2021/22, para cuyo inicio se prevé que un alto porcentaje de alumnos (especialmente los de las enseñanzas medias) se encuentren ya vacunados contra el Covid. La apuesta principal, como ocurrió en el pasado ejercicio académico, es la presencialidad de las clases, en las que sólo se permitirá cierta flexibilidad en tercero y cuarto de la ESO y primero de Bachillerato, donde el equipo directivo podrá adoptar un modelo semipresencial rotatorio en el que se imparten las enseñanzas por vía telemática.

Un formato que ha permitido desahogar los institutos (para beneficio de los estudiantes de los primeros cursos), pero que no ha obtenido resultados muy satisfactorios desde el segundo ciclo de ESO.

También se mantendrán los grupos burbujas, que sirven para delimitar los contactos entre un número de alumnos, que ocupan el mismo asiento y pupitre en el aula y comparten espacios delimitados en recreo y otros servicios escolares. Esta organización resulta clave a la hora registrar la trazabalidad de un positivo.

La mascarilla seguirá siendo obligatoria a partir de los seis años, tanto en las aulas como en el recreo, pese a que en un principio se barajó la posibilidad de que su uso se relajara el próximo curso, la última ola de contagios invita a mantener esta medida.

El refuerzo de docentes para hacer frente a la pandemia también continuará, aunque a un 70% del pasado curso, cuando hubo 7.000 profesores extra. Ahora serán 4.600, tras el acuerdo alcanzado en la reciente mesa sectorial. De ellos, más del 75% realizarán labores para prevenir la pandemia. Por su parte, los colegios concertados andaluces también recibirán un refuerzo de 700 docentes el próximo curso.