Los sevillanos perdieron durante el año pasado 7.585 objetos en la vía pública, que fueron recogidos en la oficina de objetos perdidos a la espera de que aparezca su dueño. En lo que va de 2009 ya se han acumulado 216 objetos olvidados, en su mayoría en transporte público y en los grandes almacenes. Tussam y La Policía Local son las instituciones municipales que más objetos encuentran.

Según informó en declaraciones a Europa Press la responsable de la oficina, Luisa Fernanda Pascual, los trabajadores de Tussam y los taxistas son los que más objetos encuentran, llevándolos a diario a la oficina. La Policía Local acude semanalmente con todos los artículos que hallan en la vía pública, los operarios de Renfe llevan en torno a 500 objetos cada dos meses de viajeros que olvidan sus pertenencias en el tren, e incluso el aeropuerto estuvo facilitando pertenencias olvidadas, "que han aumentado en las fechas navideñas".

Carteras, documentos personales, llaves, bolsos y gafas son los objetos más comunes. Los documentos de identificación son enviados por correo tradicional a sus dueños y en el caso de que no lleguen a ellos se remiten a la Jefatura de la Policía Nacional. Para los ciudadanos extranjeros, la oficina entrega las pertenencias al consulado del país en cuestión, que se encarga de que vuelvan a su dueño.

Entre los objetos más curiosos del año 2008 se encontró una dentadura postiza, más de un traje de novia -con todos los complementos-, un traje de neopreno, esquíes, un antifaz de nazareno e incluso un caballo, "que fue enviado de inmediato al servicio zoosanitario". Del mismo modo, según declaró el jefe del servicio, José Antonio Suero, perteneciente al Área de Innovación del Ayuntamiento de Sevilla, "todo lo que entra en la Oficina de Objetos Perdidos tiene desde el primer momento una historia detallada" para evitar la "picaresca" de algunos ciudadanos. Esto es más común con pequeños objetos, como es el caso de las gafas. Según Pascual, "el usuario que se proclame dueño de alguna pertenencia perdida debe describir previamente el objeto detalladamente y la circunstancia en la que lo perdió antes de enseñarle el muestrario".

En la misma oficina, situada en el número 3 de la calle Manuel Vázquez Sagastizabal, conservan los objetos encontrados en los dos últimos años, y los de 2006 y 2007 se acumulan en unos almacenes de la estación de autobuses del Prado. Según lo establecido en el artículo 615 y siguientes del Código Civil, los objetos se mantienen en la oficina de objetos perdidos durante dos años. Pasado ese plazo, los que no han sido reclamados por nadie y no tienen valor son donados a causas sociales, ONG como la Cruz Roja, Paz y Bien o Hijas de la Caridad. "Las gafas graduadas o los carritos para niños pequeños son muy útiles para este tipo de organizaciones".

En el caso de los objetos de valor de los que no aparezca el dueño, la misma ley establece que se le adjudique a los halladores de los mismos. En el caso de que sí aparezca el propietario, según aclaró Pascual, "se le retiene un cinco por ciento del valor que será entregado al hallador del objeto como forma de compensación por su honradez". Los responsables de la oficina destacan la honradez de conductores de autobuses y taxistas, que "han llegado a devolver carteras con 3.000 euros y más, íntegros".

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