Calle Rioja

Las oscuras golondrinas vuelven con la clara poesía

  • Rimas y Leyendas. ‘Cuadernos de Roldán’ dedica su número 99 a Gustavo Adolfo Bécquer y lo presentará el 27 en la iglesia de la Anunciación, junto al Panteón de Sevillanos Ilustres

Javier Castro, coordinador del monográfico sobre Bécquer, con el billete de 100 pesetas que hace las veces de invitación.

Javier Castro, coordinador del monográfico sobre Bécquer, con el billete de 100 pesetas que hace las veces de invitación. / Juan Carlos Vázquez

El Banco de España pagará al portador Cien Pesetas. Vienen las firmas del gobernador de la entidad bancaria, el interventor y el cajero; una fecha, 19 de noviembre de 1965, y una imagen, la de Gustavo Adolfo Bécquer en retrato realizado por su hermano Valeriano. Este billete, joya de numismáticos, equivalente a sesenta céntimos de euro, es el original reclamo de Cuadernos de Roldán para invitar al número monográfico que le han dedicado al poeta sevillano.

El día de la Lotería del primer año de la pandemia se cumplieron 150 años de la muerte de Bécquer, pero han querido trascender cualquier convencionalismo cronológico para un artista que nunca pasa de moda. De la coordinación de este número, el 99 de la colección, se ha encargado Javier María Castro Cuadrado, que vio crecer esta tertulia de poetas y pintores de vida bohemia y diferentes oficios e inquietudes cuando se establecieron en Casa Joaquín, su padre, poeta y tabernero ya fallecido.

Casi cien números con un billete de Cien de las antiguas pesetas, moneda que tendría curso legal a partir de 1868, con la Revolución Gloriosa, dos años antes de la muerte de Bécquer. El monográfico de Bécquer se presentará el próximo sábado, 27 de febrero (13:00) en la Iglesia de la Anunciación, en cuya cripta están los restos del poeta sevillano trasladados desde Madrid a este Panteón de Sevillanos Ilustres.

La calle Jesús del Gran Poder, donde estaba Casa Joaquín (en su última época, en los bajos de la casa del pintor Manuel Salinas), es perpendicular a la calle Conde de Barajas, donde nació Bécquer. Javier Castro, poeta y tabernero como su padre, bibliófilo empedernido, se ha rodeado de un selecto equipo de componentes de esta tertulia itinerante que lo mismo viajó a Lisboa para homenajear a Saramago que rindió tributo en Dueñas a Antonio Machado.

Para este número, ha contado con un inédito de Abelardo Linares, con un texto de Antonio Rivero Taravillo, biógrafo de Luis Cernuda, con Antonio García Barbeito o roldanes fijos como Francisco Núñez Roldán, Ismael Yebra o Francisco Gallardo, médico e historiador del barrio de San Lorenzo en el que todos los días resuena el legado de Bécquer. No podía faltar Pilar Alcalá, la mejor conocedora de las rutas sevillanas del poeta, que intervino junto a Rogelio Reyes en el programa Imprescindibles que Televisión Española dedicó a la relación del poeta con las brujas. En la parte pictórica, Paco Broca, Vicente D’Acosta o Daniel Bilbao, decano de la Facultad de Bellas Artes. Luis Aguilar, hijo de Cristóbal Aguilar, uno de los fundadores de Cuadernos de Roldán, ha cedido un dibujo de su progenitor para este número.

Es el segundo trabajo como editor de Javier Castro, que se estrenó con un libro de su padre, Joaquín Castro, titulado Miradas desde el alma. A Bécquer llegó por el profesor de Lengua en el Nuevo Liceo, colegio de la calle Teodosio. Javier, sevillano de 1973, ocho años más joven que el billete, ha participado en los números que Cuadernos de Roldán dedicó a Lanjarón, en la Alpujarra granadina, a Almadén, la población manchega del mercurio, y un número primaveral entre Semana Santa y Feria.

Aunque les ofrecieron el Palacio de los Marqueses de la Algaba y el Antiquarium de las Setas, Javier prefirió la iglesia de la calle Laraña, donde contó con toda la colaboración del hermano mayor del Valle, Gonzalo Pérez de Ayala. La presentación del monográfico de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) contará con la actuación del organista Abraham Martínez, que ofrecerá un programa como piezas de Cesar Franck y Hedwige Chrétien.

Bécquer en Sevilla es muchas cosas: una calle que va a la Macarena, los fantasmas de un cine, un instituto en el Tardón, el barrio de las Golondrinas, una glorieta en el parque de María Luisa, una espadaña en San Lorenzo... El número 99 de Cuadernos de Roldán incluye una Rima del poeta, la 21, y un dibujo de su hermano Valeriano, que murió un par de meses antes.

El poeta murió en Madrid, en el mismo bloque de la calle Claudio Coello, barrio de Salamanca, donde nació Madre María de la Purísima, que tomó el testigo de Ángela Guerrero al frente de la congregación de las Hermanas de la Cruz. La leyenda de Maese Pérez sigue viva en la iglesia de Santa Inés. Cuadernos de Roldán está presidido en la actualidad por Ana Llorca y tiene entre sus fijas a Paula Garvín, que salió del bar Dueñas, sede actual de estos Cahiers sin Truffaut, para darle al cronista un billete de cien pesetas con el ensortijado pelo de Bécquer. Veinte duros.

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