La dirección del Distrito San Pablo-Santa Justa ha comunicado a los vecinos que el parque canino de La Rosaleda se cerrará a partir de la próxima semana tras los problemas de convivencia que se han dado entre los dueños de los perros y los residentes. El hecho más grave fue la denuncia de que alguien había arrojado dentro y fuera de este parque alimentos para perros con "agujas o alfileres, clavos y objetos punzantes". 

El Distrito concluye que una vez analizados todos los argumentos de las partes se ordena el cierre del actual parque canino porque "contraviene nociones básicas de convivencia como el derecho al descanso o los malos olores, resultado sin duda de una mala ubicación". Por esas razones anuncian el "cierre inmediato" del parque, que se hará efectivo el próximo lunes 16 de octubre.

Los vecinos explican que el Distrito ha tomado esta decisión "con el visto bueno del alcalde" y que no se cierra preventivamente antes del 16 debido al puente festivo. Y señalan que "el cierre definitivo depende de Parques y Jardines, que se ha comprometido a cerrarlo a partir del lunes".

La dirección del Distrito aclara que pretende igualmente "defender los derechos de los animales y de las personas que los representan, pues en ningún caso se trata de criminalizar a un sector por la mala ubicación o el mal criterio que en su día se impuso".

"Así pues, para dar una opción cercana de esparcimiento canino como se reclamaba, siendo resultado de las varias propuestas ofrecidas por los vecinos en una de las reuniones mantenidas, se insta nueva ubicación de zona canina en la Plaza pianista José Romero, a escasos 200 metros de La rosaleda, que ya es usado pormuchos usuarios a tal fin", dice el distrito.

Reunión con todas las partes y con el Defensor

En un escrito enviado al barrio, se indica que desde la toma de posesión de la nueva Corporación municipal han tenido conocimiento de "la reclamación de cierre por parte de muchos vecinos y asociaciones", reclamaciones que constan por registro en este distrito con anterioridad a la entrada del nuevo gobierno. 

Añade el escrito del distrito que "una vez conocidas tales reclamaciones, comprometidos con dar solución al problema, hemos trabajado con ambas partes en varias reuniones, tomando conocimiento de las diversas opiniones y valorando cada una de ellas. Igualmente hemos visitado hasta en cinco ocasiones el actual “Pipican” junto a directores y técnicos de áreas competentes en la materia".

El distrito afirma que ha "han valorado y estudiado con criterios técnicos varias opciones de cambio de ubicación, tanto dentro como fuera de La Rosaleda, con pros y contras, y siempre escuchando a los vecinos".

Y que "el pasado 25 de septiembre" acudieron a una reunión a instancia del Defensor del Pueblo Andaluz, donde los reclamantes expusieron los argumentos jurídicos y normativas que apoyan su reclamación.