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Los penúltimos de Filipinas

  • Mundial de Baloncesto 2014. Presencia simbólica, histórica o consular en Sevilla de las seis selecciones que están disputando sus partidos de la Copa del Mundo en San Pablo.

EL Mundial de Baloncesto ha devuelto a Sevilla el glamour de la Expo del 92, que fue un año olímpico en el que nos fue mejor en el balonmano (con un Urdangarín todavía incólume) que en el baloncesto. Equipos de cuatro continentes se dan cita en la sede de Sevilla. Cuatro Continentes, como los que anunciaba Sánchez Araujo antes de que la firma se convirtiera en Carrefour.

Seis equipos que en distinto grado tienen sus pabellones en la ciudad que ahora los acoge. Del continente americano, Argentina y Puerto Rico. En el pabellón de Argentina del 29 residió Agustín García Calvo en sus tiempos de catedrático en la Hispalense. En el del 92, de tan gozosa memoria gastronómica, se ubicó la Escuela de Ingenieros.

Al pabellón de Puerto Rico del 92 íbamos muchas noches a probar la excelsa piña colada. Después se convirtió en oficina de Correos. Cuatro años antes, en los Juegos Olímpicos de Seúl, la selección boricua derrotó a la española, que cuatro años antes, en Los Angeles 84, había conquistado la plata con el manchego Díaz Miguel en el banquillo.

A Europa la representan Croacia y Grecia. La primera derrotó a España en Sevilla en el Europeo de 2007 el mismo día que Manuel Ramón Alarcón se estrenó como cónsul de Croacia en Andalucía. País que tiene en su etimología toponímica su relación con la corbata y que tuvo en Sevilla, en los dos equipos de la ciudad, dos cónsules oficiosos llamados Davor Suker y Robert Jarni.

Grecia fue el nombre de una revista que en la primera década del siglo XX acogió al movimiento literario del Ultraísmo y que tuvo su redacción en la calle Pedro Niño. Una revista en la que llegó a colaborar un jovencísimo Jorge Luis Borges, alentado por Rafael Cansinos-Assens. A Grecia la representan en Sevilla profesoras de Griego como Carmen Vilela, autora de traducciones modélicas, o Amalia Oliva, una institución en el instituto San Isidoro. Y el poeta José Antonio Romero Jurado, premio Adonais traductor del Nobel Odyseus Elitis.

Senegal fue uno de los países del continente africano presente en el espacio que África ocupó en la Expo en lo que ahora es la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Dos décadas después, el país cuya selección de fútbol derrotó a Francia en el partido inaugural del Mundial de 2002 cuenta en Sevilla con dos embajadores de postín: Bernardette vino como azafata a la Expo 92, estudió Filología Francesa, es especialista en Albert Camus y trabaja como guía de la catedral. Mahmoud Traoré, un clásico de la Alameda, narró en su libro Partir para contar los casi cuatro años de calvario y forzosa peregrinación entre Dakar, capital de su país, y Sevilla.

Hacía casi medio siglo que Filipinas no disputaba un Mundial de Baloncesto. El sábado, los filipinos le daban colorido a Isla Mágica. Unas horas antes, estuvieron a punto de dar la campanada ante Croacia. El cónsul de Filipinas en Sevilla es el abogado y ex árbitro de fútbol José Ignacio Bidón Vigil de Quiñones. El primer apellido lo remite al poeta Luis Cernuda; el segundo al doctor Rogelio Vigil de Quiñones, médico, uno de los últimos de Filipinas. Su nombre se unió al Hospital Militar que está cerrado a cal y canto.

En Filipinas murió Magallanes cuando participaba con Elcano en la mayor osadía descubridora que había emprendido el ser humano. El nombre del archipiélago, siete mil islas jugando al waterpolo con el Pacífico, se debe a Felipe II. La bautizó Ruy López de Villalobos y la conquistó en 1560 Miguel López de Legazpi, vasco de Zumárraga, que encontró como cómplice de la aventura a Urdaneta, mitad monje y mitad marino. Artífices de ese clásico de las expediciones náuticas que fue el navío que unía dos veces al año Manila con Acapulco.

Islas Filipinas por Felipe. En la selección española, que tiene la sede en Granada, juega Felipe Reyes. Hermosa metáfora de esta globalización de los triples y las canastas, ocho años después del oro en el Mundial de Japón junto a la Grecia ultraísta mientras los de la NBA velan armas en Bilbao.

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