La tercera mañana de la huelga de transportes ofrecía estampas en casos desoladores en los mercados sevillanos. Las fruterías todavía aguantan el tipo, si bien advierten que están tirando de la reserva en cámaras, mientras algunas pescaderías ya han cerrado al no disponer de pescado fresco y otras lo harán entre mañana y el viernes.

Desolador aspecto presentaba el Mercado del Arenal, con varios puestos cerrados y con las pescaderías al límite. Tan al límite que las que no han cerrado ya lo harán antes del fin de semana. Rosa, empleada de la pescadería Julia, asume que el jueves ya no abrirán. “Sólo trabajamos pescado fresco y ya no nos queda”, explica mientras prepara lo último de lo último de sus reservas. “Sólo espero que la Junta se acuerde de nosotros, porque yo por ejemplo no cobraré ya nada mientras no llegue nueva mercancía y podamos volver a abrir”, añade sin perder el ánimo.

En San Bernardo, las estampas eran similares. Algunas pescaderías cerradas y otras en camino. En Triana, más de lo mismo. En la Encarnación han aguantado algo mejor el tipo, pero también hay algunos puestos que no han abierto y la disponibilidad es irregular.

Los pescaderos son los más afectados. Están esperando un acuerdo para no empezar a sufrir de verdad las consecuencias de la huelga. Les afecta la huelga de transportes por el alto precio de los combustibles, pero también las protestas de armadores y pescadores por idéntico motivo.

Las carnicerías, hasta el momento, soportan con entereza días duros. Menos sujetos a plazos cortos como las pescaderías, lo que sí están notando es que hay menos gente en los mercados. Las alertas sobre una posible escasez parecen haber tenido un efecto bumerán. La locura por aprovisionarse ha dado paso a establecimientos semivacíos ante la creencia de que el desabastecimiento ha llegado.

Los fruteros están viendo cómo se les agotan ciertos productos, como lechugas o fresas. Las verduras serán las primeras en caer, pero lo harán con visibles incrementos de precio. José, frutero de la Huerta de Miguel, en Triana, asegura que los tomates “no sólo empiezan a escasear sino que han subido de precio”. Comenta que ya están “tirando de cámara” por la gravedad de la situación y que irán perdiendo oferta paulatinamente. “Como mucho, habrá algo para quince días, pero a partir del fin de semana nos irán faltando más cosas”.