El nuevo puente de la Cartuja se introdujo en el debate plenario de ayer como un punto por la vía urgente para el que, paradójicamente, el gobierno local no parece tener mucha urgencia. El Pleno dio luz verde al documento que se remitirá ahora a la Junta de Andalucía para que autorice la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 necesaria para replantear como puente para el tráfico rodado la pasarela peatonal y ciclista inicialmente plasmada en el planeamiento urbano. El objetivo es conectar la calle Torneo con el sector sur de la Cartuja y dar servicio a la Torre Pelli, aliviando el tráfico en una zona que ya está saturada.

El rascacielos, según los plazos adelantados por el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, estará concluido a finales de este año pero, según el documento aprobado, es casi imposible que la infraestructura que se demanda esté en servicio antes de 2018. De hecho, el mandato se agotará sin tener ni siquiera un anteproyecto y hará falta al menos medio mandato más para que la obra empiece a tomar forma.

Los plazos se dispararon tras conocerse ayer el documento elaborado por Urbanismo y que contempla, entre otros puntos, un concurso internacional de ideas. Un procedimiento previo que persigue seleccionar el estudio técnico que sirva de base para proyectar y construir un nuevo puente viario entre Torneo y la Cartuja. Y mientras no se resuelva este certamen no habrá un proyecto. De hecho, el gobierno local ha fijado un plazo máximo de dos años desde que se falle el concurso -que se puede prolongar desde su publicación más de ocho meses- para contar con el proyecto definitivo. Y también ha previsto los costes que tendrá esta fase previa y que, según los cálculos que se extraen del documento, podría superar el millón de euros. Sólo el premio para el ganador del concurso es de 50.000 euros, a lo que se suma un segundo galardón dotado con 35.000 euros y 18.000 euros más para cada finalista. Luego se prevé un coste de 150.000 euros por la redacción del anteproyecto.Y quedaría el pago de la redacción del proyecto que, incluyendo el anterior borrador, no debería exceder los 900.000 euros en honorarios.

Urbanismo ha rechazado la mayor parte de las alegaciones presentadas al anteproyecto de modificación del PGOU, entre ellas, la del Instituto Municipal de Deportes (IMD) que reclamaba una compensación por la posible pérdida de terrenos destinados a prácticas deportivas. Se han desestimado alegaciones de asociaciones como Sevilla Se Mueve, legado Expo, Ecologistas en Acción, Amigos del Parque del Alamillo, Federación de Motonáutica, Naturalia XXI o la gasolinera de Torneo. Y se atienden los requerimientos de la Dirección General de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas, explicando cómo afectará el proyecto a un área protegida. Además de la exigencia de la Consejería de Cultura de un plan de tráfico, que minimiza el impacto de un puente que también tendrá espacio para los peatones y las bicicletas.

Desde la oposición, el portavoz de IU, José Manuel García, rechazó el proyecto porque "sólo servirá para congestionar más la calle Torneo y sus alrededores" y porque ha sido "una exigencia de la empresa que comercializa los alquileres" del rascacielos. El concejal del PSOE, Antonio Muñoz, avisó de que el asunto no cuenta con un verdadero estudio de movilidad que aborde las soluciones planteadas.

La propuesta se aprobó con el voto contrario de IU, la abstención del PSOE y el voto favorable del PP. Ahora las dudas se centran en la financiación, que está en suspenso tras la retirada del acuerdo alcanzado con La Caixa. Lo que sí parece claro es que el puente será un nuevo motivo de confrontación en lo que resta de mandato.