La baja masiva y repentina de 20 policías del turno de noche sorprendió a los responsables municipales pero a nadie más dentro de la Policía Local de Sevilla. Según el Ayuntamiento, los sindicatos no le habían comunicado que hubiera problemas laborales en la Unidad de Intervención Nocturna (UIN), a la que pertenecen los agentes que se dieron de baja. Pese a que el Consistorio no tenga constancia de ello, este grupo atraviesa en la actualidad una situación muy delicada.

La UIN ha pasado en apenas dos años de tener a aproximadamente 70 policías en nómina a casi 40. Al haber menos policías aumenta la media de actuaciones en accidentes de tráfico y en otras incidencias, por lo que también sube el número de veces que un agente tiene que ir cuando termina de trabajar al juzgado y pasar la mañana allí.

Desde que el teléfono de emergencias 112 sustituyó al 092 los agentes de esta unidad han expresado sus quejas. Aseguran que no tienen información de lo que pasa en la ciudad y que no se les permite participar en tareas de seguridad ciudadana. La orden publicada en su día por este periódico de "enterados, no acudimos salvo petición expresa" está vigente para toda la Policía Local cuando se recibe un aviso de seguridad ciudadana, pero afecta más que a nadie a los agentes de la noche. En esta franja horaria la mayoría de los servicios están relacionados con los delitos violentos o contra la propiedad y no tanto con las inspecciones o la regulación del tráfico que desempeñan los policías durante el día.

Los miembros del turno de noche cuentan que antes cerraban su jornada con varias intervenciones y que ahora están casi de brazos cruzados, sin ni siquiera saber si en algún punto de la ciudad está ocurriendo algo en lo que pudieran colaborar.

A todo ello se le unen problemas de la mayoría de los policías con el mando de la unidad, que tiene en su contra a la práctica totalidad de sus subordinados. De hecho, varios agentes solicitaron el pasado 28 de abril una reunión con el jefe de la Policía Local, José Aulet, para exponerles esta serie de problemas y este encuentro no se celebró hasta este jueves.

Otro punto clave es el de los descansos. A muchos policías de la UIN se les deben días de descanso desde Semana Santa y Feria y todavía no han podido disfrutar de ello. La intención de la Jefatura es que no pudieran hacerlo hasta después del verano y esta decisión causó un profundo malestar en una plantilla ya de por sí quemada, sobre todo porque a los mandos sí se les permite descansar antes.

Todo esto ha derivado en la baja repentina y masiva del pasado jueves, noche en la que se quedó solo el jefe de la unidad con dos oficiales. Para el gobierno local, cualquier razón que llevaran la perdieron con las formas.