Procesiones de la Virgen del Carmen

La calle también va a dar a la mar

  • Devoción. En la víspera de su día, el Carmen de Calatrava hizo la procesión fluvial llevada al río en andas por mujeres y en la popa Pedro Sánchez, el hermano mayor, y el párroco Pedro Juan

La Virgen del Carmen de Calatrava llega al puente de la Barqueta.

La Virgen del Carmen de Calatrava llega al puente de la Barqueta. / reportaje gráfico: víctor rodríguez

Con la majestuosidad de las cosas sencillas, con el olor a nuevo, a irrepetible de lo que viene haciéndose tanto tiempo, la imagen del Carmen de Calatrava salió ayer en procesión fluvial. Salió de esa capilla de hechuras castellanas entre las calles Crédito y Estrellita Castro, antigua Tomillo, llevada en andas por mujeres con relevo de otros veinte, cuadrilla comandada por Antonio Santiago, el decano de los capataces de Sevilla.

La calle Calatrava aparecía engalanada con banderas de España y del Carmen, éstos también en numerosos balcones de la calle donde vivieron Pepe Pinto y Pastora Pavón, la Niña de los Peines.

El sol no acababa de esconderse y la Luna iba asomándose a la procesión fluvial

La capilla es muy pequeña, casi familiar, pero esta Virgen sevillana mueve muchísima gente que vienen de los barrios, de los pueblos, de las raíces que nunca se perdieron.

En el paseo ribereño, bajo el puente de la Barqueta, esperaba la banda juvenil de las Cigarreras. Hoy es su día, la patrona de los marineros, que en copiosa representación la aguardaban. La Giralda más próxima a la Barqueta es la torre de los Perdigones, símbolo de un barrio obrero, habituado a los avatares de todo tipo.

El hermano mayor se llama Pedro Sánchez Pérez, el nombre y los dos apellidos del presidente del Gobierno. Este hombre sencillo gobierna en el reloj y los corazones de los integrantes de esta hermandad de gloria. El hermano mayor le echó valor para subir al barco, muy mermadas sus facultades por un problema de salud al que le va ganando la batalla.

La procesión por el centro de la ciudad. La procesión por el centro de la ciudad.

La procesión por el centro de la ciudad.

La Virgen en la proa, con la música de las Cigarreras; y en la popa, dos Pedros, como para que se perdiera la llave. Pedro Sánchez, el hermano mayor, y Pedro Juan, párroco de Ómnium Sanctórum, territorio diocesano al que pertenece el Carmen de Calatrava.

El cura acaba de regresar con la hermandad de San Benito, la de su barrio de crianza, de revitalizar su catolicismo en Polonia. Junto a los dos Pedros, Luis Duarte, director del Centro Cívico Casco Antiguo, edificio muy próximo a la capilla de la Santa Cruz del Rodeo.

Muchas fotos en la salida. El tiempo acompañaba, el sol no acababa de esconderse, como si no quisiera perderse el prodigio, la Luna, que todos los días pone los pies en la tierra, iba asomándose a la procesión fluvial. Un regalo para los turistas del crucero San Antonio, que aplaudían, se santiguaban o hacían fotografías. Les acompañaba un retén de bomberos y otro barco de refuerzo para la marinería. A su lado pasaba una embarcación de ocho remeros con timonel.

Son dos procesiones en una. Junto a la fluvial, muchas familias hacían a pie el recorrido desde el puente de la Barqueta hasta la Pasarela. Bajo la estructura del puente inaugurado para la Expo se quedaban las andas en las que llegó la Virgen. A la vuelta, ya de noche, encendieron los candelabros.

Mucha gente se iba acercando desde la Alameda a las inmediaciones de esta capilla con maneras de ermita. Como suena. Susana Díaz en la Alameda y Pedro Sánchez en un barquito por el río. La ex presidenta de la Junta departía con un grupo de jóvenes en el bar El Bosque Animado, local con el nombre de la novela de Wenceslao Fernández Flórez que está junto a la Casa de las Sirenas.

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