La Sevilla que viene

Los quince retos para la transformación urbana de Sevilla

  • La metamorfosis de la capital pasa por modernizar sus infraestructuras, algo pendiente tras el salto del 92, y mejorar su movilidad

  • Pero hay otros 10 retos en marcha con los que Espadas quiere cambiar la cara de la ciudad

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Vista de Sevilla, con el conjunto histórico en el centro.

Vista de Sevilla, con el conjunto histórico en el centro. / Antonio Pizarro

La ciudad de los grandes eventos es una capital que está preparándose para cambiar su cara y abordar una nueva transformación. ¿Y qué tiene que ver esa proyección internacional en este proceso de transformación urbana? El gobierno de Juan Espadas asegura que esta estrategia también aporta la estabilidad y las garantías necesarias a una capital donde no sólo han repuntado las inversiones del sector turístico, con la construcción de 23 nuevos hoteles de alto nivel con obras por más de 70 millones, también el terciario, con ejemplos como Lagoh o Torre Sevilla; el residencial, con el desembarco de fondos de inversión nacionales como ASG, Vía Celere o Aedas; y el productivo, con empresas tan pujantes como GRI Towers, la multinacional que fabrica torres eólicas desde el Puerto de una ciudad donde destacan numerosos proyectos de equipamientos privados, desde residencias universitarias a centros hospitalarios.

Sevilla se percibe fuera como una ciudad atractiva también para invertir y algo se ha empezado a mover. Prueba de ello es la evolución del mercado de la construcción y el inmobiliario. En los últimos años se han aprobado planes urbanísticos que van a suponer el inicio de la construcción de casi 7.000 nuevas viviendas. Hay actuaciones en distinto grado de ejecución en Palmas Altas, Sevilla Este, Cisneo Alto, Carretera de Carmona, Hacienda el Rosario, Kansas City, Ronda de Tejares, Su Eminencia...

Hay cifras que demuestran estos desbloqueos. El número de viviendas visadas en 2019, entre obra nueva y reformas, fue de 1.985, el mejor dato de los últimos diez años, según los datos del Colegio de Arquitectos de Sevilla. Desde 2015 se suman ya casi 6.000 nuevos visados y el 76% corresponde a obra nueva. Los indicadores de la Gerencia de Urbanismo revelan un nuevo escenario: el año pasado se registraron 2.770 solicitudes de licencias de obra más 8.900 declaraciones responsables. Muchas de estas licencias (se agilizó el sistema con un plan de choque y una ventanilla única) corresponden a proyectos de envergadura, pues el presupuesto medio de la licencia fue de más de 200.000 euros.

Este buen momento de inversión privada convive también con una elevada inversión pública, pues el gobierno municipal ha dedicado desde 2015 unos 400 millones de euros en más de 600 proyectos que, en línea general, han buscado un criterio nuevo para dar ese lavado de cara a la ciudad: el de la sostenibilidad, un urbanismo más verde que se ha intentado proyectar en la reurbanización de la avenida del Greco, el tanque de tormentas de Kansas City o la nueva Baños, entre otros ejemplos.

El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz. El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz.

El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz. / D. S. (Sevilla)

Según el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, que expuso estos planteamientos hace unos días en la sede de Gaesco, uno de los restos a los que se ha enfrentado el gobierno municipal para defender esta estrategia de crecimiento es la falta de financiación, agravada por la limitación del techo de gasto. La solución ha sido en muchos casos recurrir a financiación externa: fondos europeos (15 millones irán pera la zona Norte a través del programa Edusi, más otros 18 para recuperar la Fábrica de Artillería) y también del Gobierno central, que aportará dinero para restaurar patrimonio como la Muralla de la Macarena o Santa Clara, a través del programa del 1,5% cultural.

Dentro de esta estrategia, una decisión política ha sido reactivar a Emvisesa, la empresa municipal de la vivienda, como motor de vivienda social que, por primera vez, cuenta con un plan municipal. Emvisesa juega a ser un aliado del sector de la construcción, no un competidor. En los últimos cuatro años ha entregado más de 1.000 viviendas a precios asequibles.

¿Es suficiente? Claramente no. La gran transformación urbana está pendiente, se puede resumir en 15 retos y no sólo depende del urbanismo, también de la movilidad y las infraestructuras del transporte, que requieren ya una modernización tras el salto dado en 1992.

Desde la Expo...

El entendimiento entre las distintas administraciones ha propiciado en los últimos meses algunos pasos adelante en cuestiones enquistadas. Hay muchas asignaturas pendientes, como el Metro. El desarrollo de la Línea 3 del Metro (norte-sur) por la Junta está más próxima. Ya se ha licitado la actualización el proyecto, que incorpora la prolongación de la línea a Bellavista desde Los Bermejales.

El cierre completo de la futura circunvalación de Sevilla, la SE-40, es vital para completar funcionalmente los tramos que ya están en servicio. Esta obra corresponde al Estado. Completar este anillo por el norte es fundamental pues permitirá aliviar el tráfico del viario urbano que discurre por la Ronda urbana norte pues la SE-30 es una infraestructura que tampoco está cerrada por el norte.

Otra de las grandes asignaturas pendientes que se agrava especialmente por la pujanza que el sector turístico tiene en Sevilla es la falta de una conexión por tren entre el aeropuerto y la estación de Santa Justa. Unir esos dos nodos centrales de transporte es urgente. Pero no es la única obra pendiente: la remodelación del nudo de La Pañoleta depende del Gobierno central y, aunque se sitúa en el área metropolitana, afecta a la capital. El proyecto ya está en marcha, después de varios aplazamientos.

Al igual que la ampliación del Puente del Centenario, que desplazará sus tirantes para ganar una estructura de seis carriles y eliminar el reversible, ayudará a aliviar los atascos en los accesos a Sevilla. La reforma de este punto negro de la SE-30 va a mejorar, además, los enlaces de las principales vías con el Puerto, algo vital ahora que se ha ampliado la Zona Franca y se proyectan usos terciarios y de ocio en el nuevo distrito portuario integrado en la ciudad. Otra infraestructura pendiente y clave para el desarrollo urbanístico de la capital es la remodelación del enlace de la SE-20 (supernorte) con la A-4 y que garantizará los accesos al sector de San Nicolás Este, una corona norte donde se proyectan miles de viviendas.

De tranvías y bicicletas

La capital cuenta con un Plan de Movilidad Urbana Sostenible que el Ayuntamiento de Sevilla quiere hacer compatible con el desarrollo de las infraestructuras pendientes. El objetivo es aumentar los modos de transporte sostenibles, como el tranvía. La intención es que las obras se inicien en este mandato. Esta semana el pleno municipal ha aprobado definitivamente el plan especial diseñado para ampliar el Metrocentro desde la parada de San Bernardo hasta la estación de Santa Justa, a través de las avenidas de San Francisco Javier y Luis de Morales, así como su estudio ambiental estratégico. La intención, en un futuro, es dar continuidad a esta línea y prolongarla hasta el centro, donde se limitará el vehículo privado.

Sevilla cuenta ya con un Plan Respira para reordenar los accesos al centro con la limitación del vehículo privado, en línea con lo que están haciendo las grandes ciudades. También la idea es consolidar un programa de peatonalizaciones en varios ejes del centro histórico de forma progresiva. Ya se ha previsto en Baños y Mateos Gago, pero también se estudia en el eje Gavidia-Duque-Encarnación; la plaza de la Magdalena, el eje Marqués de Contadero-Atarazanas-Catedral y, en Triana, el eje San Martín de Porres-San Jacinto-Altozano.

Hay tres proyectos cruciales para aliviar la falta de aparcamientos disuasorios en la corona del centro histórico, puntos estratégicos donde se dará servicio a residentes y también se crearán plazas de rotación. Éstos se sitúan en Marqués de Paradas (258 plazas de Reyes Católicos a Julio César); Torneo ( 171 plazas, entre Curtidurías y Narciso Bonaplata); y El Cid (394 plazas en un aparcamiento robotizado de tres plantas). Y se ha proyectado una biciestación al estilo holandés en San Bernardo, un innovador proyecto ya adjudicado.

Grandes operaciones

Hay equipamientos clave para cambiar la cara de la capital y desarrollos en parcelas donde están previstas miles de viviendas.

En Palmas Altas, Metrovacesa y el Ayuntamiento llegaron a un acuerdo en 2018 y logró evitar un pleito judicial. Actualmente, en dicha parcela se encuentran en trámite los proyectos de los accesos viarios y la actualización del proyecto de urbanización paralizado.

Al norte de Palmas Altas irá la Ciudad de la Justicia. Los edificios ya están construidos y la operación, gracias al desbloqueo institucional alcanzado hace unas semanas, consiste en una inversión de 78 millones de euros para comprar los inmuebles y las parcelas adicionales, donde se podría edificar en futuras fases. Ya hay luz verde y se prevé que sea realidad en 2023.

Este mes de febrero el gobierno local ha alcanzado un acuerdo con Altadis para fijar las bases del desarrollo urbanístico y el proyecto de inversión que permitirá desbloquear el futuro de la antigua fábrica de tabacos 13 años después. Y, en unos días, está previsto que se inicie formalmente la tramitación del Plan Especial que permitirá transformar el entorno de Santa Justa y construir un espacio más ordenado, con viviendas públicas y privadas, un proyecto terciario emblemático y, en definitiva, una puerta más decente por la que entran a la ciudad cada año 10 millones de viajeros.

La recuperación de la Fábrica de Vidrio y la parcela que la rodea ya está en marcha, con obras de consolidación de este patrimonio industrial para el que el gobierno local tiene que definir sus futuros usos, y también de limpieza del solar, donde se levantarán 200 viviendas. Tras dos décadas de abandono y años de bloqueo, hay luz. También en la Gavidia, otra gran asignatura pendiente. Después de un auténtico culebrón administrativo, ya se ha publicado la modificiación del planeamiento y la antigua comisaría ya tiene uso terciario. La fase actual es la de redacción de los pliegos técnicos y administrativos que permitan presentar ofertas y proyectos concretos.

Y hay otros retos, como la reurbanización del acceso sur a la capital, la Avenida de Jerez, con proyectos en el cuartel de Intendencia y la antigua residencia universitaria de Los Bermejales. Las antiguas naves de Santa Bárbara, frente a Artillería, donde se proyecta un centro de ocio juvenil; y la nueva Cruz del Campo, donde se tramita toda una barriada entre Nervión y el Polígono San Pablo.

Otro de los retos pendientes es la ordenación de los usos de la dársena del Guadalquivir. La tramitación no está siendo fácil y pueden dar fe de ello los promotores del proyecto Sevilla Park. Urbanismo ya ha dado el visto bueno a la orden de la Junta por la que se aprueba definitivamente una modificación puntual del PGOU para el cambio de la calificación de los suelos de CLH y la modificación de las condiciones del uso portuario. No es la única operación prevista. El Puerto se abrirá a la ciudad con su ‘Distrito 22@’, que empezará a ejecutarse tras el verano. Las naves históricas de la avenida de Las Razas se recuperarán.

La otra Sevilla

Hay otra Sevilla, seis barrios que suman 104.000 vecinos y forma parte de la nómina de las zonas más deprimidas de España: Polígono Norte-El Vacie, Torreblanca, Tres Barrios-Amate, Polígono Sur, El Cerezo y La Plata-Padre Pío-Palmete. El presupuesto para 2020 prioriza la estrategia de actuación en estas áreas. ¿Será historia este año el asentamiento más chabolista de España? El reto es complicado y nadie se atreve a dar plazos.

Polígonos industriales  y Cartuja

El actual gobierno municipal ha invertido ya 6,2 millones de euros desde 2015 en los polígonos industriales, lo que multiplica por cinco la realizada en la etapa anterior. Sólo para este ejercicio están previstos trabajos por 1,4 millones que atenderán a demandas históricas de los empresarios.

Pero si hay un territorio donde mejor se visualiza la Sevilla que viene es el parque científico y tecnológico de Cartuja, una zona ya en transformación. El recinto donde conviven 500 empresas que facturan casi 2.500 millones al año pretende convertirse en un ecosistema tecnológico, urbano, digital, abierto, descarbonizado y sostenible y participar en este proceso también está en la agenda del gobierno local que ya ha manifestado voluntad política, ahora tiene que demostrar que tiene capacidad para ejecutar lo desbloqueado.

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