La política de austeridad ha llegado a las aulas andaluzas. El plan de ahorro decretado por el Gobierno y que desarrolla la Junta en el ámbito regional afectará el próximo curso a varios programas estrella de la Consejería de Educación que han servido de escaparate los últimos años para vender las bondades del sistema educativo andaluz. Los programas bilingüe, de tecnologías de la información y comunicación (TIC) y el de gratuidad de libros de texto, así como la formación del profesorado, se resentirán con estos recortes a los que se oponen los sindicatos de enseñanza y las asociaciones de directores.

Si bien es verdad que la educación será, junto con la sanidad, una de las áreas menos perjudicadas por el plan de recortes de la Junta, no deja de llamar la atención que los agentes más afectados al aplicarse dichas medidas -principalmente los docentes- hayan tenido conocimiento de estas reducciones de manera indirecta y sin previo aviso de la Administración, lo que ha vuelto a encender los ánimos del colectivo tras un curso donde la calma social ha sido la nota dominante si se compara con otros anteriores donde el enfrentamiento entre los padres, los sindicatos y la Junta era una constante. De hecho, los principales recortes en los programas educativos que han tenido mayor éxito en colegios e institutos han saltado a la palestra informativa al comenzar las vacaciones, como sucedió con el adelanto del inicio de curso en la Navidad de 2008.

Es lo ocurrido con los centros bilingües y TIC a los que la Junta reduce o suprime (en el caso de los segundos) el tiempo que sus coordinadores empleaban para su preparación y obligaba a reducir la jornada lectiva de estos docentes. Según la Junta, la consolidación de estos programas permite prescindir de esta reducción, que sólo se mantendrá en los centros públicos donde se implante por primera vez. Amparan su decisión por estar recogida en los nuevos reglamentos orgánicos de los centros educativos (ROC), que serán aprobados el próximo martes. Sin embargo, la disminución del tiempo de coordinación entraña también un reajuste horario y, por ende, de la plantilla de los colegios e institutos, lo que ha encendido la alarma entre los sindicatos.

¿Consolidación o recorte enmascarado? La duda planea en la comunidad educativa cuando se analizan cifras como la de la aplicación del programa bilingüe, que el próximo curso ralentizará su implantación en la comunidad andaluza, con una dismución del 64% en en el caso de las aulas sevillanas, hasta volver a la tónica de hace dos cursos. Este receso se produce el segundo año de aplicación del nuevo sistema de selección de centros bilingües, por el cual es la propia Consejería la que decide a priori qué colegios e institutos desarrollan dicho programa, atendiendo a un mapa educativo donde se eviten las desigualdades. Hasta 2009 se trataba de elegir entre los solicitantes.

Otro porcentaje para corroborar el recorte. Los sindicatos han alertado de la disminución en un 50% del número de docentes que el próximo curso disfrutarán de estancias en el extranjero para mejorar su formación respecto a anteriores convocatorias. Esta disminución evitaría a la Junta tener que contratar a un amplio número de interinos para cubrir las ausencias temporales.

Fuera ya del ámbito docente los recortes afectan a otros sectores ligados a la enseñanza, como son los editores de libros de textos. Educación no renovará el próximo curso los libros para los alumnos de Secundaria, con lo que deja en la estacada a cientos de editores que ya habían firmado los avales con los bancos para hacer frente a los costes de producción, en base al acuerdo al que habían llegado con la Administración, cuyo cambio de postura puede acarrear numerosas pérdidas para las librerías. Ha sido el único recorte admitido por Educación, aunque todo hace pensar que no será el último.