Un refugio vanguardista con olor a azahar

Como un "hotel boutique" define Carmen Ortega, directora del Hotel Holos (Heliópolis, Uruguay, 8), esta casa edificada para la Exposición del 29, como refugio para forasteros, que el estudio de arquitectura MGM se encargó de rehabilitar, manteniendo su esencia tradicional pero con un diseño contemporáneo que lo hacen único en la ciudad. Siete habitaciones hacen de este lugar un espacio tranquilo donde el trato con el huésped es cercano. La idea surgió cuando Carmen quiso dar un cambio radical a su vida. "Trabajaba en un instituto de investigación de mercado siendo la responsable de los proyectos internacionales, no tenía tiempo para nada, así que decidí arriesgarme y dejé mi casa en Madrid y me vine con mi familia para montar este hotel", explica Carmen, quien destaca el estilo vanguardista, no sólo del exterior, -donde una cubierta de tubos metálicos se fusionan con naranjos-, sino del interior: "Un ejemplo son las escaleras, el primer tramo es de aluminio, a medida que se avanza el metal se combina con la madera para, finalmente, transformarse todo en madera, hasta las paredes". Quien se aloje en Holos también tendrá la ocasión de seleccionar algunas de las ofertas "de tipo cultural" que se ofrecen, como el acudir a la ópera en coche de caballos, "porque Sevilla es mucho más que la Feria", afirma Carmen. Sirva como ejemplo el pase de mantillas fusionado con danza que el 1 de abril se realizará en el hotel, "queremos que sea un punto de encuentro para la vanguardia".