Sevilla

El retraso en una licencia puede cerrar un bar de 1958

  • La bodega Los Palacios, en Nervión, lleva más de dos meses esperando un permiso para la cocina.

El retraso en la concesión de una licencia de bar con cocina puede provocar el cierre de un establecimiento fundado en el año 1958. La bodega Los Palacios, ubicada en la calle Baltasar Gracián, en Nervión, se enfrenta a una orden de cierre que entra en vigor este fin de semana, mientras espera que se resuelva su petición de licencia. El establecimiento ha funcionado durante toda su historia con la licencia de bar sin cocina y música. A raíz de la denuncia presentada por un vecino, policía local de profesión, el bar ha iniciado los trámites y ha hecho una reforma para adaptarse a la normativa.

La licencia de bar con cocina está solicitada desde septiembre y la propietaria del bar, María María Jesús Campón, está a la espera de la respuesta de la delegación de Medio Ambiente, el mismo organismo que ha decretado el cierre cautelar de la actividad. "En otros negocios el cierre cautelar se ha prolongado hasta cuatro meses. Nosotros no podemos hacer frente a tanto tiempo", explicó este jueves a este periódico la dueña del bar. Campón se hizo cargo del negocio en 2009, a raíz de que a su marido le detectaran un tumor en la garganta y tuviera que dejar de trabajar.

El abogado que representa al bar Los Palacios va a presentar un recurso ante el Ayuntamiento pidiendo la recusación de los policías locales que han instruido el expediente, ya que el denunciante es otro policía local. "Creemos que existe una enemistad manifiesta y que el denunciante se ha aprovechado de su condición de policía para tratar de cerrar el bar", apuntó el representante legal de la familia que lleva el negocio.

María Jesús Campón relató cómo fue su primer encuentro con el agente que los ha denunciado. "Vino a pedirme que quitara un ventilador de la pared, ya que decía que le molestaban las vibraciones. Lo quité y me dijo que por mucho menos él había cerrado bares en Sevilla", relató la dueña del bar, que no entiende cómo la resolución de Medio Ambiente contempla el cierre completo de la actividad. "Ni siquiera nos dejarían seguir sin cocina".

Si se hace efectiva la orden de cierre, ésta llegaría en uno de los momentos claves para el negocio, como es la época navideña. "Perder la Navidad sería un drama para nosotros". El bar es el único ingreso de una familia de cinco miembros.

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