Una reyerta en El Pumarejo acaba con la muerte de un vecino

Una vecino del Pumarejo falleció la mañana del miércoles pasado tras verse implicado en una reyerta en plena calle la noche anterior. Su presunto asesino es un ex presidiario que salió de la cárcel hace tres meses y que ya ha sido detenido.

Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron a las 21:30 del martes. A esa hora el Servicio de Emergencias 112 recibe la llamada de un vecino de la zona que había presenciado una pelea entre dos personas en la Plaza del Pumarejo, a la altura de la Bodega Umbrete. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varios efectivos de la Policía Nacional y Local así como el 061. Al llegar a este enclave se encontraron con dos individuos enzarzados en una reyerta. Uno de ellos estaba gravemente herido, por lo que el servicio sanitario del O61 lo trasladó inmediatamente al Hospital Virgen Macarena, donde falleció a las 8:30 del día siguiente, según confirmaron fuentes del centro hospitalario. Los efectivos policiales detuvieron en el acto a la otra persona como presunta autora de las agresiones que provocaron la muerte de este vecino.

El presidente de la Asociación de vecinos y comerciantes del Pumarejo-San Luis, Ángel Hueso, especificó a este periódico que la víctima, que se llamaba José, tenía casi 40 años. Aunque no era un indigente, ya que dormía en casa de su hermana, vecina también del Pumarejo, estaba todo el día en la calle. Todavía no se conocen los motivos que originaron la pelea, aunque los vecinos señalan que podría tratarse de un altercado habitual "entre mendigos". Al parecer las heridas se produjeron con un destornillador. Según Ángel Hueso, el detenido y presunto asesino es un ex presidiario que salió hace tres meses de la cárcel, donde ha estado en varias ocasiones por diversos tipos de actos delictivos. Este individuo es conocido en el barrio como "el hijo de la ciega y pertenece a la familia de los Gavira", indicó el representante vecinal.

Este suceso ha originado, de nuevo, las quejas vecinales, ya que los residentes de la zona consideran que la Junta y el Ayuntamiento se inhiben ante los problemas de "marginalidad" que sufre el barrio. En este sentido, Ángel Hueso lamenta que la presencia policial sea "esporádica" y acusa a las administraciones de no actuar efizcamente, y sólo practicar "la demagogia y la propaganda".

Los vecinos reclaman que en la nueva ampliación del albergue municipal de Perafán de Ribera se habiliten talleres para que los indigentes se formen durante el día y no se encuentren en las calles "consumiendo alcohol y otras drogas". También piden que no se concentren en el mismo barrio varios centros de asistencia social (el albergue y el comedor social), ya que esta aglomeración propicia que el Pumarejo "se acabe convirtiendo en un foco de marginalidad".