"El sector de la moda entendió muy bien la fuerza de la marca Sevilla"
Los invisibles
Discípulo de Camilo Lebón, imparte todos los años un curso de economía latinoamericana en la Universidad de La Rochelle. Con su tesis se "doctoró" en los Pactos de La Moncloa.
SIGUE en la misma Facultad de Económicas a la que llegó de estudiante en 1987. Manuel Luis Pazos Casado (Sevilla, 1970) es subdirector del departamento de Análisis Económico y Economía Política. Estudió el impacto de la economía en sectores como la moda, la hostelería y los aeropuertos.
-¿Qué crisis le cogió al nacer?
-La anticrisis. Nací en plena Feria. Del hospital Macarena mi padre me llevó recién nacido al aparcamiento de la Feria. Fue a su caseta, volvió con una bandeja de jamón y me mojó el chupete en fino, porque no había llegado la moda de la manzanilla.
-Su infancia, primeros años 70, es la de la primera crisis del petróleo.
-Ese periodo en cierto modo está presente en mi tesina, que titulé La Economía Española en el periodo de Disenso Político (1978-82) vista por el Equipo de Coyuntura Económica. La palabra disenso la acuñó Enrique Fuentes Quintana, coordinador del equipo de Coyuntura Económica. Fue justo lo que vino después de los Pactos de La Moncloa.
-¿Hacen falta unos nuevos Pactos de La Moncloa?
-Se habla mucho ahora. Es evidente que la actual situación exige de la adopción de medidas impopulares como la modificación del Estatuto de los Trabajadores.
-¿De la crisis se sale con Microeconomía o con Macroeconomía?
-La española tiene un gran componente microeconómico. La concentración de los factores productivos en el sector de la construcción y el repunte de los tipos de interés ha cogido a muchas familias endeudadas con préstamos hipotecarios a 30 ó 35 años.
-¿Cuándo empieza de profesor?
-En 1993. El año de la Expo 92 fue mi último año de carrera. Por eso no la viví demasiado.
-El 93, otra crisis, la pos-Expo.
-A la vista de la actual, fue una minicrisis. España se ha caracterizado por no tener un proyecto de desarrollo económico muy claro. Necesitó divisas para financiar las importaciones, fundamentalmente de petróleo, y ese papel lo jugó el turismo a partir de la segunda mitad del siglo XX.
-¿El turismo le lleva a estudiar el transporte aéreo?
-En la Facultad se hicieron una serie de estudios sobre la economía del transporte. Existía una laguna en el aéreo. En mi tesis doctoral estudio los efectos de la liberalización en el transporte aéreo. Lo que va a significar elementos novedosos como el turismo de fin de semana, el acceso de nuevas capas sociales y que en la primera década del siglo XX el aeropuerto de Sevilla triplicara hasta llegar a los tres millones el número de viajeros.
-¿El transporte aéreo supone una vertebración en Andalucía?
-Estudio los aeropuertos de Málaga, Sevilla, Granada, Jerez, Almería y Córdoba, éste testimonial. Salvo la nueva ruta Sevilla-Almería, el tráfico aéreo entre provincias andaluzas a menos de 500 kilómetros de distancia no es rentable para las compañías ni atractivo para el cliente. No compensan el tiempo de espera ni el embarque.
-¿El AVE fue un competidor?
-No es objeto de mi estudio, pero su puesta en marcha redujo a la mitad el número de usuarios del tráfico aéreo. La liberalización y la llegada de las compañías de bajo coste supuso una importante recuperación, que para Sevilla tuvo la ventaja de que aprovechó las inversiones en infraestructura, la nueva terminal de Moneo, emprendidas para la Expo y que a su término habían dejado un aeropuerto sobredimensionado.
-¿Cómo afectó la tragedia aérea de las Torres Gemelas?
-Aunque la tesis la terminé de escribir en 2004, el estudio concluye precisamente en 2001. Se aprecia el bajón en los años posteriores a la Expo, hasta 1995, y la mejoría a partir de 1996.
-¿Con el triunfo de Aznar?
-Coincidió con un periodo de expansión, pero en este caso el factor clave fue la liberalización del transporte aéreo. Podías ir a Londres un fin de semana por un precio impensable antes.
-¿Existe la economía de autor?
-En mi caso, soy deudor intelectual de Camilo Lebón. Fue mi profesor, el director de mi tesis y fui secretario de su departamento.
-¿La última vez que voló?
-A París. Desde hace años voy a la Universidad de La Rochelle a dar un curso de economía latinoamericana para alumnos de Negocios. Les hablo de las economías importantes, de las últimas recesiones, de los mercados en los que esos países entran y salen según la afinidad de sus mandatarios.
-¿Por qué hay más abogados que economistas en la política?
-La nuestra es una titulación más técnica. El abanico de Derecho es más amplio y hay muchos más titulados. En Andalucía sólo hay tres facultades de Económicas.
-Menos que aeropuertos...
-En la élite aérea están Málaga, tercero o cuarto de España, y Sevilla, que será noveno o décimo. Los demás son aeropuertos secundarios.
-En dos sectores que ha analizado, ¿para qué es más propicio este tiempo, para la moda o los hoteles?
-Los dos sectores podemos someterlos a lo que en Economía se llama DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades). Por su potencial turístico, Sevilla debería ser una ciudad idónea para la expansión del sector hotelero, pero la marca Sevilla relacionada con cualquier actividad económica es sinónimo de proyección y potencialidad. Y eso lo ha entendido muy bien el sector de la alta costura. Y se nota en términos de empleo y proyección internacional, con Victorio & Lucchino en la punta de la pirámide.
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