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El segundo apellido del primero de los arquitectos

  • Familia. Un centenar de descendientes de Aníbal González procedentes de Madrid, Barcelona, Castilla y hasta de Alemania se reúnen en Sevilla para honrar a su antepasado

Aníbal González era Álvarez-Ossorio de segundo por su madre, Catalina Álvarez-Ossorio y Pizarro. Un apellido que como una legión ha llegado a Sevilla para rendir homenaje en el día de hoy a tan ilustre antepasado, el arquitecto que dirigió las obras de la Exposición Iberoamericana. "El primero que lleva un caballo a América fue un Álvarez-Ossorio". Lo dice Alfonso Álvarez-Ossorio (Palencia, 1968), que reconstruyó un árbol genealógico que le llevó hasta 1590. "El apellido viene del norte. Las partidas de nacimiento están en el Museo Diocesano de Astorga, por donde paso todos los fines de semana para recoger a mi mujer, que trabaja en Ponferrada".

Como adelanto de la reunión que celebrarán hoy -misa en Los Remedios, foto junto a la estatua, comida en el Labradores-, una representación de la descendencia se dio cita en la Plaza de España. A Jorge Álvarez-Ossorio le hace muchísima ilusión. "Aquí es donde se rodó Star Wars". Jorge tiene diez años y va a clase en Valladolid con un bisnieto de Miguel Delibes. Hermano de Bárbara, siete años, son los hijos de Jesús Álvarez-Ossorio García de Soria (Palencia, 1971) y de Beatriz, donostiarra de cuna, padre salmantino, madre ecijana.

Jorge Álvarez-Ossorio, diez años, asocia la Plaza de España con el rodaje de 'Star Wars'En una de las ramas, que brotó en Palencia, hay un arquitecto que ejerce oficio en Málaga

José Javier Álvarez-Ossorio Piñero (Sevilla, 1962), trabaja de economista en el Virgen del Rocío. Viene con su hija Carmen. Javier Álvarez-Ossorio Santizo está prejubilado y reparte su tiempo entre la Antropología y el Canto Coral. Hacen de anfitriones de sus primos castellanos, palentinos de cuna, lo que le haría mucha ilusión a Ramón Carande, que nació una década antes que Aníbal González y es de esa misma generación de oro del enésimo canto del cisne de Sevilla.

Las tres ramas de Álvarez-Ossorio proceden del mismo tronco, su abuelo Javier, primo hermano de Aníbal González. Un antepasado notario que tuvo trece hijos de dos mujeres: Margarita, cubana, y Ester, leonesa de Boñar. "Lo de los nacionalismos se nos escapa de las manos", bromea Fernando.

Las tres ramas reunidas ayer en la Plaza de España suman veinte Álvarez-Ossorio. Familias numerosas, como los ocho hijos que tuvo el arquitecto. Los Álvarez-Ossorio García de Soria son nueve hermanos. Una de ellas, Lourdes, viene desde Alemania. Otro, Manuel, el primogénito, no puede venir porque trabaja en Lima. Su hijo Nacho, 26 años, trabaja de arquitecto en Málaga.

Fernando y Alfonso fundaron la Asociación Nacional del Puzzle, que no deja de ser un sucedáneo de la arquitectura. Un cerrajero y un experto en internet en la estirpe. Un oficio medieval y otro del siglo XXI. "Los baúles más antiguos son del siglo XII", dice Fernando. Alfonso, virtuoso de internet, se pasea por las redes en busca de nuevos antepasados.

Aníbal González (1876-1929) murió 22 días después de que Alfonso XIII inaugurase la Exposición Iberoamericana. El precedente capicúa de la del 92. Miguel y Juan, hijos de Isabel y Fernando, como los Reyes Católicos, no la conocieron porque no habían nacido. Beatriz, la mujer de Jesús, sí estuvo en la Cartuja. Alfonso, el botánico del árbol genealógico, vino en una excursión con la Escuela de Arquitectura de Valladolid. Fernando, el cerrajero, no pudo porque estaba haciendo la mili, patriótico cumplimiento que le permitió conocer a Isabel, madre de sus hijos.

Fernando González, hijo del arquitecto, me contaba hace quince años en la Plaza de España que a los obreros que se quedaron parados en esa plaza se los llevó su padre a la Buhaira para hacer una basílica en honor a la Inmaculada. La obra quedó inconclusa, pero sus descendientes le han puesto los andamios imaginarios del afecto con este encuentro familiar.

Mañana van de excursión a Écija y si estuvieran en Sevilla el miércoles podrían asistir en la Casa de la Provincia a la presentación de una reedición de la biografía de Aníbal González escrita por Víctor Pérez Escolano.

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