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  • Los oftalmólogos del centro sevillano han mantenido la media de trasplantes de córnea a pesar de la pandemia y en lo que va de año han logrado 28 injertos oculares

Trasplantes de córnea en el Hospital Macarena: El milagro de volver a ver

El paciente trasplantado de córnea, José Antonio Roldán, a la derecha, junto a la oftalmóloga del Macarena, Beatriz Mataix, y el enfermero coordinador de trasplantes del centro, Miguel Ángel Baena. El paciente trasplantado de córnea, José Antonio Roldán, a la derecha, junto a la oftalmóloga del Macarena, Beatriz Mataix, y el enfermero coordinador de trasplantes del centro, Miguel Ángel Baena.

El paciente trasplantado de córnea, José Antonio Roldán, a la derecha, junto a la oftalmóloga del Macarena, Beatriz Mataix, y el enfermero coordinador de trasplantes del centro, Miguel Ángel Baena. / Antonio Pizarro

Continuar viviendo porque una persona entrega a otra el órgano que necesita es, probablemente, la mayor muestra de humanidad que puede haber y la base de los programas de coordinación de trasplantes. Un modelo que está permitiendo a muchos una nueva vida, pero también una segunda oportunidad a otros porque, aunque los éxitos de los trasplantes de órganos son los más conocidos, también hay muchas novedades en otros campos, como el de los injertos de córnea, en el que la aplicación de técnicas pioneras en los últimos años han abierto nuevas posibilidades quirúrgicas y mejorado la calidad de vida de los pacientes. 

Es el caso de José Antonio Roldán, un sevillano de 56 años que tiene una enfermedad degenerativa de carácter hereditario (distrofia corneal difusa) que hace que su córnea pierda transparencia de forma progresiva, lo que provocó que, llegado un momento, apenas pudiera ver. Los oftalmólogos del Hospital Virgen Macarena han conseguido hacer un trasplante en una de sus córneas, mientras espera para intervenir la otra, y ha podido, no sólo recuperar la visión perdida, sino, como él mismo asegura, "recuperar la vida".

José Antonio Roldán, trasplantado de córnea el pasado octubre. José Antonio Roldán, trasplantado de córnea el pasado octubre.

José Antonio Roldán, trasplantado de córnea el pasado octubre. / Antonio Pizarro

José Antonio Roldán llegó a las manos del equipo de la doctora Beatriz Mataix en el Virgen Macarena cuando, tras una visita al oculista, le dijeron que tenía las córneas "hechas polvo". Para él la pérdida de visión progresiva a la que hacía frente día a día desde los 18 años era algo que estaba "dentro de lo normal" por los constantes aumentos de la miopía que padece, pero había algo más que nunca se hubiera planteado. "Yo notaba que me aumentaba la dioptría y lo que hacia es ir a la óptica, me graduaban las gafas, y, como la vista es algo que llega un momento en el que te acostumbras, pues yo creía que eso es lo que podía ver y punto. Nunca pensé que hubiera algo más, pero es verdad que yo veía que conducir me costaba muchísimo. Yo lo achacaba a la miopía. Para mi pequeño mundo yo creía que mi visión era normal", explica el trasplantado.

Con el paso del tiempo, José Antonio llegó a convertirse prácticamente en una persona "dependiente". "No podía conducir, no podía bajas escaleras porque no veía los escalones... el mundo que yo veía era como un día con niebla muy densa. Ahora estoy hasta sin gafas y llevo desde los 18 años sin poder vivir sin ellas", afirma el sevillano, que aplaude "el trabajo prodigioso" de los profesionales de Oftalmología del Macarena porque le han "cambiado la vida" y lo han hecho todo "con un trato excelente". "Todavía sigo sorprendido por los resultados, no me lo esperaba", sostiene.

El paciente apela a la solidaridad de la población porque "sin los donantes este milagro no podría haber ocurrido". "Sólo puedo dar las gracias a las familias de los donantes por permitir a otras muchas personas una segunda oportunidad, pero también estoy muy agradecido al equipo de profesionales que me ha tratado con tanta implicación porque no sabemos el tesoro que tenemos con nuestra sanidad publica. Yo me veía trabajando en la ONCE y gracias a ellos mi vida ha cambiado totalmente", subraya.

Sobre el trasplante, que se realizó durante la segunda ola de la pandemia, en octubre de 2020, la doctora Mataix señala que la intervención "fue bien" y, aunque la recuperación fue "un poco más farragosa" porque al paciente se le subió la tensión, "al final se ha conseguido que tenga una cornea trasparente, que el tejido se haya integrado perfectamente y haya logrado muy buenas visiones en el ojo intervenido de un 50 ó 60%", concreta.

Las córneas pueden ser trasplantadas al completo o por capas según la patología

Los trasplantes de córnea son necesarios cuando la enfermedad provoca una reducción de la visión. La oftalmóloga explica que la córnea puede tres trasplantada en sus cinco capas o en su conjunto. Lo que más se está haciendo en los últimos tiempos en el Macarena son los trasplantes selectivos, es decir, por partes, en su mayoría del endotelio, que es una capa de células de tamaño uniforme y hexagonal, que se comporta como una membrana semipermeable y permite el paso de humor acuoso que aporta glucosa y otros nutrientes al conjunto de la córnea. "Trasplantar sólo una parte presenta muchas ventajas porque, por ejemplo, tienes menos posibilidad de rechazo y tiene mejor pronóstico postoperatorio. A nivel intraoperatorio también tiene mucho menos riesgo de complicaciones y, además, se hace con incisiones muy pequeñas, de tres a cinco milímetros, por lo que el ojo no pierde nunca su estructura", especifica la doctora Mataix. 

Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía

Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía

Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía

Fuente: Elaboración propia. Gráfico: Dpto. de Infografía

La cirugía en sí depende de la patología que presente el paciente y cuál es su indicación, pero, lo normal es realizarla con anestesia general y es una intervención corta, con una duración media de 60 minutos. El tiempo de ingreso del pacientes es inferior a las 24 horas y su pronóstico muy bueno. "Depende del tipo de trasplante, pero, por lo general, el nivel de rechazo es mínimo y se alcanzan muy buenas agudezas visuales en torno a tres o seis meses", destaca la doctora, que indica que el seguimiento se hace al principio semanalmente y luego una vez al mes hasta los seis meses de la intervención.

"En la mayoría de los casos se recupera la vida normal previa a la patología. Es verdad que no siempre conseguimos unas visiones del 100%, pero lo que sí logramos es quitar dolor y eso es muy importante porque vivir con dolor es muy complicado y eso ya supone un paso en su vida hacia la normalidad", sostiene. 

La intervención tiene una duración media de 60 minutos y el ingreso es inferior a las 24 horas

El dominio de las diferentes técnicas de abordaje en el Hospital Virgen Macarena ha permitido que, desde el año 1993 cuando se empezó a trasplantar este tejido ocular en el centro, en torno a 1.000 córneas hayan mejorado la calidad visual de sus receptores tras pasar por los quirófanos, algunos de ellos tras ser intervenidos bilateralmente. La media anual de trasplantes ronda los 35 y no se ha visto afectada por la pandemia sanitaria ya que, en los primeros seis meses de 2021, pese a las adversidades, ya se han realizado 28 intervenciones. "Estamos en un ritmo muy alto", destaca la profesional. 

El avance de la ciencia y de la investigación está permitiendo ampliar el abanico de opciones quirúrgicas con muy buenos resultados. "Se está intentando que en casos como la distrofia de Fuchs, que es una patología que afecta al endotelio, se elimine esa capa sin necesidad de insertar el trasplante. El problema es que, hasta ahora, hemos visto que en algunos casos funciona y en otros no y eso hace un poco más complicada su aplicación, pero es algo maravilloso porque la donación siempre es escasa", manifiesta la doctora.

La oftalmóloga Beatriz Mataix. La oftalmóloga Beatriz Mataix.

La oftalmóloga Beatriz Mataix. / Antonio Pizarro

La oftalmóloga elogia el trabajo realizado por el Banco de Ojos de Córdoba, que es desde donde se trasladan las córneas al hospital sevillano, pero también a todo el equipo de profesionales del hospital que intervienen en el proceso. "Les debemos parte del trabajo que hemos podido realizar durante la pandemia porque hacen una labor encomiable y permiten que las córneas lleguen perfectamente preparadas, pero a ello hay que sumar el gran esfuerzo por parte de los oftalmólogos y la coordinación del hospital a la hora de organizar las intervenciones pese a las dificultades", destaca.

De esa Coordinación de Trasplantes hospitalaria es de la que forma parte Miguel Ángel Baena, junto a dos médicas intensivistas. El enfermero celebra, igualmente, estos avances y los resultados de 2020. Unos números que "muestran las fortalezas del centro, con independencia de la pandemia". "Ha sido un año en el que hemos tenido que trabajar con dificultades que no se habían experimentado nunca. Momentos muy difíciles donde no se ha podido abordar la demanda, pero en los que considero que desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y desde la Coordinación Autonómica de Trasplantes de Andalucía (CATA), así como la red hospitalaria de toda Andalucía han hecho una gran labor al intentar cubrir todas las necesidades que han ido surgiendo puesto que un paciente en una lista de espera de un órgano puede esperar seis meses o un año o incluso dos, pero no mucho más", destaca.

El enfermero coordinador hospitalario de trasplantes de órganos y tejidos, Miguel Ángel Baena. El enfermero coordinador hospitalario de trasplantes de órganos y tejidos, Miguel Ángel Baena.

El enfermero coordinador hospitalario de trasplantes de órganos y tejidos, Miguel Ángel Baena. / Antonio Pizarro

Baena pone en valor la importancia de la donación de los tejidos, a día de hoy, "igual de demandado o, incluso, más y tan necesario como los órganos", pero a su vez, "mucho más complicado para encontrar donantes". "Es de las entrevistas más difíciles que tenemos los coordinadores porque pedirle a una familia que se le toquen las córneas o los ojos, por ejemplo, a su ser querido recién fallecido no es lo mismo a lo mejor que un órgano interno. Es algo para lo que la sociedad no está aún muy preparada y de lo que no estamos tan concienciados. Por eso es tan importante la educación en donación porque el de córneas es un trasplante que, aunque no da la vida, si da mucha calidad de vida a una persona que no puede ver y con esta intervención puede recuperar la visión", concreta y apunta que, además de córneas, en el Macarena se puede donar piel, huesos, bloque cardíaco, cordón umbilical y la membrana amniótica.

Precisamente, la formación es una de los pilares básicos del día a día del coordinador de trasplantes hospitalario. "Trabajamos con el objetivo de crear oportunidades y colaborar con las oportunidades que van surgiendo en el centro. Ahora mismo estamos intentando formar a las diferentes plantas que no se han visto muy involucradas con el programa y así ofrecer con la mayor garantía posible una segunda posibilidad a todas esas personas que están en una lista de espera esperando órganos o tejidos", destaca.

Miguel Ángel Baena invita a toda la ciudadanía a valorar la importancia de donar órganos y tejidos y lanza un mensaje para la reflexión. "Desgraciadamente, tenemos muchas más posibilidades de necesitar un trasplante en vida que de fallecer en condiciones de ser donante de órganos, y esto es algo que todo el mundo no sabe", sentencia.

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