Calle Rioja

Una sevillana consorte en el Bajo Llobregat

  • Orígenes. Emotiva celebración de los cien años de María Asunción Milá en Esplugas de Llobregat, la población barcelonesa en la que vivía hasta que se enamoró de un sevillano

celebración del cien aniversario de María Asunción Milá en una masía de Esplugues de Llobregat.

celebración del cien aniversario de María Asunción Milá en una masía de Esplugues de Llobregat. / D.S.

COMO un Everest de cien años. María Asunción Milá de Salinas nació el 20 de julio de 1919 en Barcelona. Ese mismo día, en la ciudad neozelandesa de Auckland, nacía Edmund Hillary, que el 29 de mayo de 1953, acompañado por un sherpa nepalí, fue el primero es escalar los 8.848 metros del Everest, el coloso de la cordillera del Himalaya.

Después de la celebración que le hicieron sus vecinos de Mateos Gago en la parroquia de Santa Cruz, esta mujer, defensora de los derechos humanos, martillo pilón contra la pena de muerte, quiso ser profeta en su tierra. En el siglo de su nacimiento, la mayoría de sus doce hijos, nietos, bisnietos y amigos quisieron apagar las cien velas en Esplugues de Llobregat, el municipio del Bajo Llobregat en el que transcurrió su infancia. Un sevillano de cuna, Manuel Salinas, la hizo sevillana consorte el día de hace ochenta años en que se casaron.

Una boda el año que terminó la guerra española para una joven barcelonesa de veinte años que había nacido meses después de que acabara la Primera Guerra Mundial. El día que nace María Asunción Milá, los aliados le entregan en Saint-Germain las condiciones de paz a la delegación germano-austriaca de un conflicto en el que tantos compatriotas del alpinista Hillary murieron en la batalla de Galípoli. Igual esos decorados bélicos forjaron en esta mujer esa férrea voluntad contra la pena capital.

La celebración se hizo al aire libre. Una ceremonia con una parte religiosa para una mujer que no descansó hasta que el Papa Francisco le contestó a sus misivas para confirmarle que ordenaría modificar el Catecismo para condenar expresamente la pena de muerte. Con ese aire de abuelita feliz, siempre sonriente, se ha carteado con seres humanos presos en el corredor de la muerte, ha sido abanderada de congregaciones religiosas que abogan por la supresión de esos suplicios.

Esplugues de Llobregat es un municipio del cinturón de Barcelona. Casi cincuenta mil habitantes. Su alcaldesa se llama Pilar Díaz Romero, del PSC. Al Ayuntamiento de Esplugues perteneció como concejala Carme Chacón, la que fue primera ministra de Interior, rival de Alfredo Pérez Rubalcaba en las primarias que se celebraron en Sevilla, los dos prematuramente fallecidos.

Fue una jornada soleada y muy emotiva. Los Salinas volvían al seno materno, a una Cataluña acogedora y abierta, contrapunto de voces excluyentes. Esta mujer, alpinista de la vida, madre de una docena de hijos, valedora de un millar de ahijados entre las rejas del olvido, simboliza la universalidad de esa otra Cataluña, motor del Mediterráneo, de donde llegó a Sevilla uno de los fundadores de la Feria de Abril.

Esplugues de Llobregat es una especie de Silicon Valley de la cultura y el deporte. En su término municipal se encuentra la sede social de la editorial Tusquets que acaba de celebrar sus bodas de oro. Muy cerca de la localidad se encuentra el Camp Nou, lo que ha convertido en residentes del municipio a algunos jugadores del equipo. En la calle Montserrat rodó Woody Allen escenas de Vicky Cristina Barcelona, la película con Javier Bardem y Penélope Cruz. En ese municipio nació Oscar Jaenada, el actor que encarnó en el cine a Camarón y a Cantinflas. Dos de los hijos más populares son los hermanos periodistas Mercedes y Lorenzo Milá. Sobrinos ambos de María Asunción. Ella empezó su carrera periodística haciendo prácticas en El Correo de Andalucía que dirigía José María Javierre, que más de una vez acompañó a su tía con Ramón Carande al Palacio Arzobispal a que los recibiera el cardenal Bueno Monreal. Lorenzo Milá es corresponsal de Televisión Española en Roma, muy cerca del Vaticano, donde durante varios años se recibían cartas con remite de esta vecina de la casa-palacio de Salinas.

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