DIRECTO Así han votado los sevillanos: resultado de la consulta sobre la Feria

DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

Son y están · Gonzalo Azcárraga

"Los sevillanos ya se sienten orgullosos de este hito industrial"

  • El ingeniero que gestiona la central termosolar más avanzada del mundo detalla su primer año de expectativas y resultados.

DEL cereal al kilovatio. Del latifundio al algoritmo. Es el cambio radical en las 185 hectáreas propiedad del Duque del Infantado, cerca del castillo de Monclova, que la compañía Torresol Energy, creada por la ingeniera vasca Sener, con la participación del fondo de inversión Masdar, del emirato de Abu Dhabi, alquiló para construir y poner en marcha la central de energía termosolar más avanzada del mundo. En ese sector de las renovables, es la que puede producir electricidad durante más horas al año, unas 6.500, gracias a una tecnología propia que le da hasta 15 horas de capacidad de generación sin tener radiación solar.

Gemasolar ha reafirmado a la provincia de Sevilla en el mapa de la innovación energética. En el término de Fuentes de Andalucía está ese campo solar, que recibe numerosas visitas para secundar en otros países este desarrollo tecnológico. Como China, cuyo presidente de la Asamblea Nacional, Wu Bangquo, estuvo en ella en mayo de este año. O Chile, con su ministro de Energía, al frente. También ha merecido la visita de empresas como la japonesa Mitsubishi, y de equipos de televisiones potentes como la CNN y la BBC para elaborar reportajes en sus canales internacionales.

Gonzalo Azcárraga es la persona que, desde julio del año pasado, gestiona el día a día en la puesta a punto y desarrollo de esta planta que puede cubrir las necesidades de 25.000 hogares, y que fue inaugurada por el Rey en octubre. Madrileño de 33 años, ingeniero con máster en dirección de empresas, hijo de padre donostiarra y madre sevillana, tiene como ejemplo a seguir la destacada trayectoria profesional de su padre en Sener. "En mis inicios, mis jefes me aconsejaron que comenzara en la construcción y puesta en marcha de proyectos. Me decían, con razón, que en construcción se aprende al doble de velocidad, y en la puesta en marcha se aprende cuatro veces más rápido, porque tienes que dar solución inmediata a los problemas. Así he estado cinco años, primero en Toledo con el montaje de dos plantas de cogeneración, y después en Rotterdam (Holanda) con una regasificadora".

-¿Cómo le llegó la oferta de dirigir esta planta?

-Estaba en Madrid, donde mi mujer iba a dar a luz, en lugar de hacerlo en Rotterdam, y me llamó el director general de Torresol Energy para ofrecerme el puesto. No lo dudé, veía que era un proyecto estrella y una oportunidad de establecerme profesional y familiarmente en una ciudad que me encanta. Lo más difícil ha sido que mi mujer consiguiera trabajo en Sevilla. Ella trabajaba en L'Oréal y, como es una multinacional, fue posible que la trasladaran de Madrid a Amsterdam. Con su curriculum en el mundo del márketing, pensaba que en Sevilla tendría mercado. Pero le ha costado mucho, al final ha tenido suerte porque ha entrado en Persan, una empresa potente.

-¿Qué factores determinan la elección del emplazamiento de una planta como ésta?

-Son muchos factores. Los índices de radiación efectiva, para lo que se estudian los anales meteorológicos. Un terreno muy llano para evitar en lo posible los costes de aplanamiento. Tiene que haber disponibilidad de agua, debe ser una zona en la que llueva. Y, a ser posible, que sean de un solo propietario, no es lo mismo negociar un contrato con un interlocutor que con cien.

-¿Tiene cabida la población de Fuentes de Andalucía en la plantilla?

-Ha supuesto un notable impulso para esta comarca rural. En la fase de construcción, han pasado por aquí 1.800 trabajadores, con puntas de 300 y 400 personas en su realización. Y ahora, durante la fase de operación y mantenimiento, procuramos que la mayor parte de nuestro personal sea cercano. Por eso organizamos un taller de empleo en Fuentes de Andalucía para enseñar los fundamentos del trabajo en este tipo de plantas industriales. Cuando pase el tiempo, con la experiencia que están adquiriendo, los mejores podrán ascender. La plantilla de Torresol es de 39 personas, y todas son andaluzas, salvo una holandesa, un madrileño, un barcelonés y yo. Con las subcontratas, algunas de Écija, el número de trabajadores sube a 60 personas. Sólo son de fuera los alemanes de Siemens que hacen el mantenimiento de la turbina construida por esa empresa.

-¿Los empleados de Fuentes de Andalucía sienten una especial motivación?

-Sienten esta planta industrial como suya, como su niño. Son 17 personas y es un orgullo para ellos trabajar aquí. Que esté implantada en su tierra, cómo la cuidan, cuánto quieren asumir tareas y aprender más. En un lugar por donde antes corrían en bici, ahora está la planta solar más avanzada del mundo. Y es increíble el nivel de su aportación a la mejora. Por ejemplo, cuando se batió tres días seguidos el récord de producción, con 398, 401 y 404 millones de kilovatios/hora, respectivamente. Y ya está superado, se ha llegado a 415.

-¿Los universitarios sevillanos tienen alguna opción de empleo?

-Hemos contratado a dos licenciados en la Escuela de Ingenieros cuya función es, básicamente, empaparse de cómo funciona esta planta y cómo poder mejorarla. Y es encomiable su nivel y su implicación.

-¿Qué impacto económico generó la construcción de Gemasolar?

-Es una inversión de más de 200 millones de euros, de los que 15 millones llegan de fuerade España. El efecto multiplicador es grande en empresas proveedoras e instaladoras de España, por la compra de hormigón, acero, tuberías, los miles de kilómetros de cables que tienen los sistemas de control,los pilares, las estructuras, los espejos... Y el rendimiento neto por todo el gas que se deja de importar gracias a la electricidad que aportamos al país.

-¿Cómo se gestiona la posición de los espejos respecto a la torre?

-Se hace con un complejísimo algoritmo de control, diseñado por Sener. Cada veinte segundos (y ya está programado así para los próximos 25 años), recalcula dónde está el sol, y los 2.650 heliostatos se mueven cada uno de ellos con un ángulo diferente para reflejar del mejor modo posible en cada caso la luz del sol y concentrarla sobre la torre. El movimiento continuo de los espejos es casi imperceptible.

-¿Qué conservación requiere esa enorme cantidad de espejos?

-Una vez por semana tenemos que limpiar todos los heliostatos, que es como llamamos a los espejos que proyectan la energía solar hacia el receptor de la torre. La pérdida de reflectividad afecta directamente a la producción. Se limpian con agua a presión. Durante la noche, los situamos en posición vertical, y dos camiones de limpieza, que tienen un brazo robotizado, detectan la superficie del heliostato y lo limpian. El conductor sólo tiene que llevar el vehículo, a lo largo de 88 kilómetros de pistas concéntricas.

-¿Cuántos años puede durar en funcionamiento una central energética como ésta?

-No tiene fecha de caducidad, en el siglo XXII puede seguir produciendo electricidad. Una vez construida, es competitiva desde su inicio, genera energía a un coste mínimo. Lógicamente, admitirá las mejores tecnológicas en los equipos para subir su rendimiento. Quizá dentro de 25 años haya que reemplazar las turbinas y las bombas de sales.

-¿Una experiencia a destacar en la gestión diaria de sus operaciones?

-Por ejemplo, en febrero mantuvimos la turbina arrancada catorce días consecutivos. Es decir, operábamos las 24 horas del día con condiciones meteorológicas de febrero, que no son las de julio y agosto.

-¿Cómo es su proceso térmico?

-La energía que condensa la torre, procedente de los espejos, es más de mil veces la irradiación a nivel del suelo. La disipamos o la absorbemos pasando sales fundidas por el interior de receptores. Las que llamamos sales frías están a unos 260 grados. Absorben la energía y la convierten en energía térmica. Y la almacenamos en un tanque de sales a 565 grados. A partir de ese momento, la planta ya no es solar, funciona con una pila de energía que es la sal fundida a muy alta temperatura. Producimos vapor de alta presión y lo mandamos a la turbina para producir electricidad. La turbina no está pendiente del sol, y la refrigeración del ciclo térmico se hace con agua.

-¿Se está construyendo alguna planta como ésta en otro lugar?

-Hay varias opciones dentro y fuera de España, aún no se ha concretado la composición de sus inversores y la financiación.

-¿Es una quimera aún que la solar lidere la producción energética?

-Nosotros tenemos el convencimiento que con el aumento de los precios del combustible alternativo al sol, y con la progresiva disminución de los costes de instalación de este tipo de proyectos, cuanto más plantas se instalen, más rápido va a caer el precio del megavatio instalado, mientras que el precio del petróleo va a seguir subiendo. Llegará un momento en que ambas curvas coincidan en un punto de corte. Y España debe luchar por mantener entonces esa posición de liderazgo. No sólo es la potencia instalada y la tecnología base sino también el desarrollo en mecánica, en electrónica, en sistemas de gestión, que podemos exportar al mundo entero. Si España frena el desarrollo de la energía solar, otros países nos desbancarán.

-¿Percibe conocimiento en Sevilla sobre lo que representa Gemasolar a nivel mundial?

-Sí, los sevillanos tienen conciencia de que la energía termosolar es un motor de la innovación en Sevilla, y ya se sienten orgullosos de este hito industrial del que divisan su torre cuando circulan por la autovía entre Sevilla y Écija.

-¿Desde Sevilla se demanda visitar las instalaciones?

-Tenemos organizado un sistema de visitas guiadas. El primer jueves de cada mes, recibimos a cuatro autocares, suelen ser colegios, institutos, centros de FP. También hemos acogido a los participantes de eventos vinculados a los sectores de la energía y la ingeniería. Para el gran público no podemos dedicarnos de continuo a ese tipo de visitas, por motivos de trabajo y de seguridad.

l-¿Cuál es su opinión sobre la sociedad sevillana?

-Me llama mucho la atención la alegría de vivir. Por difíciles que estén las cosas y haya motivos para la queja, siempre hay un momento para disfrutar. Veo a la gente menos pesimista que en Madrid, maquinando más cómo mejorar su día a día. También percibo que es una sociedad muy abierta para vivir el momento, y más difícil para acogerte en tu seno. No es mi caso porque ya tenía familia y amistades.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios