"Un soldado americano nos preguntó que de qué parte de Inglaterra éramos"

Los invisibles

Cantante, guitarrista, promotor, humorista, productor musical. Hizo las Américas con el grupo Los Lentos y vivió la prehistoria del añorado rock sevillano con Silvio de batería

Raimundo Palma, ayer en Canal Sur Radio (pabellón de Andalucía de la Expo), en el último día de su vida laboral.
Raimundo Palma, ayer en Canal Sur Radio (pabellón de Andalucía de la Expo), en el último día de su vida laboral.

10 de abril 2010 - 05:03

HERMANO de Los Negritos, cantaba Black is black en los cruceros. Speaker del Sevilla (y del Betis), historia viva del rock sevillano, Raimundo Palma (Sevilla, 1945) puso fin ayer a su abigarrada vida laboral.

-¿Trabajó en lo que quería?

-Yo estudiaba primero de Medicina, pero ya tenía mis grupitos de música. Tocaba en los Mercury, en los X5. Con gente de los dos formamos los Cinco Mercury. Yo cantaba y tocaba la guitarra. Silvio tocaba la batería.

-¿Para qué público tocaban?

-Guateques y ferias de pueblo. Entonces conseguir una guitarra eléctrica era una odisea. Silvio se fue, otros estaban estudiando. Me incorporé a Nuevos Tiempos, un grupo en el que estaban Jesús de la Rosa y Manolo Rosa, que sería bajista de Alameda. A los ocho meses me fui a la mili.

-Música militar...

-Cambio de paso. En Tablada. En cuanto la acabé volví a la música. Me llama Pulpón para tocar en los cruceros de Ybarra, el Cabo San Roque y el Cabo San Vicente. No fue fácil decirle a mi padre que dejaba los estudios de Medicina para tocar música en los barcos. Ni al padre de mi novia, que era teniente de la Guardia Civil.

-¿Qué música hacían?

-De Los Bravos, de Los Brincos.

-¿Le impactó salir de España?

-Yo no había visto nunca un bingo y en el barco había bingo. En alta mar había otras leyes, porque el juego estaba prohibido en la España de Franco. Hacíamos un viaje de placer que solía salir de Cádiz o Barcelona y otro regular, que empezaba en Génova y terminaba en Montevideo, con escalas en Río de Janeiro o Buenos Aires. La mayoría del pasaje eran emigrantes de ida, que iban a buscar la aventura, o de vuelta, gallegos que habían hecho unas perritas.

-¿Usted también las hizo?

-Cada día ganábamos cinco mil pesetas de la época. Pero llevaba ocho años con mi novia y tuve que sentar la cabeza. Me coloqué en El Corte Inglés, me dedicaba a hacer tarjetas de crédito.

-¿Con la música a otra parte?

-Con tres niños ya, dejo El Corte Inglés y me pongo a cantar en los pubs. Cuando estaba en el 3'80, junto al hotel Colón, me vio Josele. Habíamos coincidido en el San Francisco de Paula, con los hermanos Yáñez, Manuel del Valle, José Luis Manzanares o Paco Aguilar. Josele había dado el pelotazo con Vente pa España y me dijo que me fuera con él. Estuve ocho años en Madrid. Vivíamos en un apartamento que le vendió Jesús Quintero a Josele.

-¿Vivió la movida madrileña?

-Algo antes. Estuve con Josele en la campaña del PSOE del 82. Fuimos al último mitin en la Ciudad Universitaria, un millón de personas. Con Felipe González, Tierno Galván, Miguel Ríos, José Luis Coll, Georges Moustaki. Las elecciones de la mayoría absoluta.

-¿Se mete en el aparato?

-Al revés. Pulpón me dice que por qué no me monto un show.

-¿Vuelve a sentar la cabeza?

-Me canso de la carretera. En discos Senador, hago la promoción del Mani, el Turronero, Rafael del Estad y en Canal Sur necesitaban un productor musical. Entré el 20 de marzo de 1989 y hasta hoy. Hice de productor, de coordinador de la discoteca y de programas. Durante quince años retransmito la Semana Santa para El Llamador. La primera estación del Sol fue mi última retransmisión.

-¿Cambiaba la voz en las alineaciones del Sevilla y las del Betis?

-Eso fue gracias a mi amigo Isidoro, el de los pianos, que le montó la megafonía a los dos equipos. En el Sevilla estuve 16 años, en el Betis sólo tres o cuatro, yo creo que hasta que Lopera se enteró de que era sevillista.

-¿Sus hijos siguieron sus pasos?

-Formaron un grupo, Pareja de tres, que grabó un disco. Les dije que debía ser un hobby, que ellos no iban a tener la suerte de su padre de encontrar trabajo con 44 años. Hacían pop melódico para quinceañeras. Los gemelos eran campeones de España de piragüismo, estaban cachas y las chavalas se volvían locas con ellos.

-Qué lujo Silvio de batería...

-Era un grandísimo batería. La gente iba por verlo a él. Era bastante flojo para cantar. Nuestro esplendor fue en las bases americanas de Rota y Morón. Allí sí descubrimos un mundo nuevo: las máquinas tragaperras, la cerveza en lata, las hamburguesas, los vaqueros. Nuestro repertorio era todo en inglés. Nos aprendíamos las canciones de memoria, porque sólo uno del grupo había estudiado Inglés. Dábamos el pego. Un soldado americano nos preguntó en Rota que de qué parte de Inglaterra éramos.

-¿Quién sabía inglés?

-Javier Gómez, que es arquitecto técnico y vive en Marbella. Somos los únicos de los Cinco Mercury que quedamos vivos. Manolo Regato era campeón de España de natación y murió de leucemia. Paco Espejo, de algo del corazón. Y Silvio, que murió de ser Silvio.

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