Un tedax sostiene que la explosión junto a Santa Justa pudo ser "bestial"

El etarra Olarra Guridi se dirige en euskera al tribunal que comenzó a enjuiciarle para no tener que declarar

El etarra Olarra Guridi, ayer en la Audiencia Nacional.
Jorge Bezares / Madrid

22 de julio 2011 - 05:03

El tedax que desactivó el coche bomba que colocó ETA, con 161 kilos de dinamita roja (Titadyn 30 A), en las cercanías de la estación de Santa Justa a finales de 2000 declaró este jueves en la Audiencia Nacional que la deflagración hubiera sido "bestial" si hubiera estallado, y se mostró convencido de que hubiera ocasionado importantes daños materiales y, "a distancia", también personales.

Este policía nacional, miembro del Tedax, realizó estas manifestaciones en el primer día de juicio que se sigue en la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional contra el ex jefe militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi, que está acusado por el Ministerio Fiscal de un delito de estragos terroristas en concurso con otro de depósito de explosivos.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal Jesús Alonso, que pide 12 años de cárcel para el ex dirigente etarra, basó la acusación en una nota de puño y letra de Olarra Guridi, según determinó "sin ningún género" un análisis pericial, hallada por la Policía en un registro en una vivienda de Touluse (Francia) en 2001, y que sirvió como borrador del anuncio de la colocación del coche-bomba en Sevilla.

Al ser preguntado por el fiscal Jesús Alonso, el tedax aseguró que, por la cantidad de explosivo que contenía el coche bomba en el maletero, en un cajón de aglomerado con dos ollas en el interior, hubiera afectado al edificio de la Seguridad Social y al hotel Occidental y hubiera provocado un "boquete bastante grande". "Hubiera ocasionado grandes daños materiales y, por supuesto, a cierta distancia, daños personales", agregó.

Otro testigo, un agente adscrito a la Policía Científica, destacó que el vehículo, un Peugeot 306 blanco, con matrícula de Málaga, tenía los amortiguadores traseros reforzados para soportar el peso de la dinamita y no levantar sospechas.

También declaró el Policía de las patrullas ciudadanas del 091 que localizó el coche-bomba, acordonó la zona y ordenó el desalojo del hotel Occidental y del edificio residencial El Mirador. Preguntado por el fiscal, corroboró que el explosivo fue colocado por ETA cerca no sólo del hotel Occidental y de la estación de Santa Justa sino de un buen número de edificio de viviendas. Eso sí, reconoció que, aunque es una zona muy transitada durante el día, hacia "las tres de la mañana no había mucho tráfico".

Previamente, un recepcionista y un mozo de equipajes del hotel, que fueron los que recibieron el aviso de bomba, mantuvieron, en líneas generales, la misma versión ofrecida por los tres agentes policiales sobre la ubicación del vehículo, y precisaron que fueron cuatro las llamadas telefónicas.

Además, el primero de ellos comentó que se produjo un "pequeño enfrentamiento" entre el director del hotel y la Policía cuando un agente ordenó el desalojo. "Al final se empezó a desalojar, pero me dio mucho coraje que se empezara por la planta ejecutiva porque estaba los que más pagaban", añadió.

Antes de la declaración de los testigos, al ser preguntado por la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, si tenía intención de prestar declaración, Olarra Guridi respondió en euskera. Cuando la traductora iba a traducir sus palabras, la magistrada la interrumpió: "No quiere declarar". En cualquier caso, el fiscal planteó de forma somera algunas de las preguntas que tenía pensado hacerle.

Para hoy está previsto en la Audiencia Nacional que tenga lugar la segunda jornada de este juicio, que conocerá el contenido de las pruebas periciales practicadas, con la nota manuscrita como principal baza de la acusación, y las conclusiones finales de las partes.

Juan Antonio Olarra Guridi está condenado en estos momentos a 1.378 años de cárcel por diez asesinatos: seis trabajadores civiles en Armada, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Luis Portero, el funcionario de Prisiones José Ramón Domínguez, el empresario José Antonio Santamaría y el coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos. Y tiene aún 17 causas pendientes. Este etarra, natural de San Sebastián y de 43 años, fue detenido por la Policía francesa en 2002 y condenado a diez años de cárcel en Francia.

7 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último