Sevilla acogió en noviembre de 2011 la final de la Copa Davis con la expectativa de que dicho evento deportivo dejara en la ciudad una lluvia de millones de euros. Un importante impacto económico cifrado por algunos en 30 millones que para el gobierno, entonces en manos de Juan Ignacio Zoido, era argumento suficiente para justificar una inversión municipal que rondó los dos millones de euros. El ex alcalde anunció entonces que el gasto se compensaría pero, meses después, trascendió que la final había costado a las arcas municipales casi un millón de euros. A ello contribuyó la compra, en lugar del alquiler, de la estructura necesaria para cubrir el Estadio de la Cartuja. Zoido argumentó que el coste -que ascendió a más de 900.000 euros incluido el montaje- era similar y que luego la cubierta se podría reutilizar en otro punto de la ciudad. Una promesa que hoy parece un timo, en vista de un informe del propio Instituto Municipal de Deportes (IMD) al que ha tenido acceso este periódico.

Cuatro años después, y tras haberse barajado el Parque de los Príncipes como enclave para instalar la estructura, dicho estudio municipal confirma que la reutilización era imposible tanto técnica como económicamente. Un documento fechado en octubre de 2014, cuando Zoido era todavía alcalde, y que explica por qué su gobierno en esa fecha optó por cambiar de planes. En un principio se había reservado un presupuesto de medio millón de euros para hacer frente a los trabajos de instalación en el parque. Pero luego se anunció que el material de la cubierta se repartiría por varios puntos de la ciudad para construir estructuras más elementales, por lo que el presupuesto se redujo 300.000 euros. En concreto, los tubos, barandillas y soportes se usarían para cerrar centros deportivos como el de Vega de Triana, para redes en campos de fútbol de Alcosa o el Polígono Sur y para nuevos postes de señalización y zonas de aparcamiento en Amate, entre otras instalaciones. Según el informe del IMD, hacer una estructura nueva era incluso más barato que reutilizar la antigua, tal y como preveía el gobierno de Zoido.

La cuestión es que esta dificultad ya fue apuntada en el momento de su adquisición. Según se recoge en el citado documento, la estructura presentaba ya limitaciones para poder volver a ser utilizada de manera permanente, "no así para eventos esporádicos como para el que está diseñada".

A pesar de ello, el gobierno de Zoido estuvo tres años solicitando y contrastando presupuestos para reutilizar la citada cubierta. Lanik, la empresa a la que se adjudicó el contrato en 2011, presentó hasta tres distintos. El arquitecto encargado del montaje durante el evento fue José Luis Vargas, actualmente concejal del PP y que el ex alcalde fichó en su lista electoral como experto en Urbanismo.

Esta empresa presentó dos presupuestos, uno en julio de 2012 por valor de 174.897 euros, que se elevaba a 507.496 euros con estudios y costes de cimentación. Esta oferta se corrige por un error de cálculo técnico y aumenta posteriormente hasta 550.000 euros. El IMD inicia las conversaciones con Lanik en 2014 y es entonces cuando la empresa alega problemas de viabilidad de la obra por su pequeño volumen, pero al final acepta asumir sólo su parte de la estructura y correas. Por ello, se confecciona otro presupuesto que asciende a 398.500 euros, aunque el Ayuntamiento asumió que la obra total le costaría al menos 550.000 euros. El IMD consideró entonces que el último precio ofrecido por Lanik era inviable y buscó a otra empresa especialista en estructuras tridimensionales, Orion Volume, que ofreció un presupuesto menor, de 311.000 euros, pero advirtió que sólo se podría aprovechar el 43,3% de las barras y volvió a realizar otro presupuesto. No sólo había diferencia de precio con respecto al cálculo de Lanik, también contradicciones técnicas. Por lo que el Ayuntamiento pidió una última estimación a esta última empresa en julio de 2014.

En cualquier caso, la mejor oferta no rebajaba el coste total a menos de 700.000 euros. Lo que demostró que el coste de una estructura nueva era incluso inferior al de la reutilización de la antigua.

Durante estos últimos tres años la cubierta ha estado almacenada y custodiada en unas instalaciones alquiladas en el Estadio de la Cartuja. Un arrendamiento que tiene un coste anual de 10.000 euros.

El Ayuntamiento ha adquirido en la última década dos cubiertas para la Davis, la primera desapareció por negligencia del gobierno de PSOE-IU. Fue un escándalo. Ahora, el equipo de Juan Espadas deberá decidir qué hace con una cubierta heredada del gobierno del PP que resulta tan inutilizable como gravosa para las arcas municipales.