Ocho con timonel y con tulipanes
calle rioja
Catorce integrantes del Club de Remo Guadalquivir 86 viajan hoy a Amsterdam para competir en el río Amstel en ocho con timonel y cuatro scull femenino.
EL Club de Remo Guadalquivir 86 lo fundó en 1986 Pedro Molina, un trianero que entonces pertenecía a la Guardia Civil. "El club era una caja de zapatos en un terraplén", dice José Suárez Acevedo, que nació el 68 y desde mayo preside el club del 86. Este Suárez capicúa tenía 17 años en 1986 y empezaba Derecho. Toda España hacía Derecho, la gobernaban profesores de la Facultad. El 86 era la Sevilla de Manuel del Valle, la España de Felipe González, la pre-Expo de Manuel Olivencia, que le dio Derecho Mercantil a Suárez Acevedo.
El día de la Mujer Trabajadora, este abogado deja que en su despacho de la calle Castilla, desde donde todas las tardes ve entrenar a los remeros del Náutico y el Labradores, sólo trabajen las mujeres. Sus compañeras de bufete Pura de la Lama y Teresa Pastor. Él es uno de los diecisiete viajeros que hoy parten para Amsterdam, donde el equipo de ocho con timonel campeones de España juvenil y las cuatro chicas de scull competirán este fin de semana sobre aguas del río Amstel en una prueba patrocinada por la cerveza Heineken. La expedición la completan los dos técnicos, Fran Sarabia, profesor de instituto en Santiponce, y Pablo Garrido, un remero de 25 años "con paciencia de benedictino".
El presidente del Club de Remo Guadalquivir ha ganado más juicios que regatas, pero lleva muy bien esta doble vida. La dieta del bocadillo permite que el aseado abogado cambie su atuendo por el de remero que a las tres de la tarde se va a entrenar a la mejor pista del mundo. "El río que pasa por Cambridge es peor que el Tamarguillo y en el Támesis se rema muy mal por las corrientes".
Fue un remero precoz. "Empecé con once o doce años en el Club de Remo Sevilla que estaba en la calle Betis". Al mecenas cubano que lo patrocinaba lo secuestró la ETA y cuando lo liberó se fue de España. "Mi padre era muy estricto en los estudios y como suspendí me quitó del remo".
No es un club de remo al uso. "Al año pasan quinientos niños por nuestras instalaciones. El gimnasio parece el de Rocky 1. A nuestro club vienen chavales entre 11 y 18 años, muchos de ellos de Macarena Tres Huertas, San Jerónimo, la Bachillera. No pertenezco a ninguna hermandad, a ninguna caseta de Feria, me gusta el fútbol, pero no sus fanfarronadas, y aquí me siento muy identificado. Es algo colectivo siendo yo tan individualista".
Del Club de Remo Guadalquivir 86 salieron campeones de España como Emilio Fernández, estudiante de Arquitectura, o Beltrán Hidalgo, de Ingeniería. "A mí lo que me gustaría es retirarme, hacer Historia y ser el chico de los recados de este club".
Desde su despacho se ve la Giralda, pero no la torre Pelli, estando tan cerca. En Castilla esquina con la calle Periodista Nicolás Salas hay unas vistas espectaculares. Debajo, la estatua de Trajano que el Gobierno de Rumanía le regaló a Sevilla. Metáfora de Rómulo y Remo.
El equipo masculino que viaja a Amsterdam lo forman Cristian Payán, Álvaro Zarzoso, Juan Morillo, Álvaro Tejera, Ramón Villega, Javier García Dormido, Víctor Jiménez Ríos, Marcos García Tomás, Rafael Montes y Jaime Jiménez Campo. El cuarteto femenino lo forman Sandra Álvarez Insúa, Julia Alma Muñoz Guarinos, María Luisa Gento y Sara María Moreno.
Los remeros ya hicieron el recorrido de la Oxford-Cambridge. Londres es la ciudad-fetiche de Suárez Acevedo, a la que fue a hacer un máster sobre Asesoría Jurídica mientras trabajaba en las mudanzas, como los gallegos de la plaza del Pan que retrata Cernuda en Ocnos. "Allí decidí hacerme abogado. Londres es una ciudad que te permite pensar porque nadie te pregunta nada". Entonces iba al campo del Chelsea; ahora prefiere el Fulham de Dodi Al-Fayed cuyo campo se ve en una foto del equipo.
Entre juicios y regatas, estaba predestinado a vivir junto al agua. Nada más terminar la carrera, se fue a Estados Unidos y vivió en dos ciudades con el mismo nombre, Ocean City, una en el estado de Maryland, otra en el de New Jersey. En la primera trabajó de jardinero, en la segunda en un parque de atracciones.
Larga vida al club de Remo Guadalquivir fundado el año que murieron Borges y Carande. Que completa el repóquer de clubes con Náutico, Labradores, Coria y el club de Remo Ciudad de Sevilla que bajo la Barqueta llevan los hermanos Paredes.
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