La travesía de la esclusa a la ciudad

el viaje del mayor crucero de lujo en sevilla Imágenes del recorrido del Azamara Journey en agosto al llegar al Puerto de Sevilla

El viraje para entrar de popa y el paso por el puente de las Delicias son las operaciones más complicadas para los grandes cruceros de lujo · El próximo martes 6 llega a Sevilla el segundo 'Azamara' al que seguirán otros siete

La travesía de la esclusa a la ciudad
La travesía de la esclusa a la ciudad
A. S. Ameneiro

04 de noviembre 2012 - 05:03

Los cruceristas que llegaron a finales de agosto a Sevilla en el mayor barco de lujo de la historia sevillana, el Azamara Journey, contemplaron unas vistas privilegiadas desde la desembocadura en Sanlúcar hasta el mismo centro de la ciudad. En esta página reproducimos alguna de las impresionantes imágenes que disfrutaron los pasajeros y tripulantes desde la cubierta de la nueva esclusa hasta el muelle de las Delicias. El buque, consignado por Vapores Suardíaz, volverá a Sevilla con otro barco gemelo (Azamara Quest) el próximo martes 6 de noviembre procedente de Roma. Otros siete de la compañía Royal Caribbean Cruise está previsto que atraquen en Sevilla entre 2013 y 2014.

La operación tuvo dos hitos interesantes para salvar las enormes dimensiones de la embarcación de 180 metros de eslora (longitud) y 28 metros de manga (anchura): virarla para que entrara de popa en el muelle urbano a la altura de la Dársena del Batán y ayudar con un remolcador de apoyo el estrecho paso que deja al abrirse el doble puente móvil de las Delicias.

Ambas operaciones se realizan con la colaboración indispensable de los prácticos del Puerto sevillano. Se trata de marinos especializados y experimentados en el manejo de los buques y en las circunstancias de la zona. Embarca a bordo desde que llega el barco a las aguas portuarias hasta que sale y lleva junto con el capitán las tareas de navegación y maniobra. Son empleados públicos indispensables.

La anchura del río en este tramo de la ciudad impide los giros a barcos tan grandes. Por eso debe efectuarlo en el espacio suficiente que ofrece junto al Puente del Quinto Centenario. El paso por el puente de las Delicias es lo más delicado al tener que atravesar por un hueco de 41 metros como máximo, según los prácticos consultados por este periódico. Eso supone hacer avanzar lentamente el barco con un margen de seis metros de espacio por cada lado. Por seguridad casi siempre necesita la ayuda de un remolcador de apoyo. Los expertos apuntan que incluso con tres metros a cada lado (en el caso de un barco con 35 metros de manga) de se podría pasar con seguridad.

Para el viraje en el Centenario y para el paso controlado por el puente de las Delicias se necesitó un tiempo de una hora aproximadamente. Estos hitos se repetirán igualmente cuando lleguen los demás cruceros gemelos del Azamara Journey a Sevilla entre noviembre de este año y 2014.

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