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Una variante electoral del camarote de los hermanos Marx

  • Memoria. Una fotografía histórica entre dos mayorías absolutas, una del PSOE y otra del PP, con Guerra en la presidencia y Cascales en el margen de los barbudos

Noviembre de 1980. Guerra, entre Yáñez y Borbolla. A la derecha de la imagen, Antonio Cascales.

Noviembre de 1980. Guerra, entre Yáñez y Borbolla. A la derecha de la imagen, Antonio Cascales. / D.S.

SI se llega a mover tres centímetros, como diría Alfonso Guerra, no sale en la foto. Pero ahí está, de pie, en la zona de los barbudos. Cuarenta años después de esta fotografía, tomada en la sede regional que el PSOE tenía en la calle Infante don Carlos, el hombre de la foto ha vuelto a aparecer.

19 de junio de 2022. Se abren los colegios electorales para las elecciones andaluzas. Cuatro décadas antes las ganó el PSOE por mayoría absoluta. Todas las emisoras nacionales han mandado a sus estrellas radiofónicas hasta Sevilla. A Carlos Herrera no le hace falta, porque hace el programa desde la calle Rioja todos los días, salvo cuando se va de polígonos.

Carlos Alsina ha madrugado para dirigir Más de uno en Onda Cero. Apertura de los colegios electorales. Conexión con uno de ellos, ubicado en el instituto Néstor Almendros de Tomares, el mismo que inauguró este fotógrafo de cine nacido en Barcelona, cuya familia se exilió a Cuba, galardonado con un Oscar por Días del cielo, de Terence Malick. La periodista habla con la primera persona que va a depositar su papeleta en la urna de ese colegio electoral. Dice que se llama Antonio. Le pone el micrófono y su voz es inconfundible. Es Antonio Cascales. El hombre de esta fotografía (debía ser de Pablo Juliá) de hace cuatro décadas que aparece por los pelos.

El elector anónimo para la mayoría de los oyentes que habla de estas elecciones históricas que por primera vez le han dado la mayoría absoluta al Partido Popular sabe de lo que habla. Está en la fotografía porque fue director de varias campañas electorales del PSOE y también del PSA. Si fuera un cuadro, la escena la preside Alfonso Guerra, al que cuarenta años después de esa instantánea acompañaba Antonio Cascales en el acto que la Academia de Buenas Letras organizó en la Fundación Cajasol en el centenario del Ulises de Joyce.

Además de reputado profesional de la publicidad, el oficio de Leopold Bloom, el protagonista de la novela del irlandés, Cascales es un hombre con inquietudes literarias. Autor de varias novelas, una de ellas, Los tornadizos, se la regalé a Rocío Jurado porque hay una referencia a la chipionera. Guerra todavía era marxista, pero se aproximaba al marxismo de Groucho y su camarote de Una noche en la ópera.

La foto, invierno de bufandas y pellizas, corresponde a una reunión del PSOE tras las elecciones parciales al Senado en Almería de noviembre de 1980. Tres meses después tuvo lugar el 23-F, que a la dirección regional le cogió en esta sede muy próxima a Capitanía General, regida entonces por el general Merry Gordon.

En cierta forma, el hombre que preside la fotografía y el que está en los márgenes, como el utillero o el masajista en las fotos antiguas de los equipos de fútbol, han vuelto a reencontrarse cuatro décadas después. Aquella fotografía resulta cuarenta años después muy significativa y no sólo por el vuelco político de las elecciones andaluzas cuyo significado analizó Guerra en el programa de Carlos Alsina.

En la pequeña y abarrotada sala hay una veintena larga de personas, todos hombres y una sola mujer: la socialista Rosa Baleriola, que falleció demasiado joven. Hay varios ceniceros en la mesa. Alfonso Guerra está rodeado por Luis Yáñez y por José Rodríguez de la Borbolla. Presidente y secretario general del PSOE de Andalucía, respectivamente. Tres dirigentes socialistas que nunca alcanzaron uno de sus sueños políticos, el de ser alcalde de Sevilla. Cuando a Guerra le apetecía, el partido le ofreció otro menester y cuando se lo ofrecieron declinó la invitación. Yáñez fue el más votado en las municipales de 1991, pero el pacto de Rojas-Marcos y Soledad Becerril le dio la Alcaldía al primero. Borbolla perdió las primarias con Alfredo Sánchez Monteseirín, el alcalde más longevo en la historia de la Casa Consistorial.

Detrás de los tres dirigentes del PSOE, hombres del partido: Guillermo Gutiérrez, José Aureliano Recio, Miguel Ángel Pino, Pedro Rodríguez de la Borbolla. Sentados a ambos lados, los periodistas. A la izquierda, veinteañeros, barbilampiños, Ignacio Camacho, José Antonio Gavira y quien firma esta crónica. A la derecha, los reporteros barbudos: Manuel Arroyo, Rafael Moreno, que después fue apoderado del diestro Juan Antonio Ruiz Espartaco, y Juan Teba, Ícaro del periodismo, autor de un meritorio ensayo político sobre la Sevilla de Alejandro Rojas-Marcos. El que dejó sin Alcaldía a Luis Yáñez un año antes de la Expo que éste médico tanto hizo para que tuviera lugar en Sevilla.

Lo que dio de sí un madrugón en Onda Cero el 19-J en el colegio Néstor Almendros. Días de cielo… y rosas. Cascales madrugó ese día. Al final, 58 escaños para el PP. Primera mayoría absoluta, como el socialista Rafael Escuredo 40 años atrás.

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