Trabajaba en la RCTV, el primer canal de televisión nacional que tuvo Venezuela. Lo cerró Hugo Chávez al poco de acceder al gobierno. Todos sus empleados fueron declarados “traidores a la patria”, por lo que nadie les daba trabajo. Se vio obligada a emigrar. Primero a Miami, luego a México y, por último a España. Aquí trabaja en un sector en auge, el de los apartamentos turísticos.

“Cuando llegué monté un bar. Intenté que no fuera un problema para la sociedad que me acogía, sino una solución, ésa ha sido siempre la actitud del venezolano”, afirma. Lo tuvo bastante complicado para repatriar a su madre. “No podía permitir que una mujer que se había llevado toda la vida trabajando pasase tres meses sin papel higiénico”, recuerda.

Le duele el devenir que ha padecido su país:“Dubái y Venezuela tenían los mismos recursos petrolíferos, pero miren dónde ha llegado el primer país y dónde estamos nosotros”. Pide a las ONG que traten a sus compatriotas como “refugiados”.