Calle Rioja

Tres versiones de ‘El hombre que pudo reinar’ en el Alcázar

  • Una visita al Alcázar es asistir a un compendio de la historia de España, con ventanas a la primera vuelta al mundo, la toma de Granada o la Revolución Francesa

Turistas esperan al sol para entrar en el Alcázar de Sevilla

Turistas esperan al sol para entrar en el Alcázar de Sevilla / D. S.

Mucha gente acude al Alcázar por ver los lugares donde se rodó Juego de Tronos. Gentes de los más lejanos confines se gastaron fortunas en viajar hasta Nueva Zelanda (ahora es imposible con el veto sanitario) para visitar los lugares originales donde Peter Jackson contó la historia de Tolkien. Esa historia es una abejita en la impresionante colmena de historias que encierra el Alcázar. Un compendio completísimo de la historia de España.

Uno pega la hebra y oye al guía inglés decir en castellano la intraducible expresión tanto monta monta tanto o a la guía francesa hablar de la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. La infanta Elena celebró su convite nupcial con Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995. No se acogía una celebración similar desde cuatro siglos y medio antes, 11 de marzo de 1526, la boda de Carlos V, rey y emperador, con su prima Isabel de Portugal. Un monarca fundamental en este palacio. Casi una década antes de su boda, jovencísimo y soltero, apadrinó la expedición naval comandada por Fernando de Magallanes, que llegó a residir en el Alcázar. Una década después de su boda, Carlos V consigue la conquista de Túnez en 1535. Gesta que quiso inmortalizar con unos tapices que entre 1548 y 1554 se tejieron en los talleres de Wilhelm Pannemaker.

Felipe V, primer rey Borbón, que residió en el Alcázar entre 1729 y 1733, encargó unas copias de los originales a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Son los que ahora se pueden ver en el llamado Salón de Tapices, totalmente destruido por el terremoto de Lisboa de 1755. Espacio que el 21 de junio de 1982 acogió la primera sesión del Parlamento Andaluz que presidía el notario Antonio Ojeda. Fue en pleno Mundial de fútbol de España. Ese día se disputaron los partidos Austria-Argelia, Francia-Kuwait y Honduras-Irlanda del Norte (del grupo de España).

La revolución de París o guerras de Castilla hacen del Alcázar cuna de gentes de la realeza

En este juego de Tronos que atraviesa la Edad Media, la Moderna y la Contemporánea, hay tres personajes vinculados al Alcázar sobre los que se podrían haber hecho versiones de El hombre que pudo reinar, la película que John Huston hizo a partir de un relato de Kipling.

De los tres, el único que realmente reinó fue Al-Mutamid (1040-1095), coetáneo y aliado del Cid Campeador (1048-1099), personajes de ese siglo XI al que el arabista Emilio García Gómez hizo hablar en primera persona. De cuna portuguesa, Al-Mutamid fue nombrado rey de la taifa de Sevilla porque su padre, Al-Mutátid, ordenó ejecutar a su hermano mayor. Un monolito recuerda en 1991 el noveno centenario de su destierro, hurtándole el sueño de morir en Sevilla. Terminó sus días en las inmediaciones de Marrakech.Juan de Aragón era el segundo hijo de los Reyes Católicos. Nació el 30 de junio de 1478 en el Alcázar porque un año antes sus padres llegan a Sevilla en plena Guerra de Sucesión Castellana. Murió muy joven, con 19 años, el 4 de octubre de 1497, seis meses después de casarse. Muerte que propició el final de la dinastía de los Trastámara que tanto estudió Ramón Carande y la llegada al trono de Juana la Loca, esposa de Felipe el Hermoso, que reinó iure uxoris (por el derecho de su mujer), rey de quita y pon que nació en Brujas ese mismo verano de 1478 en el que vino al mundo en el Alcázar el sevillano infante don Juan de Aragón. Murió cinco años después de aquel 1492 en el que sus padres, su madre sobre todo, propician el Descubrimiento de América y el de África con la toma de Granada. Dos gestas por las que los españoles, en lugar de sacar pecho, siguen divididos.

Guías foráneos hablan de tanto monta monta tanto o de la batalla de las Navas de Tolosa

El tercer hombre que pudo reinar y, como Juan de Aragón, no lo consiguió fue Antonio de Orleans. Con su esposa, María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II, en 1848 huían de un París presa del fervor revolucionario. El 21 de septiembre de ese año nace en el Alcázar su hija María Isabel de Orleans y Borbón. Tuvo ocho hijos, aspiró a ser reina de Francia, se quedó en condesa de París y murió en 1919 enVillamanrique de la Condesa; es abuela de María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias, cuya estatua ecuestre está en la puerta de la Maestranza, bisabuela del rey Juan Carlos I y tatarabuela de Felipe VI. Su tía Isabel II deshizo el camino de sus padres, los duques de Montpensier, y murió en el destierro de París.Tiene el Alcázar una sala de Felipe II de 1589, un año después de la derrota de la Armada Invencible, contrapunto del triunfo de Lepanto de 1571. Y el Patio de la Alcubilla se llama también del Tenis por haber acogido la primera pista de tenis que se construyó en España, deporte al que eran muy aficionados los miembros de la Familia Real. Con dos finales de la Copa Davis que se celebraron en Sevilla, choca que nunca se aprovechara ese marco promocional sin parangón.

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