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Sevilla

La vida rota de Abdesselam Lakfaiti

  • El marido de la mujer fallecida el sábado en el Hospital de Valme de Sevilla pide ayuda a la Junta y al Gobierno marroquí para trasladar el féretro a Marruecos y poder enterrarla en Assilah, su ciudad natal

Abdesselam Lakfaiti espera la llegada de un médico en el vestíbulo del Hospital de Valme. Le acompañan su cuñado Mustafá y otras dos hermanas de su esposa, Najat Eddaheri, la primera mujer muerta por gripe A en Andalucía. Abdesalam habla despacio, en voz baja, en un español perfecto producto de los once años que lleva viviendo en Sevilla. Está cansado, se pasa la mano por los ojos cuando narra los momentos tan duros que está viviendo desde el fallecimiento de su mujer, el sábado por la mañana, pero se le dibuja una sonrisa mientras habla de su hija recién nacida: "Tiene la cara de su madre. Es igual, sólo que es más blanquita que la madre, que era más morena. Pero está muy bien, nos han dicho que está perfecta".

Lo que espera con cierta ansiedad Abdesselam es un informe médico que permita al Consulado de Marruecos hacerse cargo del cuerpo de Najat. La familia ha decidido llevar los restos mortales de esta mujer de 39 años a su ciudad natal, Assilah. El problema es que el traslado del cadáver tiene un coste inalcanzable para la familia: "Ya está todo hablado con el Consulado, me llamaron y se han puesto a nuestra disposición. Pero el traslado del cuerpo cuesta una fortuna".

El viaje del féretro de Najat a Marruecos vale aproximadamente 7.000 euros, una cantidad inalcanzable para una familia con tres hijos y con un hombre en paro. "Queremos enterrarla en Marruecos. Por eso le pido a la Junta de Andalucía y al Gobierno de mi país que nos ayuden en lo que puedan", explica.

Abdesselam, oficial de albañilería, fontanero y electricista, se pasa el día entero en el Hospital de Valme. Hay quien lo reconoce después de haberlo visto en televisión y en los periódicos y se acerca, le da la mano y el pésame. En la unidad de neonatos está su hija, nacida el pasado miércoles por cesárea. En el mortuorio está su mujer, muerta el sábado por la mañana. "Nos han confirmado que tenía hepatitis A, pero nosotros no lo sabíamos. Se la han detectado ahora. Tampoco nos dijeron que sufría gripe A. Supongo que las pruebas tardarán en dar resultados y no lo sabrían con certeza. El embarazo había ido bien hasta e incluso después de la cesárea había vuelto a comer", dice. A su lado esperan, sentadas y vestidas con el tradicional chador, dos hermanas de Najat que acaban de llegar de Madrid.

Abdesselam tiene otros dos hijos varones. La familia vive en la urbanización Jardín de Alcalá, en Alcalá de Guadaíra. A este barrio la muerte de Nayat sólo había llegado ayer de oídas, después de que la mayoría de los vecinos estén de vacaciones. "Algo he oído, sí, que ha muerto la mujer. Me ha extrañado porque hace cuatro o cinco días la vi por aquí y no sabía ni que estaba ingresada. No la conocía mucho, sólo de vista. Me he cruzado con ella y con los niños muchas veces, pero no tenía relación con ellos, más allá de un saludo", explica Javier Guerrero, residente en la urbanización.

Tres jóvenes cruzan la verja de los bloques. Sólo uno de ellos conoce la noticia de la muerte de su vecina: "Nosotros tenemos más relación con los hijos, porque coincidimos mucho con ellos en la piscina y son amigos nuestros". Sobre un posible temor al contagio por parte de los vecinos, otro de los residentes se muestra escéptico: "Puede que alguien esté un poco escamado, pero no creo que tampoco se vaya a generar una psicosis por esto".

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