Universidad

Así son las vistas de Sevilla desde la torre de la UPO

Una de las vistas que se contempla desde la torre de la UPO.

Es el principal emblema de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) desde que se inauguró hace 25 años. La torre de la institución académica podrá visitarse con motivo de estas bodas de plata, un recorrido que culmina con unas vistas muy especiales del campus universitario, de Sevilla y del enclave metropolitano donde se encuentra, con las barriadas nazarenas de Montequinto y Condequinto a pocos kilómetros. 

La subida a esta torre se realiza mediante rampas. Un ascenso muy parecido al de la Giralda. De hecho, junto al alminar almohade y Torre Sevilla (el rascacielos de la Cartuja), la torre de la UPO es otro de los emblemas de la ciudad, de ahí la importancia que se le otorga en este aniversario. 

Se construyó junto al resto del campus en la década de los 50, cuando dichas instalaciones sirvieron de sede la antigua Universidad Laboral Primo de Rivera. La función original de la torre la sigue conservando. En su día se levantó para servir de depósito de agua, que se extraía del subsuelo, debido a los acuíferos existentes por la cercanía del río Guadaíra. Desde allí, el líquido elemento llegaba a los talleres por el efecto de la gravedad, ya que se alza sobre un pequeño montículo, a varios metros sobre el resto del complejo. 

Interior ochavado

Los centros educativos de la UPO vistos desde lo alto de la torre. Los centros educativos de la UPO vistos desde lo alto de la torre.

Los centros educativos de la UPO vistos desde lo alto de la torre. / Juan Carlos Muñoz

Tiene 68 metros de altura. Su estructura interior es ochavada y en una de sus plantas aún se mantiene la maquinaria que potabilizaba el agua. Actualmente, también sirve de depósito y el agua que en ella se almacena (aunque ya no es potable) se utiliiza para regar las amplias zonas verdes con las que cuenta la Olavide. Arriba está coronada por una veleta y ofrece una espectacular vista panorámica de este área metropolitana de Sevilla. 

La mayoría de los edificios que componen el campus de la UPO se alzaron entre 1949 y 1955, por la firma de arquitectos Otaisa (Oficinas Técnicas de Arquitectura e Ingeniería, S. A.), un ente formado por cuatro compañeros de la promoción de 1934 de la Escuela de Arquitectura de Madrid: Luis Gómez Estern, Alfonso Toro y los hermanos Rodrigo y Felipe Medina Benjumea. Constituye uno de los referentes más importantes del movimiento moderno en la arquitectura sevillana, de ahí que obtuviera la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC)

Uno de los criterios que se empleó en la configuración de este conjunto y que caracteriza a dicho estilo es el de la racionalidad, de ahí que se aproveche la pendiente del terreno, que contribuye a que el agua se distribuya por el efecto de la gravedad. Entre algunos de los espacios que aún quedan por reformar se encuentra el que en su día fue salón de actos y una plaza en altura, para la que se preveía la ayuda estatal del 1% cultural, que no se ha convocado desde que estalló la pandemia del Covid. 

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