El Zodiaco y El Plantinar son los barrios más envejecidos de Sevilla
Demografía
Los vecinos con más de 65 años superan el 30% de su población
Entreparques, Los Bermejales y El Cerezo son los que aglutinan a los residentes más jóvenes
La natalidad en Sevilla se desploma con 6.000 niños menos en una década

El Zodiaco y El Plantinar son los barrios más envejecidos de Sevilla, ya que la población con más de 65 años que reside en ellos alcanza casi el 35% de su vecindario. Por contra, Entreparques, Los Bermejales y El Cerezo -por distintas razones- son los que aglutinan los residentes más jóvenes. Se trata de los principales datos que aporta el informe 2025 del Observatorio de la Persona Mayor, que publica la Fundación Doña María, una de las entidades con más experiencia en el cuidado y atención de este colectivo, cada vez con mayor presencia en la capital andaluza ante el incremento de la esperanza de vida y la crisis de natalidad.
La nueva edición del informe -la anterior se realizó en 2018- aporta un mapa sobre el envejecimiento de la ciudad. El dato general es clarificador. Un 20% de la población de Sevilla capital tiene más de 65 años, edad que entra dentro de la calificación de persona mayor, aunque este concepto ha cambiado bastante el último medio siglo. Este porcentaje se ha elevado en menos de diez años. En 2015 dicho colectivo suponía un 18,42% en el vecindario de la ciudad, en 2024 llegaba al 20,65%. La cifra casi iguala a la media española (20,42%) y adelanta a la andaluza (18,69%). En la comunidad autónoma, Cádiz es la que muestra una población más envejecida, al representar el 26,35% de sus habitantes. Situación condicionada por factores sociales y económicos.
Dentro del concepto de población mayor -esto es, a partir de los 65 años-, deben diferenciarse tres grupos de edad. Los considerados como mayores jóvenes, con un papel muy activo en la sociedad y que tienen una edad comprendida entre los 65 y 74 años, suponen un 10% dentro de la ciudad; los mayores, entre los 75 y 84 años, con un peso poblacional del 8%; y los muy mayores, a partir de los 85 años, que representan un 3% de los habitantes. Otro dato importante a tener en cuenta en esta distribución: el 60% del colectivo es mujer.
El mapa del envejecimiento
El informe aporta un detallado mapa del envejecimiento en Sevilla. Por distritos, el que más población mayor acumula es Nervión, donde este grupo supone ya más de una cuarta parte de sus residentes, con un 25,67%. Le sigue muy de cerca Triana, con un 25,48%. Por debajo del 25% se sitúan San Pablo-Santa Justa (24,63%) y Los Remedios (23,61%). Se observa en este último distrito un cambio significativo respecto a la edición de 2018. Entonces, con un porcentaje levemente superior (23,9%), era el segundo distrito más envejecido. Ahora pasa a ocupar el cuarto puesto. El motivo, además de los factores que prevalecen en las demarcaciones que lo preceden, puede deberse a la llegada de población joven a este barrio que adquieren o alquilan viviendas de segunda mano (a un precio no demasiado elevado), lo que ha frenado la supremacía que los vecinos con más de 65 años han ostentado hasta ahora. Un cambio de tendencia que, seguramente, se hará más evidente en próximos informes cuando se encuentren en pleno funcionamiento proyectos urbanísticos que ahora se acometen, como el del Jardín de las Cigarreras o el de la antigua Altadis. Revulsivos económicos, turísticos y sociales que pueden darle un vuelco demográfico a Los Remedios con la llegada de un vecindario más joven.
Los distritos donde la población mayor supone entre el 23% y el 20% de sus residentes son Macarena (22,15%), Casco Antiguo (21,82%) y Sur (21,04%). Debe destacarse el caso del centro hispalense, puesto de ejemplo en numerosos estudios por gentifricación, esto es, el fenómeno social por el cual la población habitual de una zona la abandona ante diversas circunstancias, en este caso por la masiva apertura de hoteles y pisos para visitantes, la turistificación. Dicha situación explicaría que el número de personas mayores que habitan el Casco Antiguo sea cada vez menor.
No obstante, a este factor hay que añadir otro que no puede pasarse por alto: la llegada de residentes jóvenes a la zona norte del centro, que vive un revulsivo desde finales del siglo XX al dejar atrás décadas de degradación. La polémica remodelación de la Alameda y el estreno de las setas han supuesto dos hitos urbanísticos que han revitalizado este amplio sector, que abarca desde San Lorenzo a San Román y desde la Encarnación al arco de la Macarena. A ellos llegan nuevos tipos de familias que frenan la gentrificación y el envejecimiento del centro de la ciudad. Téngase un dato importante en este análisis: la mayoría de los pocos colegios públicos que existen en el Casco Antiguo se encuentran en esta zona. Un atractivo para estos nuevos vecinos.
Por debajo de la media de Sevilla (20,54%) en cuanto a habitantes con más de 65 años se encuentran el Distrito Norte (19,19%), Cerro-Amate (18,61%), Bellavista-La Palmera (16,12%) y Este (15,07%). En este último grupo cabe señalar que una de las demarcaciones con población más joven, la de Cerro-Amate, es donde se encuentran algunos de los barrios más pobres de España. El distrito Este vuelve a ser el que presenta una población con menor edad, gracias al empuje de Sevilla Este, convertida desde hace año en el núcleo residencial de mayor atracción de la ciudad, el predilecto de muchas familias para residir. Y ello, pese a la dificultad y tardanza de las conexiones con el centro.
Barrio a barrio
Este mapa se concreta barrio a barrio. De los 108 que componen el informe, dos terceras partes superan la media de envejecimiento de la ciudad, por lo que más del 20% de su población tiene más de 65 años. En total, más de 70 barrios presentan esta situación demográfica, no tanto por el aumento de la esperanza de vida como por la sangría de la natalidad (la falta de niños) que se produce en ellos.
Los que coronan el ranking de las zonas donde los residentes con más edad tienen mayor presencia son El Zodiaco y El Plantinar. El primero pertenece al Distrito San Pablo-Santa Justa, se sitúa entre la Carretera de Carmona, la Avenida de Llanes y Alcalde Manuel del Valle. Los habitantes con más de 65 años representan el 35,55% de su población, es decir, que casi cuatro de cada diez vecinos tienen esa edad o más. No muy lejos se encuentra El Plantinar, en el Distrito Nervión, donde este colectivo alcanza un porcentaje del 33,57%.
Dentro del amplio grupo de barrios que superan la media de la ciudad en cuanto al peso que tiene en ellos la población mayor, deben destacarse enclaves muy conocidos, como Santa Clara, donde el porcentaje del colectivo es del 27,57%; Nervión, con un 25,90%; El Porvenir (24,96%), Bami (24,13%), El Cerro (22,91%), La Alfalfa (22,53%), La Bachillera (22,42%), el Casco Antiguo de Triana (22,08%), San Julián (21,37%) o San Lorenzo (21,13%).
Por debajo de la media de la ciudad se encuentran 37 barrios, donde los residentes con más de 65 años no alcanzan el 20% de la población. Los más jóvenes, en este sentido, son tres: Colores-Entreparques, con un 10,40%; Elcano-Los Bermejales (11,10%) y El Cerezo (11,74%). El primero de ellos se encuentra en Sevilla Este, a pie de la Ronda Urbana Norte, una zona donde predominan familias jóvenes y en la que, evidentemente, el precio de la vivienda resulta más asequible que en otros enclaves de la capital, factor imprescidible para evitar que la pirámida poblacional siga invirtiéndose. Idéntica circunstancia se produce en Elcano-Bermejales, barrio que puede considerarse de reciente creación y donde acuden también los nuevos habitantes que se empadronan en la ciudad. Se encuentra en la zona de expansión urbanística de Sevilla, hacia el sur, donde se proyectan la mayoría de nuevos núcleos residenciales, como los situados en Palmas Altas.
La inmigración
Un análisis especial requiere la barriada del Cerezo, donde esta población mayor apenas supone un 11,74%. Este pequeño porcentaje se relaciona con otro factor demográfico que subrayan los expertos: el empuje de la inmigración, colectivo que evita que las cifras de natalidad sufran un mayor desplome. Esta zona de la ciudad lleva décadas convertida en lo que algunos denominan crisol de culturas: habitantes de distintas razas y países de procedencia que la han convertido en uno de los barrios con población más joven de la ciudad.
La Fundación Doña María se encarga de recopilar los datos que conforman este informe. La entidad, con más de 20 años de experiencia, atiende a más de mil personas mayores en Sevilla capital. Sus principales líneas de actuación son el envejecimiento activo y la lucha contra la soledad no deseada, proyectos participados por el Ayuntamiento, a través de la convocatoria Sevilla Solidaria. Pedro Vázquez, director técnico de la fundación, tiene una máxima. El envejecimiento poblacional no es un problema, sino "uno de los mayores motores de cambio social de nuestra época". No en vano, desde la década de los 50 la esperanza de vida se ha alargado 20 años. A mediados del siglo pasado se situaba en los 62 años, ahora lo hace en los 83.
"El envejecimiento no debe asociarse con deterioro. La gran mayoría de las personas con más de 65 años van a disfrutar de una vida activa, saludable y productiva", defiende Vázquez, quien descata el importante papel que este colectivo desempeña en la sociedad actual: lideran iniciativas solidarias, "estiran" las pensiones para ayudar a sus familias y vertebran y humanizan nuestras comunidades, "sólo hay que recordar la función clave de los abuelos en la conciliación familiar".
Pocas residencias
Una sociedad envejecida requiere, por supuesto, de medidas de atención a este colectivo cada vez con mayor peso: la sostenibilidad del sistema de pensiones, combatir "la soledad no deseada" y un mayor número de residencias y centros especializados. En este punto, el director técnico de la fundación alerta de que la provincia sevillana es una de las que menor tasa de residencias presenta en España. En Sevilla es de 2,7 plazas por cada cien personas mayores, mientras que en el país la media se eleva a 4,2 plazas.
El hecho de que este grupo poblacional sea cada vez mayor debe ser considerado también como una oportunidad para promover el intercambio intergeneracional, crear comunidades inclusivas y permitir que estas personas desarrollen un proyecto de vida, con independencia de su edad. Vázquez, a este respecto, pone de ejemplo a integrantes de este colectivo cuya valía está más que demostrada: Carlos Herrera, María Galiana, José Mercé, Manuel Alejandro, Joaquín Sabina, Francisco de la Torre, Joaquín Caparrós o Concha Yoldi. Talento y brillantez pasados los 65 años.
También te puede interesar