Sevilla - Villarreal | Nombres propios

De la fiabilidad de Acuña y Diego Carlos al crecimiento de Montiel

  • La musculatura del lateral zurdo no resistió el esfuerzo de tantas idas y venidas

  • Óliver Torres aportó control del balón tras entrar desde el banquillo

  • La crónica del Sevilla-Villarreal

Acuña se despide de los aficionados tras caer lesionado.

Acuña se despide de los aficionados tras caer lesionado. / Antonio Pizarro

Exhibición de capacidad de sufrimiento por parte del equipo sevillista para conservar ese uno a cero materializado por Ocampos e imponerse al Villarreal, al que ya aventaja en 15 puntos. Los blancos jugaron un partido de hombres, hasta el punto de que Lopetegui confesaba al final que estaba orgulloso de todos los suyos.

Acuña | Su musculatura no resiste tanto ida y vuelta, pero se acerca al lateral perfecto

Nueva exhibición del lateral argentino hasta que su musculatura dijo basta ante tanta exigencia de ir y venir sin parar. Lopetegui le dio la banda entera para meter al Papu Gómez con libertad por dentro y respondió tanto en el ataque, con el pase del gol a Ocampos, como en la defensa tapando al habilidoso Yeremy Pino.

Montiel | Cada vez está más adaptado y progresa muy bien

Montiel despeja con fuerza delante de Alberto Moreno. Montiel despeja con fuerza delante de Alberto Moreno.

Montiel despeja con fuerza delante de Alberto Moreno. / Antonio Pizarro

Se ha llevado más años de la cuenta en un fútbol, el argentino, que ha bajado bastante el nivel en su liga doméstica y eso le cortó considerablemente su progresión. Pero es un excelente lateral y se está viendo que es así conforme se va encontrando obstáculos para saltarlos. Es un excelente proyecto para el costado derecho y cada vez se le ve mejor.

Óliver Torres | En su caso sí fue un alivio su entrada al juego

Fue uno de los hombres de refresco, junto a Delaney, que sí ayudaron a los que estaban sobre el césped ya extenuados por tanto correr a la hora de presionar y de ir arriba con prontitud. Óliver Torres aprovechó bien los minutos para descongestionar el juego buscando a compañeros desmarcados y encima provocó faltas que daban aire.

Diego Carlos | Junto con sus compañeros, puso un muro para taponar todos los tiros

Diego Carlos sufre una patada de Foyth. Diego Carlos sufre una patada de Foyth.

Diego Carlos sufre una patada de Foyth. / Antonio Pizarro

No brilla tanto como Koundé con el balón en los pies y ni falta que le hace. Todos los comentaristas de televisión acaban prendado de sus prestaciones y eso también quiere decir algo. Taponó mil tiros del Villarreal que no llegan a convertirse en acciones de peligro por ello, faceta en la que también colaboran el resto.

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