Desde mi córner

Ahora, a ver qué depara el lunes en Nyon

  • Con el único garbanzo negro de la visita del Chelsea, el Sevilla ha hecho una fase de lujo

Grandísima fase de grupos la que ha cuajado el Sevilla con el único punto negro del ridículo ante el Chelsea como local. La goleada ante los ingleses es lo que le ha evitado liderar el Grupo E y estar en el Bombo 1 este lunes en Nyon. Llega el Sevilla a los octavos de final de la Champions con el prestigio multiplicado. Estar como está en la competición principal del Continente habla bien claro de cómo se deben hacer los deberes.

El pase de la firma a tan brillante discurrir por el grupo lo dio sin apenas despeinarse en la gélida noche de Rennes. Claro que antes hubo de salvar los muebles Bono con un paradón que sería fundamental para que la noche no se torciese. El espectacular y afortunado golpeo de Koundé fue la espita por donde se abrió el gozo de un triunfo más. Atrás quedaba el sinsabor de lo de una semana antes frente a Giroud y toca ahora recomponer la figura de cara a lo que llega.

Y para lo que llega hay tiempo suficiente como para nos distraerse en la competición doméstica. Son dos meses largos lo que queda para la reanudación de la Champions. Febrero queda lejos y ahora resta corregir esa asignatura que es devolver a Nervión el carácter de fortín que tantas veces tuvo. Volviendo a lo tan reciente de cuanto ocurrió en Rennes, me quedo en cómo En-Nesyri se las ha aviado para que ya nadie recuerde aquella desaplicación ante Neuer.

Con más velocidad y menos mala leche, el marroquí desempeña un papel muy parecido al que recitaba Hugo Sánchez. Sus finalizaciones a un toque son similares a las que prodigaba el azteca, quizá el delantero más eficiente de cuantos poblaron la Liga. Se tildó de caro su precio, pero está rentabilizando su fichaje de forma inapelable y con sus goles está logrando que el equipo esté donde está. Ahora a esperar qué depara el lunes, que la baraja de rivales es tremenda.

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