Sevilla FC

Apenas un ajuste en los estímulos

  • El Sevilla no varía su hoja de ruta por que el Madrid haya aumentado su distancia en el liderato

  • La Liga no es el objetivo y casi la misma diferencia hay con el quinto

Lopetegui es abrazado por Munir en la celebración de un gol en el Sevilla-Elche mientras Rakitic y Diego Carlos acuden a ellos.

Lopetegui es abrazado por Munir en la celebración de un gol en el Sevilla-Elche mientras Rakitic y Diego Carlos acuden a ellos. / Julio Muñoz / Efe

En contra de lo que pueda pensar la mayoría de los aficionados, los profesionales del Sevilla no mueven un varal de puertas para dentro por que el Real Madrid haya aumentado a ocho puntos su ventaja en la clasificación tras la jornada de este fin de semana. Los de Lopetegui siguen a lo suyo. Nunca fue un objetivo el título de Liga y tampoco se ha visto tan cerca como para que más de uno se ponga nervioso por ello.

Y. ojo, a esto aún le queda. Es el sentimiento que hay en el grupo. Aún pueden pasar muchas cosas y el Sevilla de lo único que entiende es de intentar sumar tres puntos en el próximo partido. Es verdad que los últimos cuatro empates fuera de casa, varios de ellos ante rivales de la zona baja de la clasificación, han hecho que los nervionenses den pasos muy cortos, lo cual es impropio de un equipo que aspire a pelear un título en un torneo de puntos, pero también es entendible por la situación que está atravesando la plantilla con el tema de las lesiones, que aparecen día a día de debajo de las piedras y no dejan de generar problemas en un equipo que tiene que superar todo tipo de adversidades.

Pero el Sevilla no varía la hoja de ruta. Cambiarán el sentido de las preguntas en ruedas de prensa y entrevistas, pero las respuestas saben perfectamente hacia dónde tienen que ir.

El mensaje es que el objetivo no es, ni fue ni será ser campeón de Liga, sino, una vez que el equipo está en los puestos que dan acceso a la próxima edición de la Champions, sumar el máximo número de puntos para llegar hasta donde llegue. Los presupuestos se elaboran con la idea de quedar entre los cuatro primeros para cumplir con la máxima de perpetuarse en la medida de lo posible en la mejor y más prestigiosa competición continental a nivel de clubes, que es la que da los ingresos que pone en el club a todo el mundo contento. Si llega la lluvia de millones de la Champions, todos sonríen, se reparte mejor y hay menos preguntas en las Juntas de Accionistas.

El segundo puesto que ostenta en la Liga Santander el equipo de Lopetegui es hoy por hoy el primer lujo. El segundo es llevarle nueve puntos al quinto clasificado, es decir, llevarle nueve puntos de ventaja al objetivo.

Para los que piensan en simplicidades, los jugadores del Sevilla, y mucho menos sus técnicos, ni miran hacia arriba ni miran hacia abajo. No porque el Real Madrid se haya ido a ocho puntos hay que decir adiós al sueño ni tampoco hay que relajarse por el colchón que hay detrás hasta el quinto clasificado. El Sevilla está prácticamente en medio y casi la misma distancia hacia el título de Liga, lo que sería un éxito histórico, que a quedarse fuera de la Champions, una auténtica catástrofe de inimaginables consecuencias que ningún sevillista quiere pensar.

Pero no se puede dormir el equipo de Lopetegui, ni el vasco va a dejar que lo haga. El gran aval es que no pierde nunca: sólo dos partidos desde que comenzó la competición, en Granada y en el Bernabéu.

Pero en cuanto objetivos, puede pasar de todo. Para empezar porque, como siempre, quedan enfrentamientos directos entre los equipos implicados. Por poner un ejemplo, el Real Madrid tiene que visitar el Sánchez-Pizjuán, una plaza históricamente poco propicia para los madridistas. Eso sí, fuera de casa, el Sevilla debe comparecer en el Camp Nou, en la Cerámica y en el Wanda Metropolitano.

En todos, lo que es seguro es que el Sevilla saldrá a competir, pero que la clasificación, todavía, ni se mira.

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