Una lesión en el tobillo sufrida en septiembre de 2010 durante un partido de Europa League ante el Paris Saint Germain que al final lo obligó a pasar por el quirófano es casi la única que se le recuerda a Jesús Navas, un jugador que siempre destacó por su musculatura elástica y resistente, lo que, unido a su fisonomía liviana, le permitió siempre eludir contratiempos en forma de lesiones con la facilidad con que sortea a rivales. En aquella ocasión, tras varios desplazamientos a Vitoria para visitar al doctor Mikel Sánchez al no remitir los dolores, el palaciego fue operado debido a una fractura por estrés en el maleolo y su periodo de baja se alargó durante unos cuatro meses aproximadamente.

Nunca había estado un periodo de tiempo tan largo fuera de los terrenos de juegos, por lo que de algún modo extraña en el sevillismo la cantidad de días que la lesión muscular que el extremo internacional sufrió ante el Atlético lo tiene apartado de los entrenamientos. Un futbolista que apenas en su carrera había sufrido lesiones musculares (la temporada pasada en el Manchester City sí consta en su historia médica una dolencia en el muslo que lo tuvo 24 días parado) ha cumplido ya en su primera campaña desde su regreso al Sánchez-Pizjuán un mes sin poder entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros.

Jesús Navas, según han comunicado los medios oficiales del Sevilla, debe volver a lo largo de esta semana a reintegrarse al trabajo del grupo después de que ya en la sesión del pasado sábado llevara a cabo "trabajo específico combinando gimnasio y campo". El hasta su lesión lateral derecho en el esquema de Montella apunta a los partidos de la próxima semana como los de su posible regreso, pues se antoja muy precipitado que pueda ser la visita del Barcelona el Sábado Santo el de su reaparición. La duda es si el palaciego estará listo para el primer gran duelo ante el Bayer Múnich el miércoles siguiente con nada más y nada menos que las semifinales de la Champions League en juego. Si fuera precipitado también para la comparecencia de los alemanes en el Sánchez-Pizjuán, el siguiente duelo liguero ante el Celta sí sería ya el banco de pruebas definitivo.

Pero lo cierto es que los plazos se alargan ante la incredulidad de los aficionados que pudieron leer en los medios oficiaciales en la semana de su lesión que se trataba de una simple contractura en el gemelo de su pierna, hecho que luego derivó en una rotura, que no se sabe si estaba desde el principio debido a un diagnóstico erróneo o se produjo posteriormente, quién sabe si por forzar antes de tiempo.

El caso es que ayer domingo se cumplió exactamente un mes desde que Jesús Navas cayera lesionado en un empujón de Koke en los primeros minutos del Sevilla-Atlético. Desde entonces, sin contar con ese partido en el que tuvo que ser sustituido al cuarto hora por el mexicano Layún, el canterano se ha perdido ya cinco encuentros y va camino del sexto, la visita del Barcelona. Ni frente a Málaga, Athletic, Valencia y Leganés en la Liga ni en a vuelta ante el Manchester United en Old Trafford en la Liga de Campeones ha estado presente un Jesús Navas que precisamente salió del equipo cuando atravesaba su mejor momento de forma en esa posición adaptado al lateral.

Su baja ha sido cubierta por Montella con la entrada en el once en la Liga de Layún, prácticamente el único refuerzo de invierno que ha contado para el italiano, aunque al no estar inscito en competición europea fue Mercado el que ocupó el lateral derecho ante el United.

Corchia ya está también disponible, pero el sevillismo no espera a otro que no sea Jesús Navas.