Wolverhampton-Sevilla FC / Los nombres propios

Bono, una apuesta más acertada de Monchi

  • El acierto del guardameta, la bendición de Ocampos, el equilibrio que siempre le da Fernando al equipo y el centro de Banega se convierten en algunos de los nombres propios

  • La crónica del Wolverhampton-Sevilla

Bono detiene el penalti lanzado por Raúl Jiménez.

Bono detiene el penalti lanzado por Raúl Jiménez. / SFC

El partido del Sevilla contra el Wolverhampton no tuvo el punto de brillantez del desarrollado contra la Roma en los octavos de final, pero sí tuvo su contenido para todos los amantes del fútbol más allá de las florituras. El cuadro de Lopetegui necesitó un ejercicio de paciencia para doblegar al conjunto inglés, pero fue capaz de manejarse con ella hasta conseguir el gol del triunfo en el momento más oportuno.

Bono Hasta en ese fichaje ha acabado acertando Monchi...

Después del error que cometiera en el epílogo de la eliminatoria contra el Cluj, anulado por mano afortunadamente para él y para todos los que sienten en sevillista, el marroquí se ha ganado el sitio desde que Vaclík se lesionara en la rodilla contra el Eibar. Todos los que cuestionaban a Monchi por su elección para ser el segundo guardameta le han ido la razón al isleño y después del penalti que le paró a Raúl Jiménez más aún. Transmite seguridad y eso hace crecer a una defensa.

Ocampos Está claro que convierte en oro todo lo que toca

Se ha convertido en el futbolista principalísimo de este Sevilla, en el jugador que aparece en todos las fotos clave por la sencilla razón de que está bendecido. No protagonizó una buena primera mitad, mejoró en la segunda acercándose más al costado derecho para crear superioridades, pero lo más importante es el gol. Certero cabezazo que le entra a quienes están en estado de gracia.

Fernando En la definición de equilibrio en el RAE sale su rostro

Aunque en la jugada de Adama Traoré en el penalti no lo pilló en el sitio justo, es increíble la trascendencia que tiene en el juego del equipo. Es la definición de equilibrio en un futbolista, tanto que si se busca la acepción balompédica en el RAE seguro que le han puesto su rostro para ilustrarla. Impidió en todo momento que el Wolverhampton pudiera salir en alguna contra.

Banega Esta vez no estaba tan fresco, pero llegó el centro

No tuvo nada que ver con el partido que desarrolló contra la Roma y no pareció que fuera debido a que los ingleses le hicieran un marcaje particular o que lo hostigaran más de la cuenta. Desde el principio transmitió la sensación de estar más fatigado, de no estar tan fresco. Aun así metió algunos balones interiores de calidad y el centro del gol, tocadito, fue sencillamente perfecto.

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