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Contradiciendo a Antonio Escribano

  • Si el Sevilla fue pionero en dar con la fórmula de llegar una centésima de segundo antes que el rival, diez años después alinea en la plaza más difícil hasta a 4 jugadores sin tono competitivo.

Las imágenes del Real Madrid-Sevilla

Las imágenes del Real Madrid-Sevilla / Inma Flores

Hubo una vez en la que, gracias a un tal don Antonio Escribano, el Sevilla fue pionero en una materia incipiente por entonces en el fútbol y que hoy es el pan de cada día, nunca mejor dicho. Era algo que sabían fisiólogos y preparadores físicos desde primero de carrera, pero Antonio lo explicó de una manera que provocó dos cosas: que el gran público lo entendiera y que todos los clubes empezaran a velar por esa parcela contratando a profesionales.

No era muy complicado entender que en el fútbol llegar una centésima de segundo antes que el rival se traducía en más probabilidad de éxito y que esa centésima de segundo se conseguía, aparte de con entrenamiento y un ritmo adecuado de competición, con el adecuado aporte de glucógeno en sangre, a saber, buena alimentación, la gasolina del músculo.

Más de diez años después, el Sevilla no le da ninguna importancia a esa centésima de segundo pese a que el fútbol ha evolucionado en lo físico. Sampaoli alineó temerariamente en el Berbaéu a demasiados futbolistas sin un ritmo adecuado, unos por unas cosas y otros por otras, pero fundamentalmente por no jugar. Krohn-Dehli, que a pesar de ello fue de los mejores, jugó 89 minutos después de un año sin vestirse de corto; Carriço jugó el partido completo y 45 minutos de hombre libre sin aparecer ni un minuto desde su desastrosa actuación en el Sevilla-Leganés (11 de marzo); Kranevitter ya ha demostrado que es un jugador que tampoco ha jugado mucho y que tiene problemas con la velocidad de traslación; y Montoya, en cuatro ratos, aún no se ha podido enterar del ritmo al que se juega aquí en España.

Esa decisión, como pudo ser alinear a Ganso en la Copa, es una temeridad en un escenario como el Bernabéu, donde los cuatro goles llegaron por falta de ritmo de los de rojo. A saber: el primero por un fallo en la frenada de Carriço en la falta, el segundo cuando se la quitaron por detrás a Kranevitter, el tercero, una pérdida parecida de Montoya y el cuarto, al llegar Kranevitter tarde ante Kroos.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Defensa

El Sevilla, sin laterales, empezó con cuatro centrales en defensa, siendo la zona más aseada la izquierda con Lenglet. El sistema defensivo sufrió con la movilidad de Asensio, James y Cristiano ante movimientos lentos de Kranevitter y N'Zonzi y el llegar siempre tarde a las reuniones (balón y rival que recibe). Con 2-0, Sampaoli prescindió de un central dejando una línea de tres con muy poca cintura Mercado-Carriço-Lenglet, particularmente en el flanco derecho.

Ataque

Gracias a la buena lectura de juego que siempre tuvo Krohn-Dehli, que apareció por la lesión de Franco Vázquez, Jovetic encontró sentido a sus habituales movimientos y cambios de espacio. Vitolo y Correa ayudaron y el Sevilla llegó. Luego, cuando Sampaoli dejó defensa de tres y buscó superioridad numérica, la jugada de Zidane sacando a Casemiro cerró la partida.

Virtudes

Krohn-Dehli dio una dimensión nueva al juego ofensivo.

Talón de aquiles

Ataque profesional, defensa amateur. Jugadores sin ritmo ante el rival posiblemente más físico de la Liga. Encima sin cambios.

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