Sevilla FC

Los deseos y los plazos de Isco

  • La ilusión del malagueño y su trabajo individual extra pueden paliar la falta de campo y de adaptación a la competición propios del verano para jugar ya el viernes

Isco, junto a Alex Telles, en un entrenamiento del Sevilla.

Isco, junto a Alex Telles, en un entrenamiento del Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El día de la Asunción, mientras los sevillistas disfrutaban del festivo o de la Virgen de los Reyes, el Sevilla se entrenaba con nuevos aires de optimismo. Tras la derrota de Pamplona, el estreno liguero en el Sánchez-Pizjuán llega con otro aire, con esa frescura que ha traído el viento suroeste en un receso del durísimo estío. De entrada se entrenó con el grupo Marcao, quien no está descartado para el partido ante el Valladolid. Pero todos los ojos están puestos en la posibilidad de que Isco se enfunde la camiseta del Sevilla y no para un acto social, sino para competir por los puntos en litigio.

La posibilidad real existe, por mucho que su preparador personal hablara de plazos la semana pasada y que el propio Julen Lopetegui intentara refrenar la tormenta de pasión que desató su llegada hablando de tiempos, de etapas por quemar.

Isco es el primero que tiene empeño en satisfacer a los que están deseando verlo hollar la hierba de Nervión con su clase. Tiene motivos para ello, porque se ha metido entre ceja y ceja convencer a Luis Enrique para que lo incluya en el Mundial de Catar, cita que llega en noviembre, y el tiempo vuela. Sin embargo, todo requiere su tiempo, valga la redundancia.

Una o dos semanas para estar a punto

Dani Jiménez, el hombre que ha dirigido su preparación personal durante 16 semanas, incluso estando aún bajo la disciplina del Real Madrid, cifró en una o dos semanas el trabajo de campo y de adaptación a la competición. Un lapso que es esencial para que el mediapunta malagueño obtenga el punto óptimo para competir y no sólo eso, sino que tenga la adecuada preparación en prevención de las indeseadas lesiones musculares.

El malagueño no viajó a Pamplona. "Ha llegado en una condición distinta al resto y debe quemar etapas de la pretemporada", dijo Lopetegui cuando justificó que no lo incluiría en la expedición sevillista para El Sadar. Pero no ha perdido el tiempo, no puede. El futbolista ha seguido ejercitándose mientras el equipo jugaba el viernes, hacía recuperación el sábado y descansaba el domingo, siguiendo su plan específico de puesta a punto. Ya ayer se unió al grupo cuando éste retomó los entrenamientos.

Monchi a Isco, "estás fuerte"

Isco ha llegado en buena forma gracias a ese plan particular. Lo ha seguido de forma casi espartana. "Estás fuerte", le dijo Monchi cuando lo vio en persona en Los Lebreros recién llegado a Sevilla, mientras le golpeaba cariñosamente los costados. Pero una cosa es la preparación física individual, el adecuado equilibrio de masa muscular y grasa, y otra la capacidad de coordinación y la fuerza motriz de un futbolista que ha estado sin competir cierto tiempo. Ahí es donde está la adaptación a la competición que debe hacer todo futbolista en pretemporada, en grupo, con balón, con movimientos psicomotrices coordinados en los que también interviene el giro inesperado, el azar del golpe, el riesgo de lesiones inherente a un juego como el fútbol. Nada que ver con los ejercicios individualizados y programados. Y es por ahí por donde se le puede hacer corto el periodo de dos semanas.

Los antecedentes de Suso, Papu, Martial... 

En realidad, ya lleva más de una semana con el grupo y hasta el viernes casi completaría ese plazo, con lo cual la expectativa de que entre en la convocatoria y juegue, aunque sea un rato, es real. No sería el primer caso de un fichaje estelar, un futbolista de caché y talento, que debuta con Lopetegui recién llegado. Le pasó a Suso, que debutó ante el Alavés a los cuatro días de llegar del Milan, aunque allí sí estaba jugando. Le pasó al Papu, quien en cambio había sido apartado del Atalanta por su pelea con Gasperini: a la semana de su aterrizaje debutó en Almería, en la Copa, y luego en la Liga en casa ante el Getafe. Y le pasó a Martial, quien, sin continuidad en el United, jugó en Pamplona aunque medió un oportuno parón liguero entre su aterrizaje y su debut. Ahora puede que le toque a Isco...

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